Rocío Barreras Elosua Elosúa

Para mí, el proceso terapéutico se basa en generar una relación de empatía entre el paciente y el terapeuta que permita a la persona contactar con sus luces y sus sombras. En mi opinión, una de las bases del proceso es abrirse a la experiencia subjetiva del paciente, respetando siempre su vivencia y su su sentir. Para ello es imprescindible una actitud de no juicio, abriéndonos siempre a la experiencia de la persona. De este modo, será el propio paciente el que marque la dirección y el ritmo al que necesita ir.

La Terapia Focalizada en la Emoción se encuentra dentro del marco humanista y considera las experiencias emocionales de la personas como pilares sobre los que se sostiene el proceso terapéutico. Según este modelo, la salud radica en la integración de la emoción y la razón, lo cual se logra mediante el procesamiento profundo de las experiencias emocionales. Este procesamiento se fundamenta en la toma de conciencia sobre lo que sentimos, así como ponerlo en palabras y reflexionar sobre ello., con el fin de extraer el mensaje que nuestras emociones intentar transmitirnos. Al activar la experiencia emocional se abre la puerta a explorar la vivencia del pasado y, mediante la atención y la reflexión podemos ir transformando nuestras heridas. Por otro lado, hago EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento a través de Movimientos Oculares), es una terapia integradora que se utiliza para desensibilizar y reprocesar cualquier evento de base traumática a través de la estimulación bilateral, ya sea auditiva, táctil o visual.

Yo creo que mis aptitudes como terapeuta son la empatía, la escucha, la autenticidad, la aceptación incondicional del paciente.