Muchas veces se habla de las emociones como si se tratase de elementos psicológicos totalmente ajenos a nuestro control; sucesos que nos influyen unilateralmente, pero que no pueden verse afectados por nuestras decisiones.
Así, asumimos que las emociones son algo similar a los fenómenos meteorológicos: están ahí y no podríamos concebir la vida sin ellos, pero a la vez ante su existencia tan solo podemos adoptar un rol pasivo.
Sin embargo, esto es un error. Es cierto que no podemos manejar a nuestra voluntad todo aquello que nos hace sentir emocionalmente, y tampoco somos capaces de suprimir totalmente emociones, como si nunca se hubiesen dado. Sin embargo, tenemos un significativo margen de maniobra tanto en lo que respecta a su manera de aparecer en nuestras mentes, y también en lo relativo a qué nos llevan a hacer y a sentir. Por ello, es importante cobrar conciencia de hasta qué punto importa desarrollar y perfeccionar esta clase de habilidades de gestión emocional.
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¿Cuál es la importancia de potenciar la gestión emocional en uno mismo?
Estos son los aspectos del día a día en los que haber desarrollado buenas habilidades de gestión emocional marca la diferencia.
1. Nos ayuda a evitar conflictos innecesarios
Con la capacidad de gestionar bien nuestro lado emocional, llega también la pericia detectando las situaciones en las que si no vamos con cuidado podemos terminar enzarzándonos en una lucha de egos que tan solo nos hará perder y que no lleva a nada.
2. Nos predispone a no desviarnos de nuestros proyectos
Saber gestionar bien nuestras emociones implica no ceder a los impulsos fácilmente, con lo cual es más probable que se nos dé bien priorizar las metas a largo plazo ante aquellas menos importantes pero que suponen una tentación a corto plazo.
3. Hace posible transformar la frustración en cambios de estrategias
Muchas personas se frustran y simplemente tiran la toalla, adoptando una perspectiva pesimista acerca de lo que uno puede hacer. Sin embargo, si logramos gestionar bien las emociones, esos sentimientos de frustración o incluso decepción y tristeza pueden ser motores de auto-superación, aprovechándolos para adoptar otra perspectiva desde la que seguir avanzando a través de estrategias y prioridades diferentes.
4. Hace que las relaciones sean más fluidas
Una buena gestión de las emociones se plasma también en nuestra manera de relacionarnos co los demás en el día a día, y sobre todo, en nuestro lenguaje no verbal. Nos vuelve más espontáneos, dado que no sentimos que tenemos que adoptar estrategias “artificiales” para dar una imagen que pueda llevarnos a ser aceptados.
5. Nos ayuda a comprender a los demás
No todo tiene que ver con la introspección centrada en uno mismo; la gestión de las emociones también nos lo pone más fácil para reconocer estados emocionales en los demás y actuar en consecuencia, lo cual hace posible tanto empatizar más y mejor como llegar a nuevos puntos de encuentro.
6. Hace posible la auto-motivación
Sin capacidad de gestión de las emociones, no existe posibilidad de motivarse a uno mismo. Y esto último es clave, sobre todo en el inicio de un proceso en el que queremos adoptar un nuevo hábito o estamos encarando un nuevo proyecto.
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7. Permite desarrollar dotes de liderazgo
Todas la aptitudes que hemos visto anteriormente tienen que ver, en mayor o menor medida, con las habilidades de liderazgo. Cabe tener en cuenta que estas no importan solo si en nuestro trabajo tenemos un cargo asociado a la supervisión de equipos: podemos ser líderes en muchos otros contextos informales: el deporte, la comunicación, las dinámicas familiares, etc.
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Si te interesa conectar mejor con tu lado más emocional, te puede interesar el programa de formación “Escuela de Emociones”, desarrollado por Escuela Europea de Coaching. Con una modalidad a distancia basada en el uso del aula síncrona, con emisión en directo, ofrece la posibilidad de acceder a 15 conferencias online (una a la semana) y de participar en ejercicios prácticos, todo ello contando con apoyo técnico constante.
Escuela de Emociones propone a todo tipo de perfiles descubrir el poder de nuestro mundo emocional pues es aún una asignatura pendiente para muchos de nosotros. Potenciar las habilidades de gestión emocional es my importante, ya que repercute positivamente tanto en nuestra autonomía y capacidad de alcanzar la felicidad, como en nuestras relaciones personales.
Así, este programa tiene como propósito facilitar que los asistentes desarrollen las herramientas psicológicas necesarias para saber reconocer y modular las emociones teniendo en cuenta el contexto y sus objetivos personales o grupales en los diferentes ámbitos de la vida, incluyendo lo privado y lo profesional. Su fecha de inicio es el día 5 de marzo de 2021; para saber más, accede a la web de Escuela Europea de Coaching.
Referencias bibliográficas:
- Cornelius, R. (1996). The science of emotion. New Jersey: Prentice Hall.
- Goleman, D. (1998). Working with Emotional Intelligence. Nueva York: Bantam Books.
- Roberts, R. (2003). Emotions: An Essay in Aid of Moral Psychology. Cambridge: Cambridge University Press.
- Salmurri, F. (2015). Razón y emoción: recursos para aprender y enseñar a pensar. Barcelona: RBA
- Vallès, A., y Vallès, C. (2000): Inteligencia emocional: Aplicaciones educativas. Madrid, Editorial EOS.
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