¿Te has parado a pensar cuántas veces te has sorprendido a ti misma o a ti mismo diciéndote “no soy lo suficientemente buena/o para conseguir ese trabajo” o, “no valgo para practicar este deporte” o, “nunca conseguiré salir con el chico o la chica que me gusta”?
Las creencias limitantes son pensamientos arraigados, con raíces muy profundas, que nos dicen que no podemos alcanzar nuestros sueños o que debemos conformarnos con menos, y que influyen tanto en nuestras acciones como en la percepción que los demás tienen sobre nosotros. Son esas grandes cadenas invisibles que nos bloquean y que representan un gran obstáculo a la hora de construir la vida que realmente deseamos.
Las creencias limitantes condicionan por competo nuestras vidas, pero no somos conscientes de que las tenemos, porque para nosotros no son creencias, sino realidades inamovibles. Son pensamientos asociados a ideas que tomamos como ciertas, pero que no son más que realidades que nosotros mismos hemos construido.
El origen de las creencias limitantes
Las creencias limitantes suelen tener su origen en nuestras propias experiencias. Tal vez una mala experiencia en el pasado nos haya llevado a pensar que no somos capaces de afrontar ciertos desafíos. Además, lo que nos han dicho otras personas, especialmente aquellas figuras de autoridad para nosotros, en momentos de nuestra infancia o adolescencia (padres, profesores, amigos) influyen en nuestra percepción sobre nosotros mismos.
También los patrones sociales y lo que se supone que “debe ser", juegan un papel crucial en la formación de nuestras creencias.
Todas estas ideas se enquistan en nuestra mente y permanecen con nosotros a lo largo del tiempo, afectando en nuestras decisiones, en nuestras acciones y en nuestro autoconcepto.
¿Qué beneficios nos aportan las creencias limitantes?
Es interesante preguntarse qué es lo que hace que permitamos que estas creencias limitantes permanezcan en nosotros en el tiempo, cuando es algo que nos impide avanzar hacia la vida que soñamos. Parece que no tiene sentido que pensemos que convivir con nuestras creencias limitantes tiene un beneficio, pero nuestra tendencia humana, por pura supervivencia, es quedarnos en nuestra zona de confort.
El beneficio que aporta es el de no tener que esforzarnos, el de no tener que reinventarnos para evitar el riesgo y la incertidumbre que esto conlleva. También el beneficio puede ser el de generar lástima en los demás, para sentirnos apoyados, aunque sea de una manera poco saludable. Sin embargo, es fundamental reconocer que estos beneficios son efímeros y, a largo plazo, nos impiden alcanzar nuestro verdadero potencial.
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¿Cómo romper las cadenas de las creencias limitantes?
Superar las creencias limitantes no es una tarea sencilla, porque requiere de un cambio de percepción sobre nuestra propia realidad, pero es posible.
El primer paso es confiar en uno mismo y reconocer que nuestras capacidades son mucho más amplias de lo que creemos. Traspasar nuestros propios límites requiere coraje y determinación, pero el truco está en alimentar nuestro verdadero potencial y no dejar que nuestros miedos nos invadan. Aunque nuestra mente puede ser más fuerte que nosotros mismos, es esencial recordar que tenemos el poder de cambiar nuestra narrativa interna. Tenemos el poder de decidir quién queremos ser y actuar en consecuencia, de dejar de alimentar nuestros miedos y creencias limitantes para empezar a alimentar nuestro gran potencial, la confianza en nuestras capacidades.
De esta manera es como empezarán a brotar creencias antídoto, nuevas creencias impulsoras que sustituirán lo que yo creía una realidad percibida que me limitaba, por una nueva realidad percibida que me impulsa.
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Creencias limitantes y coaching transpersonal
Uno de los principales objetivos del coaching transpersonal, es sacar el máximo potencial de los coachees. Las creencias limitantes son su principal obstáculo para sacar ese potencial y construir la vida que desean, o conseguir su objetivo de proceso.
El coaching transpersonal trabaja con herramientas que nos permiten llegar a las capas más profundas del subconsciente, donde el coachee va a encontrar respuestas para cambiar la percepción de su realidad y sustituir sus creencias limitantes por creencias potenciadoras.
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