Entrevista a Beatriz García Ricondo (Crearte Coaching): cómo reinventarse a través del coaching

La coach y terapeuta nos visita para charlar acerca del impacto transformador del coaching.

Entrevista a Beatriz García Ricondo
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¿Quién soy y hacia dónde voy? Son preguntas que todos nos hacemos en algún momento de la vida, especialmente cuando lo que hacemos deja de tener sentido o comienza a pesar más de lo que inspira. Vivimos en una época en la que la insatisfacción laboral ya no se acepta como un precio inevitable por la estabilidad, y cada vez más personas sienten la necesidad de redirigir su rumbo hacia algo que les resulte auténtico, valioso, propio.

En ese cruce entre vocación, propósito y transformación personal, el coaching se presenta no como una receta mágica, sino como un espacio de escucha, claridad y acción. Un puente hacia la reinvención.

Charlando con Beatriz García Ricondo

Hoy visita Psicología y Mente Beatriz García Ricondo, una destacada terapeuta, coach profesional, formadora y directora de Crearte Coaching, reconocida escuela de formación en coaching en el ámbito hispanohablante. Con más de 15 años de experiencia, ha acompañado a más de 3.000 personas en su proceso de reinvención y certificación como coaches profesionales en diversos países. Con ella, charlaremos sobre cómo podemos reinventarnos a través del coaching.

¿Tener un buen sueldo puede llegar a compensar por el hecho de no trabajar en algo alineado con nuestros valores?

Aunque es una cuestión muy personal —pues depende, precisamente, de cuáles sean nuestros valores—, si el dinero no ocupa el primer lugar entre ellos, difícilmente puede compensar.

Afortunadamente, cada vez son más las personas que buscan sentirse autorrealizadas y dedicar su tiempo a algo que consideran significativo. Y digo afortunadamente porque, para construir una sociedad más sana, necesitamos personas más felices.

La insatisfacción es una consecuencia natural de poner nuestra energía en actividades o entornos con los que no nos sentimos en sintonía. Esa insatisfacción, aunque sea silenciosa, va dejando huella: nos sentimos más cansados, irritables, frustrados… y entramos en una espiral donde gestionar las emociones del día a día se vuelve un desafío constante.

No es fácil llegar a casa después de ocho —o más— horas dedicadas a algo que sientes ajeno a ti, y pretender estar en paz. Intentarlo día tras día genera una tensión interna que, tarde o temprano, nos pasa factura: a nosotros mismos y a quienes nos rodean.

Por eso es esencial abrir espacios de reflexión: ¿Qué es realmente importante para mí? ¿Qué valoro de verdad? ¿Qué me mueve? ¿Qué me llena de energía y propósito?

¿Como coach, qué entiendes por “identidad personal”? ¿Cómo se trabaja este concepto desde el coaching?

Cuando hablamos de identidad, es importante distinguir entre la “identidad pequeña” y la “identidad grande”, o con mayúsculas. Ambas buscan responder a la pregunta de quiénes somos, pero lo hacen desde lugares muy distintos.

La identidad pequeña se construye a partir de nuestra personalidad: comportamientos, capacidades, creencias, valores… Es decir, todo aquello con lo que nos hemos ido identificando casi sin darnos cuenta a lo largo de la vida. Sin embargo, esta visión es limitada: somos mucho más que esa suma de etiquetas y aprendizajes.

La identidad con mayúsculas nos invita a ir más allá. Nos aúpa a una perspectiva más elevada, desde la que podemos observarnos con más amabilidad y comprensión. Nos permite reconocer cómo nuestras creencias, reacciones y valores han sido moldeados —en gran medida— por la educación, las experiencias y el entorno en el que hemos crecido, y no siempre por decisiones plenamente conscientes.

El coaching nos ofrece la oportunidad de desplegar esa capacidad de autoobservación. Y en ese espacio de consciencia, lejos del piloto automático, surge la verdadera libertad: la libertad de elegir nuestras respuestas, de redefinir quiénes queremos ser y de vivir de manera más coherente con nuestra esencia.

¿Y qué significa realmente reinventarse y cómo puede ayudar el coaching en este proceso?

Reinventarse es un concepto amplio, que no necesariamente implica cambiar de profesión o empezar de cero. Reinventarse es, sobre todo, reencontrarse con uno mismo: redescubrir qué nos motiva, qué nos inspira y qué nos permite sentirnos en sintonía con quienes somos y con el mundo que habitamos.

Pero no es un acto instantáneo. La reinvención es un proceso de autodescubrimiento que nace de una decisión interna: la de construir una versión más auténtica de nosotros mismos, más alineada con nuestro propósito; la de dejar atrás esa sutil forma de agresión que supone vivir para cumplir expectativas ajenas, en lugar de honrarnos eligiéndonos a nosotros mismos.

El coaching nos ofrece una metodología poderosa para transitar este camino. Nos brinda un espacio de reflexión, herramientas para clarificar qué queremos, estrategias para superar obstáculos y un acompañamiento para comprometernos con acciones concretas que nos acerquen a la vida que realmente deseamos.

A medida que avanzamos, ganamos en altura y en profundidad: cuestionamos creencias limitantes, exploramos nuevas perspectivas y conectamos con nuestros valores esenciales. En definitiva, el coaching nos ayuda a discernir qué nos impulsa y qué nos limita, para elegir con conciencia el rumbo que queremos tomar.

¿Aprender sobre coaching ayuda a conectar con nuestros valores y prioridades, o eso es un trabajo aparte que uno debe realizar como un paso previo a formarse como coach?

Aunque no en todas las escuelas de coaching se promueve un trabajo profundo de introspección y autoconocimiento, para mí resulta impensable una formación de calidad que no incluya este proceso esencial.

No podemos —ni debemos— acompañar a otros a explorar lugares en los que nosotros mismos no hemos estado. Antes de sentarnos junto a otra persona para acompañarla a revisar y transformar aspectos de su vida, necesitamos haber hecho un recorrido honesto por nuestra propia historia.

Por eso, en Crearte Coaching diseñamos programas que proponen un verdadero viaje de autoindagación: atravesando los niveles de comportamientos, capacidades, creencias, emociones, valores, identidad e incluso la dimensión transpersonal. Así, mientras nuestros alumnos desarrollan las competencias de coaching y realizan prácticas supervisadas, también van conectando con su propia esencia.

Creo firmemente que es responsabilidad de las escuelas de coaching ofrecer formaciones de calidad, avaladas por organismos que garanticen la profesionalización de esta disciplina, y facilitadas por coaches certificados, con experiencia real y vocación de servicio.

A veces, el miedo a salir de la zona de confort impide que las personas den el paso hacia su reinvención. ¿Qué estrategias o herramientas del coaching pueden ayudar a superar este miedo?

Yo misma pasé muchos años aferrándome a la aparente seguridad de un trabajo que, aunque me proporcionaba estabilidad, no me llenaba ni me hacía sentir realizada.

Tenía muchos miedos: miedo a la incertidumbre, a equivocarme, a perder lo que había conseguido. Hoy sé que ese miedo es natural, pero también sé algo aún más importante: no quiero que decida por mí.

El coaching no elimina el miedo, porque el miedo forma parte de la vida. Sin embargo, nos enseña a avanzar a pesar de él y a tomar decisiones más alineadas con quienes somos y con la vida que deseamos construir.

Para ello, nos ofrece múltiples opciones de indagación y acción. Y aquí comparto solo algunas de ellas. Una valiosa técnica es dialogar con el miedo. Entender para qué está ahí, de qué intenta protegerte. Cuando empiezas a escucharlo, puedes encontrar formas más amables y eficaces de avanzar mientras te das a ti mismo lo que necesitas.

Otra estrategia fundamental es explorar el para qué. Cuando un objetivo importante despierta miedo, preguntarte para qué lo quieres te conecta con las motivaciones profundas que te impulsan. Al reconectar con tu propósito, el miedo pierde fuerza y las ganas de avanzar crecen.

También es muy útil exponerse gradualmente al miedo. Muchas veces imaginamos que reinventarse implica saltar al vacío, pero en realidad suele ser un camino de pasos conscientes: explorar, aprender, experimentar, recibir feedback, introducir cambios, probar, seguir avanzando…

Finalmente, el coaching también te invita a trabajar las creencias limitantes. Esas voces internas que susurran “no puedes”, “no sabes”, “no eres capaz”, “es demasiado difícil”, “¿quién eres tú para lograrlo?”. Cuestionarlas, mirarlas de frente con una actitud más amplia y compasiva, abre la puerta a nuevas posibilidades. El miedo seguirá estando ahí, pero ya no serás su prisionero. Serás el protagonista de tu propia historia.

En tu experiencia, ¿hay perfiles profesionales en los que el coaching puede integrarse de forma especialmente natural y efectiva?

Sin duda. El coaching es especialmente valioso en todas aquellas profesiones que implican acompañar el crecimiento o el desarrollo de otras personas. En ese sentido, perfiles como managers, líderes de equipos, profesionales de la educación, de la salud, terapeutas y orientadores, encuentran en las competencias de coaching un complemento natural y tremendamente poderoso para su labor.

Formarse en coaching no solo implica aprender técnicas y herramientas: implica desarrollar competencias fundamentales como la capacidad de establecer y mantener acuerdos claros, la escucha profunda, la presencia consciente, la creación de espacios de confianza y seguridad, la habilidad para facilitar aprendizajes significativos y acompañar a otros a alcanzar resultados valiosos. Son, en realidad, competencias para la vida. Y hoy en día, cada vez son más demandadas en el mundo profesional.

En Crearte Coaching entendemos el coaching como algo que trasciende lo meramente profesional. Formarse como coach —o incorporar el coaching a tu perfil— significa adquirir habilidades que fortalecen tanto tu impacto en otros como tu propio crecimiento personal.

Por ejemplo, un manager que ha desarrollado competencias de coaching será capaz de acompañar a su equipo de manera mucho más efectiva durante las evaluaciones de desempeño, enfocándose no solo en medir resultados, sino en abrir conversaciones que impulsen el desarrollo y la motivación de las personas.

Un profesor o educador, podrá no solo transmitir conocimientos, sino también acompañar a los jóvenes a descubrir sus talentos, su vocación, su propósito. En definitiva, en cualquier ámbito en el que el trabajo con personas sea esencial —y donde el éxito dependa del esfuerzo conjunto, más que del logro individual—, las competencias de coaching marcan una diferencia profunda y sostenible.

¿Cómo se puede encontrar el equilibrio entre aplicar el coaching en la profesión actual y, al mismo tiempo, abrir la puerta a un futuro en el que quizás el coaching sea la actividad principal?

Cuando te planteas embarcarte en una formación sólida en coaching, es normal que surjan dudas: ¿Será esto lo que realmente estoy buscando? ¿Seré capaz de convertirme en coach profesional algún día? Estas preguntas, si no sabemos gestionarlas, pueden acabar paralizándonos.

Y lo cierto es que conozco a muchas personas que, insatisfechas con su situación actual, no se han dado permiso para explorar caminos más alineados con quienes son en realidad. Sin embargo, la claridad rara vez llega antes de la acción. Es cuando damos el primer paso que empezamos a descubrir posibilidades que antes ni siquiera imaginábamos.

Una de esas posibilidades es precisamente esta: aplicar lo que vamos aprendiendo en coaching a nuestra profesión actual —mejorando nuestra forma de liderar, de comunicar, de acompañar a otros—, mientras nos vamos preparando, si así lo sentimos, para dar el salto hacia una nueva etapa profesional.

La vida no ofrece certezas absolutas. Y cuanto más nos aferremos a ellas, más nos cerramos a la experiencia de vivir plenamente. Solo abriéndonos al camino, escuchándonos, conociéndonos y probando, podemos tomar decisiones realmente alineadas con nuestras necesidades y deseos más auténticos.

Además, todo lo que se aprende estudiando coaching es profundamente aplicable a la vida diaria: desde liderar un equipo de forma más consciente, hasta acompañar a nuestros hijos en sus procesos de crecimiento, o mejorar la calidad de nuestras relaciones personales y profesionales.

En más de quince años formando coaches, hay una constante que se repite promoción tras promoción: cientos de personas que, más allá de dedicarse o no al coaching de manera profesional, valoran profundamente la transformación personal que han vivido.

Una transformación que va mucho más allá de lo esperado y que cambia, para siempre, su manera de relacionarse consigo mismas, con los demás y con el mundo. En la vida no se trata de tener todas las respuestas desde el principio, sino de atreverse a caminar hacia ellas.

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Psicología y Mente. (2025, mayo 2). Entrevista a Beatriz García Ricondo (Crearte Coaching): cómo reinventarse a través del coaching. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/entrevistas/entrevista-a-beatriz-garcia-ricondo-crearte-coaching

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