Linda Alvarez

Yo he sido una buscadora. Una buscadora de la verdad, de la libertad, del autoconocimiento… Esta llama que arde dentro de mí en relación con estos temas me ha orientado en principio a satisfacer un deseo de encontrarme a mí misma, y esto poco a poco ha devenido en la posibilidad de acompañar a otros en su propia búsqueda. En este proceso he tomado diversos caminos: desde autovías muy bien asfaltadas y señalizadas (formación/estudios académicos-reglados), como también caminos verdes y salvajes (estudios no reglados). El caso es que para mí es fundamental ser una participante activa en mi educación: explorar y descubrir de manera vivencial y fenomenológica todos estos temas que me invitan. Hay un frase de Claudio Naranjo que dice que, “rendirse es algo así como un quitarse de en medio, un hacerse transparente a lo que quiera ocurrir a través de uno”. Para mí esta frase es muy representativa de lo que significa el autoconocimiento: un acto de entrega a lo que somos; es volvernos más transparentes y nítidos respecto a aquello que quiere vivir y manifestarse a través de nosotros.

En el año 2011 culminé mis estudios en Psicología en la Universidad Central de Venezuela. En el 2013 me gradué del Diplomado en Técnicas Psicocorporales a través de la Fundación para el Estudio e Investigación Corporal de Venezuela. Asimismo, tuve la oportunidad de concluir el Master en Psicoterapia Humanista del Instituto de Interacción y Dinámica Personal de Madrid, especializándome con ello en Psicoterapia Centrada en el Cliente y en Gestalt en el año 2017. Durante este camino, han sido de gran inspiración ciertas corrientes filosóficas como el existencialismo y la fenomenología, así como ciertos maestros espirituales, especialmente Krishnamurti. Mi trayectoria profesional se ha centrado tanto en el acompañamiento personal como en la facilitación de la comunicación y las relaciones humanas en espacios académicos y en asociaciones sin ánimos de lucro centradas en personas vulnerables (inmigrantes, personas sin hogar, miembros de la comunidad LGBTQ+, víctimas de violencia, etc.) en Caracas, Madrid y San Francisco.

Lo más significativo para mí en este recorrido, ha sido la labor humanizadora de las relaciones tanto conmigo misma como con las personas que me he ido encontrando. Puedo decir que mi vocación es escuchar y observar incondicionalmente.