Efectos psicológicos de la menopausia en la mujer (y cómo gestionarlos)

Un análisis del impacto emocional que supone esta etapa en la vida de una mujer.

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La menopausia no debería ser un tema tabú. Este momento en la vida de las mujeres llega de manera natural, y comprenderlo es clave para aceptarlo. Y es que la menopausia no solo conlleva transformaciones físicas, sino que en muchos casos también tiene implicaciones psicológicas. No son pocas quienes experimentan una ola de emociones al entrar en esta fase, y se puede surfear mejor cuando se tiene conocimiento necesario.

La menopausia y sus efectos

La menopausia se presenta como una etapa natural en la vida femenina, que señala el fin de la menstruación y la capacidad reproductiva. Se determina que una mujer ha alcanzado la menopausia cuando ha transcurrido un año sin menstruar. La edad promedio en la que acontece este cambio es alrededor de los 51 años, aunque puede oscilar entre los 45 y 55 años.

Esta etapa de la vida trae consigo distintas manifestaciones. En muchos casos, se entremezclan sentimientos de incertidumbre, cuestionamientos y añoranzas con irritabilidad, tristeza e incluso síntomas depresivos. Sin embargo, este proceso no tiene por qué ser vivido de manera negativa. En las líneas siguientes abordaremos cómo afrontar los impactos psicológicos de la menopausia en la mujer y cómo afrontarlos.

Efectos físicos

Estos son algunos de los síntomas de la menopausia (y que pueden, a su vez, desencadenar cambios psicológicos como consecuencia):

1. Variaciones en el ciclo menstrual

Comienzan a aparecer períodos menstruales de manera irregular, en los que la frecuencia, duración y cantidad de sangrado pueden variar considerablemente. Por otro lado, la falta de menstruación será el síntoma más evidente de la llegada de la menopausia. Sin embargo, este proceso no se produce de forma repentina. Se considera que no hay menstruación cuando una mujer lleva 12 meses seguidos sin tener sangrados.

2. Sofocos y sensación de calor repentino

Uno de los síntomas más frecuentes (y molestos) es experimentar de repente una sensación de calor en la cara, el cuello y el pecho. A menudo, esto va acompañado de enrojecimiento de la piel, sudoración y escalofríos. Algo desafiante es que estos sofocos pueden ocurrir en cualquier momento del día o de la noche.

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3. Sequedad en la zona íntima

Se produce naturalmente una reducción en la lubricación vaginal debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Esto puede causar dolor durante las relaciones sexuales, irritación y ardor vaginal.

4. Cambios en el estado de ánimo

Durante este proceso, las hormonas desempeñan un papel determinante, lo que provoca una gran variabilidad en los estados emocionales. La persona puede sentir desde irritabilidad, ansiedad y depresión, incluso presentando dificultades para concentrarse, insomnio y posibles trastornos del sueño.

5. Pérdida de masa ósea

Es esencial que se mantenga en contacto con su médico durante esta etapa, ya que existe un mayor riesgo de padecer osteoporosis. Esta enfermedad debilita los huesos, aumentando la probabilidad de sufrir fracturas. Si te encuentras en control médico, podrás reducir considerablemente el riesgo.

6. Alteraciones en el peso corporal

Debido al descenso en el metabolismo y la redistribución de la grasa corporal, es probable experimentar un aumento significativo de peso.

7. Alteración en las emociones

Las emociones en esta etapa pueden sentirse como una montaña rusa. Los cambios de humor y la irritabilidad pueden afectar las relaciones con la pareja, la familia y los amigos. Es normal sentirte confundida e insegura sobre los cambios que está experimentando tu cuerpo. Algunas mujeres pueden sentir vergüenza por los síntomas de la menopausia, como los sofocos o la incontinencia urinaria.

Efectos psicológicos de la menopausia

A pesar de que las mujeres viven la menopausia de manera diferente, en ocasiones puede ser experimentada como un remolino de emociones. La causa principal radica en la disminución de hormonas como el estrógeno y la progesterona, las cuales tienen un papel fundamental en la regulación del ciclo menstrual y otros aspectos del organismo femenino. Este descenso hormonal impacta en el estado de ánimo, la autoestima, la memoria y la concentración, entre otros aspectos. A continuación, vamos a analizar algunos de los efectos psicológicos de la menopausia y cómo enfrentarlos:

1. Negación

Aceptar que la posibilidad de tener un hijo se ha desvanecido puede resultar un proceso doloroso para algunas mujeres, especialmente aquellas que siempre anhelaron la maternidad Cómo afrontarla:

  • Permítete experimentar tus emociones: no las reprimas, dedica el tiempo necesario para procesarlas y aceptarlas.
  • Comunícate con alguien de confianza: Compartir tus sentimientos te ayudará a sentirte comprendida y a encontrar el apoyo necesario.
  • Explora otras opciones: Si el deseo de ser madre es muy fuerte, puedes considerar otras alternativas como la adopción, la maternidad subrogada o la criopreservación de óvulos.
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2. Variaciones del estado de ánimo

Los síntomas incluyen irritabilidad, cambios emocionales bruscos, tendencia al llanto, sensación de tristeza y depresión. Cómo afrontarlos:

  • Identifica los detonantes: reflexiona sobre qué situaciones provocan en ti irritación o tristeza.
  • Practica técnicas de relajación: ¿Qué te parece probar con yoga, meditación o ejercicios de respiración profunda? Podría tener un impacto positivo en tu vida.
  • Realiza actividad física de forma regular: ¡Las endorfinas son tus aliadas! Dedica al menos 30 minutos al día a esta práctica.
  • Asegúrate de dormir lo necesario: el descanso juega un papel fundamental en el equilibrio emocional.
  • Comparte tus sentimientos con alguien en quien confíes: te hará sentir acompañada y comprendida.

3. Disminución en la agudeza mental:

Los síntomas incluyen olvidos frecuentes, dificultad para concentrarte, problemas de memoria a corto plazo. Cómo afrontarlos:

  • Estimula tu mente: lee, resuelve crucigramas, aprende algo nuevo.
  • Organiza tus tareas: utiliza listas, agendas y dispositivos de recordatorio.
  • Asegúrate de descansar lo suficiente: el sueño es fundamental para la memoria.
  • Cuida de tu dieta: procura incluir todos los nutrientes necesarios en tus comidas. El cuerpo te lo agradecerá.

4. Baja autoestima

Los síntomas incluyen falta de seguridad, sensación de inferioridad, temor al proceso de envejecimiento. Cómo afrontarlos:

  • Concéntrate en tus puntos fuertes y logros: recuerda todo lo que has alcanzado.
  • Presta atención a tu apariencia personal: sentirte a gusto contigo mismo potencia la confianza en uno mismo.
  • Rodéate de personas optimistas: busca respaldo en tu círculo familiar y amigos.
  • Acepta los cambios: la menopausia es una etapa natural que forma parte de la vida. No se puede combatir su llegada.

5. Problemas para conciliar el sueño:

Los síntomas incluyen dificultad para quedarse dormida o mantener el sueño, despertares nocturnos constantes. Cómo afrontarlos:

  • Establece un horario específico para dormir y despertarte.
  • Crea un entorno favorable para dormir: oscuro, tranquilo y fresco.
  • Evita consumir cafeína y alcohol antes de ir a la cama.
  • Realiza ejercicio físico durante el día, evitando hacerlo justo antes de dormir.
  • Practica técnicas de relajación antes de acostarte.

Conclusiones

La menopausia puede ser vista como una oportunidad positiva para acoger la madurez con sabiduría y plenitud en lugar de una experiencia negativa. Es el momento perfecto para renovarse, explorarse a uno mismo y disfrutar de una nueva etapa en la vida. Es esencial aprender a aceptar y manejar los cambios para atravesar esta etapa con calma y optimismo. Buscar el apoyo de un profesional de la salud mental para abordar las inquietudes y temores puede ser de gran beneficio.

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Psicóloga

València
Terapia online

Paloma Rey es Psicóloga General Sanitaria. Ofrece atención a población infanto-juvenil y adulta, tanto de forma presencial como online, en casos de ansiedad, depresión, baja autoestima, estrés, duelo, dificultades de aprendizaje, entrenamiento en habilidades sociales y comunicación,resolución de conflictos, problemas de conducta y gestión emocional, y TDAH, entre otros. Para ello emplea técnicas propias de la terapia cognitivo-conductual, combinándolas con psicología positiva y Terapia de Aceptación y Compromiso.

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