Manuela Zorraquin

Soy Manuela Zorraquin Psicóloga licenciada. Mi objetivo es acompañarte en tu camino hacia el bienestar emocional y psicológico. Mi enfoque terapéutico se centra en terapia cognitivo-conductual adaptado a tus necesidades individuales y con un enfoque empático y brindo apoyo para la reducción de problemas,incluyendo ansiedad, depresión, estrés, problemas de relación y mucho más. Mi prioridad es crear un espacio seguro y acogedor donde puedas sentirte cómodo explorando tus pensamientos y emociones. Tenemos una experiencia terapéutica única, combinando conexión natural y comodidad. Mis sesiones al aire libre se desarrollan en entornos verdes y tranquilos, ideales para relajarse y avanzar en un ambiente más libre. También realizo sesiones en movimiento, eligiendo juntos un lugar que inspire una conversación fluida y natural. Para quienes buscan la comodidad del hogar, ofrezco terapia virtual, garantizando cercanía y apoyo en cualquier lugar.

Como Psicóloga , poseo una amplia gama de competencias y habilidades esenciales para proporcionar un apoyo efectivo y ético a mis pacientes. Algunas de las competencias clave incluyen: Competencias Técnicas 1. Evaluación Psicológica. 2. Intervención terapéutica. 3. Diagnóstico Clínico. 4. Desarrollo de Planes de tratamiento.

Como terapeuta, prefiero la terapia al aire libre por sus beneficios únicos en la salud mental y emocional de mis pacientes. Al realizar las sesiones en entornos naturales, aprovecho el poder sanador de la naturaleza, que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Estar al aire libre estimula la serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”, mejorando naturalmente el estado de ánimo y facilitando una introspección profunda. Este enfoque permite una conexión más genuina con el presente. El entorno natural invita a pausar, respirar y enfocarse en el “aquí y ahora”, lo cual potencia la atención plena. Esto, a su vez, enseña a mis pacientes a manejar sus emociones de manera más consciente, algo que considero clave en el proceso terapéutico. Además, he observado que el entorno natural ofrece una libertad que a veces falta en los espacios cerrados. Esta libertad facilita la apertura emocional, haciendo que las sesiones fluyan de forma auténtica y significativa. Por estas razones, la terapia al aire libre no solo beneficia la mente, sino también el cuerpo y el alma, generando un bienestar integral que perdura.