Debora Castillo Castillo

Soy Débora Castillo, psicóloga, y mi propósito es acompañarte en tu proceso personal con un enfoque integral, respetuoso y humano. Creo firmemente que cada persona tiene recursos internos que pueden potenciarse con el apoyo adecuado. En mis sesiones encontrarás un espacio seguro, de confianza y libre de juicios, donde podrás expresarte, comprender lo que estás viviendo y aprender herramientas para afrontar tus desafíos emocionales. Me gusta trabajar desde la cercanía y la empatía, entendiendo que el bienestar no es solo ausencia de malestar, sino también la posibilidad de reconectar contigo mismo y con aquello que te da sentido.

Competencias profesionales Escucha activa: prestar atención genuina a lo que comunicas, tanto en palabras como en gestos y emociones. Empatía: comprender tu experiencia desde tu perspectiva, sin juicios. Acompañamiento integral: atender la salud mental considerando lo emocional, lo cognitivo, lo relacional y lo espiritual si lo deseas. Confidencialidad: brindar un espacio seguro, privado y respetuoso. Manejo de herramientas terapéuticas: aplicación de técnicas adaptadas a las necesidades individuales (respiración, reestructuración cognitiva, estrategias de afrontamiento, etc.). Evaluación psicológica: identificar síntomas, recursos y necesidades para un plan de apoyo adecuado. Flexibilidad y adaptación: ajustar las sesiones al ritmo y contexto de cada persona. Habilidades personales Cercanía y calidez: generar confianza y un vínculo terapéutico sólido. Paciencia y tolerancia: acompañar procesos que requieren tiempo y cuidado. Comunicación clara: explicar conceptos de manera sencilla y accesible. Orientación al bienestar: ayudar a encontrar recursos propios para superar dificultades. Capacidad motivacional: impulsar el cambio y la construcción de nuevos hábitos.

Sensibilidad humana: capacidad de conectar con la emoción del otro desde el respeto y la comprensión. Compromiso ético: responsabilidad en la práctica profesional y cuidado en cada intervención. Capacidad de observación: notar detalles sutiles en el lenguaje verbal y no verbal. Autocontrol emocional: mantener calma y estabilidad incluso en situaciones difíciles. Pensamiento crítico y reflexivo: analizar cada situación con objetividad y adaptando estrategias. Disponibilidad al aprendizaje continuo: apertura a nuevas técnicas y conocimientos en beneficio de tus pacientes. Resiliencia: fortaleza personal que también transmites en el acompañamiento. Creatividad terapéutica: habilidad para proponer ejercicios y herramientas que se ajusten a cada persona. Asertividad: comunicar de manera clara y respetuosa, cuidando siempre el vínculo terapéutico.