Un estudio realizado en Filadelfia (Estados Unidos) sugiere que los educadores, particularmente de los cursos de primaria, deberían enseñar a sus alumnos habilidades de resolución de problemas y deberían proporcionarles oportunidades para desarrollar la capacidad de liderazgo para prevenir la agresión relacional en el futuro.
La agresión relacional incluye chismes y exclusión social para hacer daño a otros, y es la forma más habitual de agresión entre chicas.
El estudio pone a prueba la eficacia de un programa de prevención de la agresión
Un estudio reciente se ha llevado a cabo por Iniciativa de Prevención de la Violencia (Violence Prevention Initiative, VPI) en el Hospital de Niños de Filadelfia (The Children's Hospital of Philadelphia, CHOP) y afirma que enseñar habilidades de liderazgo y proporcionar oportunidades para que las niñas puedan desarrollar habilidades de liderazgo previene la agresión relacional entre éstas.
El estudio ha sido publicado en The Journal Psychology of Violence, y se ha utilizado una muestra aleatoria de niñas afro-americanas de tercer a quinto grado (niños de 8 a 11 años) para poner a prueba la efectividad del programa en la prevención de la agresión “Amigo a Amigo” (Friend to Friend, F2F).
Primer programa de prevención de la violencia que muestra su eficacia incluso un año después de haberlo realizado
El F2F es el primer y único programa de prevención de la agresión que muestra su eficacia en la disminución del comportamiento de agresividad relacional entre las niñas y que, además, continúan sus resultados positivos incluso un año después de haber acabado el programa. Este programa mejora las habilidades y el conocimiento en resolución de problemas de tipo social y provoca un descenso en los niveles de agresión relacional.
“Incluir el aprendizaje de este tipo de habilidades en el currículo de las escuelas es importante porque los chicos que acuden a ésta, especialmente en zonas marginales, tienen un serio riesgo de adquirir problemas emocionales y conductuales”, comenta el doctor Stephen Leff, director de este estudio y co-director de la Iniciativa de Prevención de la Violencia (VPI).
“Esta es la evidencia de que poseer habilidades de resolución de problemas y tener la oportunidad de desarrollar la capacidad de liderazgo aumenta la resiliencia y guía hacia un mejor futuro en cuanto a las interacciones sociales. Este enfoque positivo se infunde en los programas escolares de prevención que forman parte de nuestra Iniciativa de Prevención de la Violencia en el Hospital de Niños de Filadelfia”, añade el doctor Leff.
Un programa que tiene más de una década de antigüedad
El equipo de investigadores lleva desarrollando y redefiniendo el programa durante una década gracias a las distintas investigaciones que ha llevado a cabo en el CHOP, en asociación con las principales partes interesadas de la comunidad. “Este enfoque asociativo ha sido utilizado para desarrollar el programa F2F y para innovar las modalidades de enseñanza utilizadas en el mismo programa, como dibujos, vídeos o juegos de roles”, dice Brooke Paskewich, psicóloga y directora del VPI.
Además, ésta explica que “hacer participar a los estudiantes, profesores y padres en el diseño del programa ha ayudado a asegurar su sensibilidad cultural, su desarrollo adecuado y uso apropiado para las minorías étnicas”.
F2F que se ha utilizado en este estudio, es un programa de 20 de sesiones que se llevó a cabo durante 40 minutos por sesión. Enseñó estrategias para la resolución de problemas sociales y proporcionó oportunidades para que las niñas dirigieran las sesiones en el aula para sus compañeros. Un estudio piloto publicado en 2009 ya adelantó la eficacia del programa F2F para la disminución de la agresión relacional entre las niñas de primaria en dos escuelas norteamericanas.
El estudio actual contó con 144 niñas agresivas (agresividad relacional) de 44 aulas diferentes pertenecientes al distrito de Filadelfia. Los sujetos fueron repartidos aleatoriamente entre el grupo F2F y el grupo control para realizar la investigación.
Consejos para diseñar un programa exitoso de prevención de la agresividad en la escuela
El doctor Leff, tras analizar los resultados de su estudio, ofrece las siguientes sugerencias para el diseño y evaluación de programas exitosos de prevención de la agresión:
- Hay que definir la agresión en términos generales, es decir, como cualquier acción tomada por un niño que inflige daño físico o mental sobre otro niño.
- Los programas deben centrarse en la prevención y la intervención temprana
- Los programas deben hacer hincapié en la conducta social positiva: conductas prosociales, habilidades de gestión de la ira, y el respeto a sus compañeros y a los adultos.
- Hay que prestar atención al reconocimiento y la comprensión de los diferentes tipos de agresión: Por ejemplo, las niñas más comúnmente expresan agresión relacional y los niños son más propensos a participar en actos de agresión física.
- Es necesario ser sensible a la cultura y fomentar la colaboración entre las escuelas, las familias y los barrios.
- Los programas de prevención de agresión deben ser desarrollados de manera que respondan a las necesidades específicas y los valores de la escuela y su comunidad.
- Deben incorporar fuerte componente de investigación y deben medir los resultados. También es necesario evaluar los efectos a largo plazo.
- Más que en el aula, los programas de prevención de la agresión deben llevarse a cabo programas en ambientes naturales: por ejemplo, zonas de juego.
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