Anabel Gispert Prieto

Soy Psicóloga, ¿mi vocación?: los niños; por eso me especialicé en Análisis Aplicado de Conducta, una metodología que nos proporciona las herramientas para la enseñanza y la intervención con niños y adolescentes que presenten dificultades de aprendizaje asociadas o no a algún trastorno del neurodesarrollo. He trabajado profundizando en la enseñanza de conducta verbal y otras habilidades relacionadas con el lenguaje, la interacción social y habilidades cognitivas complejas. Asimismo, y como siempre he considerado de vital importancia el apoyo y el trabajo con los padres y familiares de los niños que precisan de esta enseñanza, he desarrollado diversos programas informativos y de apoyo a las familias, pues son un pilar importante para conseguir alcanzar los objetivos. Tengo mucho que agradecer a grandes profesionales que estuvieron en mis comienzos y que siguen ahí en la actualidad, dedicando grandes esfuerzos en el desarrollo de la Enseñanza Eficaz. Soy Psicóloga, pero sobre todo soy madre, y sé que muy por encima de una excelente formación está el cariño y el amor con el que somos capaces de enseñar.

Tengo más de diez años de experiencia como terapeuta desarrollando e implementando programas de enseñanza eficaces con el objetivo de promover el aprendizaje y el desarrollo del lenguaje en niños con TEA, TEL, TDAH, Trastornos y dificultades del aprendizaje, de la conducta y retrasos madurativos. Los programas terapéuticos están basados en objetivos concretos que parten de una exhaustiva evaluación de las habilidades y competencias que presenta el niño/a en todas las áreas del desarrollo, haciendo especial hincapié en las habilidades a nivel de comunicación. Tras la evaluación se diseña un programa terapéutico individualizado que desarrolla cada uno de los objetivos detectados para favorecer el aprendizaje de habilidades complejas, dividiendo cada tarea en pequeños pasos que facilitan el aprendizaje. Gracias a este procedimiento, los niños/as avanzan a través de pequeños éxitos, que hacen que su predisposición hacia la terapia sea positiva y que las conductas negativas o de oposición se reduzcan. El trabajo en equipo (familia y profesionales) es crucial para favorecer el mantenimiento y la generalización de los aprendizajes adquiridos en el contexto de terapia.

Creo que lo que más me caracteriza es mi vocación para trabajar con niños y disfrutar junto a ellos de sus avances y logros. Como de decía Maria Montessori: "Una prueba de lo acertado de la intervención educativa es la felicidad del niño"