Carolina Vázquez Morocho

La psicología siempre ha sido mi pasión, y gracias al esfuerzo de mis padres pude estudiar psicología en la Universidad de Barcelona, más tarde realicé el máster en Psicología Clínica y de la Salud de la mano de Isep (orientación cognitivo conductual) y a partir de ahí he ido ampliando conocimientos con las terapias de tercera generación: terapia de aceptación y compromiso, terapia integral de pareja y mindfulness. Me siento mucho más identificada con estas terapias ya que abordan el comportamiento humano de una forma más global e integra (lo mejor de muchas de las orientaciones existentes a día de hoy en Psicología, en beneficio final de la persona).

Actualmente, sigo investigando e intentando aprender diferentes recursos terapéuticos y, para ello, me he ido especializando en diferentes áreas como los procesos de duelo, he ampliado mi formación en ámbito de los Trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y la Imagen corporal, la intervención en gerontología, el EMDR y la visión feminista en terapia que, para mí, es fundamental.

Es importante entender cómo la socialización de género influye en la forma en que hombres y mujeres construyen su mundo y enfrentan dificultades en las distintas etapas de la vida. Para los/as psicólogos/as, esto es esencial para no reforzar desigualdades. Deben ayudar a sus pacientes a reconocer las cargas o privilegios asociados a su género, comprendiendo que no son individuales, sino compartidos por su grupo. Así, pueden reinterpretar su historia con empatía, ubicando las responsabilidades donde corresponden y, en el caso de las mujeres, validando su dolor. También es crucial reconocer que las estrategias usadas en el pasado fueron necesarias para sobrevivir, pero ahora existen alternativas, siendo conscientes de cómo el género ha moldeado nuestras creencias.