Jean-Baptiste Lamarck: biografía de este naturalista francés

Un repaso a la vida de este defensor de la teoría de la herencia de las características adquiridas.

Jean-Baptiste Lamarck
Este naturalista inició una senda de investigación que Charles Darwin prosiguió más tarde.

Si hablamos de la evolución probablemente el primer nombre que nos venga a la mente sea el de Charles Darwin. Sin embargo Darwin no fue el único gran autor que trabajó este aspecto, existiendo otros autores con una consideración distinta de la evolución de las especies y que incluso le sirvieron de inspiración.

El más destacado de todos, pese a que con el paso de los tiempos sus ideas se fueron quedando obsoletas y perdiendo popularidad en favor de otras teorías con mayor aval científico, es Jean-Baptiste Lamarck.

Este hombre, uno de los primeros pioneros en separar el desarrollo de las especies de la fe, el padre del término biología tal y como lo conocemos y es el autor de una de las primeras teorías evolutivas realmente coherente e integrada. Comprender su vida nos puede ayudar en gran medida a valorar su pensamiento, motivo por el cual a lo largo de este artículo vamos a esbozar una breve biografía de Lamarck, así como de su legado científico.

Breve biografía de Jean-Baptiste Lamarck

Jean-Baptiste Pierre Antoine de Monet cavaliere di Lamarck, más conocido como Lamarck, nació en el pueblo de Bazentín (en la región de Picardía, Somme) el día 1 de agosto de 1744. Hijo de Philippe Jacques de Monet de La Marck y de Marie-Françoise de Fontaines de Chuignolles, fue el onceavo hijo de una familia noble dedicada al estamento militar.

Su padre decidió matricular al joven Lamarck en un seminario jesuita con el fin de que dedicara su vida al sacerdocio. El joven permanecería con ellos e iría recibiendo una educación y formación en distintas materias dentro de la carrera eclesiástica. Sin embargo cuando su padre murió, en el año 1759, Lamarck decidió dejar los hábitos y enrolarse en el estamento militar.

Servicio militar y estudios posteriores

Cuando cumplió diecisiete años, en 1761, adquirió un caballo y se alistó en el ejército. Su carrera militar fue corta pero intensa, siendo ascendido a oficial durante el primer año en el ejército y participando en la Guerra de los Siete Años. Llegó a convertirse en caballero. Sin embargo en 1768 sufrió una importante lesión en el cuello que, tras generarle escrófula (infección en los ganglios del cuello que genere gran inflamación) le obligaría a finalizar su carrera militar.

Se mudó a París, donde inicialmente viviría de la pensión y de herencia paterna junto a su hermano Philippe François. Allí inició estudios de música, pero finalmente decidió para posteriormente trabajar de contable.

Tras ello decidió entrar a estudiar medicina durante cuatro años, un período en el que también recibiría formación en lo que se convertiría en una de sus grandes pasiones: la botánica. Sería en esta y en las ciencias naturales en las que manifestaría mayor interés, especializándose en su estudio y participando en las herborizaciones estudiadas por Jean-Jacques Rousseau.

La botánica y el auge de su prestigio

Tal fue su interés que realizaría un importante trabajo de investigación basado en la observación de las plantas, inventando en el proceso el llamado método dicotómico con el fin de clasificar de manera sistematizada la flora de Francia. Esta obra sería publicada en 1779 bajo el nombre “Flore françois”, gracias al conde Georges Louis Buffon. Con el tiempo y en gran medida gracias a la popularidad conseguida gracias a dicha publicación fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias.

Lamarck fue contactado por Buffon en 1780 para dirigir una misión por Europa para conseguir aumentar la colección botánica del Jardín du Roi (del rey), la cual realiza exitosamente. El autor se desempeñó desde entonces como botánico en dicho jardín hasta el año 1793 en el conocido como Jardin du Roi (del Rey). En esta época se casaría con Marie Annie Rosalie Delaforte, con quien tendría cinco hijos y que desgraciadamente falleció en 1792.

Ese mismo jardín, con la llegada de la Revolución Francesa y en gran parte gracias a su influencia, sería transformado en Museo Nacional de Historia Natural. En él sería nombrado por parte del Comité de Instrucción Pública como Director o catedrático del departamento de animales inferiores.

Dicho departamento se hacía cargo del estudio de los insectos y otros animales que hoy en día llamamos invertebrados. De hecho este mismo concepto es creado por él para definir a los animales que no tienen vértebras: a lo largo de sus estudios elaboraría las principales subdivisiones aún hoy existentes.

Además de ello, también acuñó el término biología para identificar a la ciencia que estudia los seres vivos. Ese año 1793 también se casaría por segunda vez, esta vez con Victoire Charlotte Reverdy, con quien tendría dos hijos más. Sin embargo, esta segunda esposa murió a los pocos años, en 1797. Un año más tarde contraería sus terceras nupcias con Julie Mallet.

Además de empezar a impartir docencia, durante esta época elaboraría la que sería una de sus obras más reconocidas, la “Historia natural de los invertebrados”, la cual constaría de diversos volúmenes que se fueron elaborando entre 1815 hasta 1822. Y en los estudios que realizó durante esta época se encuentra el germen que terminaría por producir su teoría de la evolución.

Su trabajo en meteorología

Otra de las ramas en las que empezó a trabajar fue la meteorología, siendo pionero en valorar que era posible la predicción del tiempo a través de métodos probabilísticos. En este ámbito creía que comprender qué genera las alteraciones atmosféricas permite predecir con cierta exactitud el comportamiento del clima.

Algunas de las posibles causas de los fenómenos atmosféricos que propuso fueron la influencia del Sol y la Luna, así como la rotación de la Tierra. Sin embargo, en este sentido publicó diversos Anuarios meteorológicos, en el cual se encontraron diversos errores y que de hecho son considerados sus trabajos menos exactos. Sería entonces cuando empezaría a sufrir cierto descrédito.

Lamarckismo

Si bien inicialmente Lamarck consideraba que los seres vivos no sufrían ningún cambio, con el tiempo y la investigación fue abrigando la idea de que en realidad existía un proceso evolutivo: los seres vivos no han sido creados y permanecen inmutables sino que han ido variando a partir de seres más simples que los preceden.

Asimismo, consideraría que los órganos y características de los diferentes seres se van atrofiando o desarrollando según su uso, y que las características adquiridas por parte de los organismos antecesores que resultan útiles son transmitidos a su descendencia (siendo el ejemplo más conocido el cuello de las jirafas). Considera que es el hábito y la necesidad la que hace que se modifiquen los organismos.

Sus ideas sobre la evolución y la herencia de las características adquiridas vieron la luz en Filosofía zoológica, publicada en 1809, y que supone el primer cuerpo teórico que reúne los conocimientos de la época en lo referente a la evolución. Este documento fue y sigue siendo de gran relevancia histórica, permitiendo el debate en un tiempo en que la biología aún estaba fuertemente asociada al creacionismo.

Caída en desgracia, últimos años y muerte

Sin embargo, también le provocó sufrimiento: ofreció un ejemplar a Napoleón Bonaparte, quien lo rechazaría en público. Además en esta etapa su salud empezó a disminuir, y tuvo asimismo varios conflictos y disputas con diversos autores que poco a poco fueron mermando su prestigio: criticó el trabajo de Lavoisier son respecto al funcionamiento de los fluidos, sus trabajos fueron tachados de poco científicos y sesgados y se decía que sobrevaloraba sus argumentos.

Asimismo se enemistó profundamente con el biólogo Georges Cuvier, el cual gozaba de muy buena consideración pública y que partía de una base más empírica y experimental, llegando a describir éste las teorías de Lamarck como un desatino.

Desgraciadamente para Lamarck, con el paso de los años sus numerosas aportaciones en materia de la evolución fueron quedando en descrédito. A partir de 1819 se quedó ciego, teniendo de hecho que dictar algunas de sus obras a sus hijas. Además de ello esta época moriría la que fuera su tercera esposa Julio Maillet. Todo ello, junto con el hundimiento del poco prestigio del autor provocó que se fuera empobreciendo y que terminara por enfermar.

Sus últimos años de vida las pasó al cuidado de sus hijas, ignorado y sin apenas ningún tipo de reconocimiento. Su muerte se produjo el 18 de diciembre de 1829, a la edad 85 años, en París.

A pesar de que la teoría de la evolución de Lamarck se ha visto desfasada y superada por la de Darwin y que en los últimos años de su vida fue desprestigiado e ignorado, con el paso de los tiempos sus ideas se han ido viendo como un importante adelanto en el conocimiento científico de la época en que vivió y ha servido como base a múltiples teorías. Además, pese a que no es tan conocido, suyos son conceptos y clasificaciones como la de los invertebrados, o el término de biología, además de contribuir en gran medida tanto al desarrollo de la botánica como de la zoología.

  • Dawkins, R. (1986). El Relojero Ciego. Barcelona: Editorial Labor.
  • Harris, L. (1981). Evolución. Génesis y revelaciones. Barcelona: Hermann Blume Ediciones.

Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Barcelona

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.

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