Cada vez escuchamos más y más personas a nuestro alrededor comentando acerca de relaciones de pareja o relaciones afectivo amorosas que son tóxicas. Pareciera que tenemos el radar activado para detectar parejas con dichas conductas. Pero, ¿qué ocurre con los amigos tóxicos? No nos podemos olvidar que en las relaciones de amistad también existe la toxicidad y genera miedo, ansiedad y ciertas inseguridades que nos cuesta mucho detectar.
Los amigos, igual que la pareja, se eligen. Cada uno tiene la libertad de escoger a quien quiere conocer más, con quien desea quedarse y con quien se siente lo suficientemente cómodo para sincerarse acerca de sus emociones y sentimientos más profundos. Esta es la base de una buena amistad. Tener personas con las que realmente puedas ser vulnerable y mostrar tu parte más frágil sin sentirte juzgado o criticado. Es importante tener amigos con los que puedas confiar y sepas que no utilizaran tus heridas ni para manipularte ni para hacerte daño.
No obstante, puede que tengamos cerca algún amigo con quien no nos sentimos así. De hecho, resulta ser una persona que cada vez que tratamos de explicar algo ni nos escucha, nos corta las frases y prefiere hablar de sí mismo, nos juzga de inmediato, nos impone lo que debemos de hacer, y por último, cada vez que necesita un apoyo nos llama pero cuando nosotros precisamos ayuda casualmente no se encuentra disponible.
Si te has sentido identificado hasta ahora, sigue leyendo para descubrir los tipos de amigos tóxicos que existen y por supuesto, que hacer cuando detectamos que estamos envueltos en estas amistades. Puede que te sorprendan muchas conductas que permitimos solo porque son nuestros “amigos” y lo mucho que nos cuesta detectar y posteriormente salir de estas relaciones.
Tipos de amigos tóxicos
En cualquiera de los casos que expondremos a continuación, estamos hablando sobre relaciones de amistad tóxicas. Es importante identificar si alguno de ellos coincide con alguien de tu círculo cercano para así poder cambiar la situación con esta persona. Al fin y al cabo, mantener una amistad con toxicidad sólo acarrea conflictos, baja autoestima y en algunos casos, dependencia emocional.
1. Amigo “cubo de basura”
El nombre le hace justicia ya que hace referencia a esas personas que creen que eres ese cubo donde ellos pueden lanzar todo lo que les apetece cuando están mal. Seguro que te ha pasado que un amigo te llame a cualquier hora para desahogarse y tú tomas el papel de psicólogo de forma bondadosa puesto que lo haces desde la amistad. Sabes que hay que estar para los amigos, por tanto cuando llama, le contestas y puedes estar mucho tiempo hablando con esta persona. El problema aparece cuando te empiezas a dar cuenta que esto no es recíproco. Es decir, si algún día eres tú quien está mal, ni te escucha y muchas veces, ni te contesta las llamadas ni los mensajes.
Al fin y al cabo, te demuestra que no le importa lo que te ocurra a ti, simplemente le importa lo que le pase a él mismo. Tal es el egoísmo de este tipo de amistad que si algún día te llaman y realmente no puedes atenderlos, o simplemente, no quieres, se ofenden, te hacen daño con sus palabras haciéndote sentir culpable y probablemente comiencen a hablar mal sobre ti a tus espaldas. Pretenden que tú estés disponible al 100% siempre que ellos necesiten desahogarse, pero cuando los roles se invierten, no está para ti.
- Artículo relacionado: "¿Qué es la conducta prosocial y cómo se desarrolla?"
2. Amigo “verborreico”
La típica persona que solo habla de ella misma y nunca te escucha. Sólo habla de él o ella y no escucha jamás. No puede evitarlo, y desgasta mucho a las personas de su alrededor.
Son personas que normalmente nos referimos como narcisistas. Realmente no se dan cuenta ya que desde su punto de vista, simplemente hablan y dan conversación. No son conscientes de que todo lo que piensan y comentan es sobre si mismos. Puede que sea un amigo que cuando lo necesitas, está, pero el precio a pagar es que comience a hablar sobre sus cosas y no paré hasta que cese la quedada. Como comentamos, son personas que chupan la energía y desgastan emocionalmente, por tanto, los expertos en psicología recomiendan reflexionar acerca de si nos compensa su amistad o si por lo contrario, supone un cansancio demasiado grande que nos genera ansiedad o cualquier síntoma que indique que nuestra salud mental se está viendo perjudicada.
- Quizás te interese: "6 pautas para aprender a decir 'no'"
3. Amigo “por interés”
Tal y como dice el nombre, son aquellos amigos que se acercan a ti porque tienes algo que les interesa. Te hacen sentir que te admiran y que quieren ayudarte en lo que puedan, y lo que quieren realmente es quedarse con todo aquello que te pertenece a ti. Es bastante difícil de detectar pero por ejemplo, en grupos grandes, suele ocurrir que entra alguien nuevo que intenta con todas sus fuerzas expulsar a otra persona del grupo, para quedarse con su lugar.
Qué hacer una vez detecte a un amigo tóxico
Detectar las actitudes tóxicas de los demás o incluso de nosotros mismos resulta una tarea sumamente complicada. No obstante, es de suma importancia realizar este ejercicio para así conseguir relacionarnos con nosotros mismos y con los que nos rodean de la manera más sana posible. Hay claves para mantener relaciones estables que nos aporten cualidades positivas durante toda la vida y definitivamente, estas no son compatibles con las relaciones tóxicas. Por tanto, ¿que debo hacer para salir de una relación de amistad tóxica?
1. Tomar distancia cuanto antes
Debes alejarte de las personas que has identificado como tóxicas de todas las formas posibles, es decir, tener cero contacto. Es necesario tomar medidas extremas, por tanto, si hace falta bloquearlos, cambiar de ambientes, de actividades, cualquier cosa para no volver a cruzar palabras con esa persona. Ten en cuenta que es un proceso largo y complicado, y por ello, si alguna vez te encuentras a esta persona por la calle, es normal sentir inquietud, nerviosismo. Al fin y al cabo, el cuerpo y el cerebro detecta un peligro, y quiere huir.
2. Aprende de la situación
Los psicólogos afirman que tras vivir una experiencia como esta, es de suma importancia aprender para evitar que en un futuro vuelva a ocurrir. Es habitual que te sientas triste, decepcionado o incluso enfadado por la situación, por ello, debes intentar sanar de la mejor forma posible. Si esto supone pedir ayuda psicológica, te invitamos a hacerlo. Además, tras cortar la relación con este tipo de personas debemos ocuparnos en reconstruir nuestra dignidad y autoestima, que probablemente hayan quedado dañadas.
Lo más importante es que recuerdes que una verdadera amistad se basa en el equilibrio y la reciprocidad. Si esto no te sucede con esa persona y de hecho, sientes que estás dando mucho más de lo que recibes, no te confundas y no lo llames amistad. En suma, una relación de amistad no te hace sentir mal ni atenta contra tu bienestar personal. Aprende a identificar ciertos comportamientos y actitudes para no caer en toxicidades y así puedas evitar terminar pagando precios cada vez más elevados.