El tema de las relaciones tóxicas y parejas narcisistas está dando vueltas por todas las redes sociales. Es un tema muy amplio e importante, pues encontrarse en una relación tóxica o abusiva genera un malestar psicológico significativo.
Al mismo tiempo veo como la información abundante que encontramos en las redes también genera confusión. Hay cada vez más personas que refieren haber estado con un narcisista o en una relación tóxica y no siempre es así. Las etiquetas generan barreras e impiden que vemos más allá. Por ejemplo: El mismo narcisista es a veces el más propenso de titular a su pareja como narcisista o tóxico.
En este sentido, la información que comparto con este artículo se centra más en indicadores que te pueden guiar. Si en la comunicación con tu pareja muchas veces te sientes confundid@ o abrumad@ y frustrad@, tal vez te resuenan algunos de los ejemplos que comparto aquí.
La manipulación emocional no se reconoce fácilmente
Como el nombre lo dice es “manipulación”, entonces está hecho para confundir. La misma persona que manipula muchas veces no lo hace intencionalmente, sino, ha sido su forma de “salvarse” a sí misma. Se percibe en un lugar vulnerable del cual quiere salir y hace lo posible para lograrlo. Lo que implica muchas veces girar la historia a su conveniencia y no solo lo hace para convencer a la otra persona sino también a sí mismo.
Si estás dentro de una dinámica así, lo que tal vez registras es, que después de discusiones con esta persona te sientes confundid@ o incluso culpable, aunque en un principio el tema no te pareció tan grave. Tal vez empiezas a justificarte constantemente, anticipar o a dejar de hablar de algunos temas para evitar la reacción de tu pareja. Pero también puede ser que están constantemente en comunicación y llegan a acuerdos, pero luego todo se mantiene igual.
La manipulación emocional se aplica en el día a día en muchas maneras que nos resultan muy normales. Por eso también nos cuesta identificarla. Por ejemplo, los castigos en la infancia: “Si tu no haces eso, yo no te doy lo otro.” O: «Porque tú me gritaste ahora yo me siento triste.», donde se quiere cambiar la conducta del niño por medio de miedo y culpa. ¿Sabías que esto es manipulación?, ¿Qué hace este tipo de comunicación con nosotros?
¿De qué se trata entonces la manipulación?
Se podría decir que manipulador es cualquier conducta o comunicación que se realiza con la finalidad de lograr que otro sea cooperativo con nosotros. Es decir, cuando nosotros tenemos un fin u objetivo y en vez de comunicar este de manera transparente con la otra persona, la convencemos de hacer lo que necesitamos para alcanzar este fin. Ejemplos:
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“Si te portas bien te doy un helado.” – Fin: Que el niño no haga escandalo en público, que yo no quede como mala madre/padre. Las necesidades del niño que pueden generar dicho comportamiento no importan este rato. Importa que yo siento que estoy haciendo bien, lo que se refleja cuando mi hijo se porta bien.
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“Cuando te quedas hasta tan tarde en el gimnasio me haces sentirme sola.” – Fin: Que te quedas conmigo. La necesidad de la otra persona, que genera su conducta no importa.
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“Que me disculpo con las personas con las que estoy sentado en la mesa por estar chateando en mi celular, pero lo sigo haciendo”. - Fin: No ser percibida como una persona irrespetuosa, al mismo tiempo que sigo siendo irrespetuosa. Que los demás siguen esperando para poder hablar conmigo no me importa.
Entonces, consideramos manipulación, lo que no involucra a la otra persona con sus necesidades. Significa, para no ser manipulativos debemos poner mucha atención en nuestra propia comunicación, porque en algún momento, todos queremos que alguien haga algo por nosotros.
Ya he dado algunos ejemplos. Aquí, ahora cuatro formas comunes de manipulación. Tal vez reconoces alguno de ellos en alguna relación tuya.
Cuatro formas comunes de manipular
Destacan por encima de todas:
1. Castigar al otro
Esta es la manera más obvia de manipulación, sin embargo, a veces no la notamos porque casi todos crecimos con castigos en la infancia. Además, se puede castigar en diferentes maneras. Por ejemplo, con silencio o cuando descarguen su ira contigo. Alguien está molesto por otras cosas, pero te grita a ti y luego excusa su comportamiento con haber tenido un mal día.
2. Castigarse a sí mismo
Cuando la persona amenaza con hacerse daño a sí misma por tu culpa. Ésta sería la forma más extrema de autocastigo. Pero el insultarse o menospreciarse frente a otros, con el fin que se preocupan y hagan algo, también es manipulativo. Personas que usan el autocastigo en un segundo momento muchas veces te culpan por sus sentimientos: “Como no reconociste mi trabajo de hoy, yo otra vez siento que soy un inútil.” Y como no quieres que la persona va en contra de sí mismo, intentarás de prevenirlo.
3. Victimizarse
Quien se victimiza no reconoce su responsabilidad y su posibilidad de resolver una situación por sí mismo. Se lamenta de su impotencia y busca ser rescatado. Como muchas veces de verdad se siente impotente, no reconoce el lado manipulativo de esta postura. Pero es obvio, si me lamento, que pido que otra persona o instante actúe por mí.
La mayoría de las personas queremos ayudar y más aún si es la pareja. Pero pasa con frecuencia que la persona que en un primer momento se lamenta, luego te reclama por no haberle dado lo que necesita. Ej.: “Tú sabes que yo soy mala para eso, debiste haberlo arreglado por mí, así nos ayudamos. Tu solo vez a ti, no vez lo que yo necesito.”
4. El tranquilizante
Existen palabras o respuestas que funcionan como tranquilizantes. Es decir, en el momento te sientes más tranquil@ pero a la final nada cambia. Pasa el efecto de la palabra y vuelves a la realidad. Personas que “tranquilizan” te prometen que todo va estar mejor en el futuro. No pueden cambiar la circunstancia todavía, por diferentes razones, pero tienen toda la buena intención de hacerlo y en cuanto resuelven lo de ahora, lo van hacer. Luego nunca hacen nada y cuando les preguntas encuentran nuevas o las mismas explicaciones.
¿Qué se puede hacer?
El primer paso es descubrir la manipulación y nombrarla. Como mencioné antes, puede ser que la otra persona no se da cuenta y reconoce como su postura afecta a la relación. También puede ser que la niegue y que te sigue manipulando. Independientemente del resultado, es importante que pones un límite claro y una consecuencia (no castigo), lo que no es fácil.
Salir de círculos de manipulación es complejo y requiere todo un artículo aparte que espero poder compartir aquí pronto. Existen estrategias inmediatas que te ayudan, pero también se trata de asumir responsabilidad y reconocer en tú lado, que factores te llevaron a caer en este círculo.
