Júlia Prieto Moya

Hace un tiempo, mi vida empezó a encogerse. Todo giraba alrededor del dolor. Cada día me preguntaba: ¿Qué me pasa? ¿Cuándo se va a acabar esto? Me llamo Júlia y soy psicóloga clínica y neuropsicóloga especializada en dolor crónico, con formación sanitaria vía PIR y más de 10 años de experiencia en el sistema público de salud. Durante años he acompañado a personas en procesos complejos de salud mental. Pero lo que me llevó a crear este proyecto fue algo más personal: pasé ocho meses con un dolor pélvico que nadie supo explicar ni aliviar. Visité especialistas y tratamientos sin resultado. Aquella experiencia me enfrentó no solo al dolor físico, sino también a la incomprensión, la frustración y el silencio que muchas personas con dolor crónico conocen demasiado bien. A partir de ahí comencé a estudiar de forma intensiva el enfoque más actualizado de la neurociencia del dolor, integrándolo con mi práctica clínica y con lo vivido como paciente.

En el dolor crónico no basta con hablar sobre lo que ocurre: es necesario practicar, experimentar y entrenar el cambio de forma constante. Porque cambiar la relación con el dolor no ocurre en un momento: se construye paso a paso, con acompañamiento y práctica. Además, requiere compromiso y tiempo. Necesitas un camino claro y herramientas prácticas para que el cambio sea posible. Por eso he desarrollado un programa terapéutico de 2 meses diseñado para acompañarte de forma continua en ese proceso. Muchas personas con dolor crónico han pasado por terapias sin resultados duraderos. No porque se haya hecho mal, sino porque el dolor persistente necesita algo más que hablar sobre el problema: necesita reeducar al sistema nervioso.

Si llevas tiempo con dolor crónico y ya has probados muchos tratamientos quizás es el momento de cambiar. No es un problema tuyo o de falta de voluntad. Es que el enfoque no era el adecuado.