Bienvenidos a esta profunda conversación con Lara, una experta en psicología y autora del libro. Hoy nos adentraremos en un tema complejo y emocionalmente cargado: la adicción emocional a una persona. Lara nos guiará a través de la intricada dinámica de estas relaciones tóxicas, cómo se manifiestan y cómo afectan la salud mental y el bienestar general.
Cuando una persona se convierte en una adicción
La adicción emocional no se trata simplemente de una dependencia afectiva; es una lucha interna donde la necesidad de aprobación y el miedo al abandono crean un ciclo destructivo. Lara desglosará cómo estas adicciones pueden tomar forma, diferenciándolas de relaciones saludables y ofreciendo estrategias para superarlas.
¿Qué es la adicción emocional y cómo se diferencia de una relación emocionalmente sana?
La adicción emocional es un estado mental y afectivo que se caracteriza por sentir algo muy parecido a una obsesión. El cerebro de una persona adicta a sustancias como el alcohol y las drogas actúa de una forma muy parecida al cerebro de una persona adicta emocional. Esto es así por el circuito de recompensa del cerebro. Somos tan adictos a esa sustancia que creemos que la necesitamos y acabamos enganchados sin saber cómo salir de ahí.
Ser adicto emocional no es cuestión de género. Aun así, normalmente es más común en mujeres por nuestro cableado cerebral. 7 de cada 10 mujeres han tenido una relación tóxica, yo lo veo muchísimo en terapia. Es por eso que en mi libro Adicta a un gilipollas me dirijo a mujeres.
Hay una forma muy sencilla de saber si estamos en una relación sana o no. Yo lo llamo el termómetro emocional. Debes preguntarte: ¿tu relación de pareja te hace sentir bien o te hace sentir mal? Cuando somos adictas a algo no somos felices, nos sentimos solas, inestables, tristes y deprimidas.
Lo mismo sucede cuando estamos enganchadas a una relación tóxica. Nos anulamos como personas y anulamos nuestras necesidades. Aunque sepamos que esa persona no nos hace bien seguimos cayendo en el mismo ciclo tóxico una y otra vez. Si te sientes mal en tu relación de pareja seguramente es porque hay cosas que revisar en la relación o hay cosas que cambiar.
Además, las relaciones tóxicas se caracterizan por la manipulación emocional, muchas veces la otra persona te hace técnicas de manipulación como la luz de gas (te hace creer que estás loca), el benching (dejarte en el banquillo) o el ghosting (desaparecer a lo fantasma).
Cuando vives una relación emocionalmente inestable cada día estás más aislada de tu entorno, sientes que te alejas de tus amigos y familiares y que no eres tú misma. Normalmente las adictas emocionales sienten que la persona a la que están enganchada es la persona de su vida, es lo más importante, idealizan la relación y suelen creer en mitos del amor romántico de pareja. Frases como “sin mi pareja no soy nada” o “yo lo hago todo por amor”, suelen formar parte de sus creencias.
Una adicta emocional no controla sus decisiones, le aterra estar sola y sin pareja, es emocional y no ve las cosas como son. Este tipo de relaciones tóxicas a las que pertenecen las adictas emocionales suelen estar rodeadas de celos, infidelidades, inseguridades y maltrato emocional…
Por otro lado, en una relación sana te sientes feliz, alegre y equilibrada, ganáis los dos. Eres racional, ves la realidad como es. No hay manipulación, ni hay idealización, la pareja no es el centro de tu vida. También quedas con tus amigos, familiares, seres queridos. Ves más allá.
En una relación sana tiene que haber comunicación, respeto y un compromiso real. Una relación sana no duele, no te controla, no te hace sentir mal ni te anula como persona. En definitiva, eres tú misma, y te sientes querida. Cada uno asume sus errores y hay un equilibrio emocional donde te sientes segura.
¿Cuáles son los signos más comunes de que alguien es emocionalmente adicto a otra persona?
Uno de los signos más comunes es la obsesión extrema. Para esa persona solo existe su droga, es decir, su pareja o ligue al que es adicto. Son personas que suelen necesitar constantemente aprobación. Buscan desesperadamente a esa persona, la llaman, la escriben, piensan constantemente en ella, y si esa persona no les hace caso, se hunden.
Necesitan recibir elogios y afirmaciones constantes para mantener su autoestima. Buscan continuamente la validación de su pareja para sentirse aceptadas. Por otro lado, otro de los signos es el miedo al abandono. Suelen ser personas con traumas de otras relaciones. Han sufrido mucho en el amor, puede que hayan sufrido infidelidades, rupturas muy dolorosas o tengan traumas de la infancia sin solucionar. Por ejemplo, hay personas que tienen un apego ansioso desde la infancia, por el tipo de progenitores que han tenido, y repiten estos patrones en sus relaciones.
Alguien emocionalmente adicto prioriza las necesidades y deseos de su pareja o lige frente a los suyos propios. Pueden descuidar su propia autoestima, su bienestar físico y emocional para mantener la relación por encima de todo.
Por supuesto, uno de los signos más notables es la dificultad para estar solos. Los adictos al amor, sienten una necesidad muy fuerte de estar con alguien. No dejan mucho tiempo entre una relación y otra y, por lo tanto, no suelen recuperarse bien de una ruptura y de las etapas del duelo.
Los adictos idealizan a la pareja por encima de todo, su autoestima y amor propio depende del estado de la relación. Además, minimizan los comportamientos abusivos o negativos de su pareja y relacionan el maltrato emocional, o los celos como una expresión de amor o preocupación.
Aunque el adicto se haya dado cuenta de que está en una relación tóxica una de las características más destacables es que se siente prácticamente incapaz de romper la relación. Puede quedarse en una relación por miedo a no volver a encontrar a nadie más o a quedarse solo, y esto es muy peligroso.
¿Qué factores pueden contribuir al desarrollo de una adicción emocional en una relación?
Como hemos comentado anteriormente uno de los factores que más contribuye a la adicción emocional son las relaciones pasadas. Por ejemplo, relaciones familiares disfuncionales. Haber crecido en un ambiente familiar con problemas y dificultades emocionales puede tener un gran impacto en nuestra vida. Además, las experiencias traumáticas de abandono, abusos en la infancia pueden llevar al miedo intenso al abandono en las relaciones adultas.
No haber tenido modelos de relaciones estables y sanas puede hacer que una persona no reconozca o no sepa cómo estar en una relación equilibrada y saludable. Las inseguridades y miedos personales a la soledad y al abandono nos ciegan muchas veces y hacen que creamos que caigamos en relaciones tóxicas que solo nos hacen mal.
Otro de los factores que me gustaría recalcar es la falta de educación emocional. Los ideales de amor romántico de las películas de Disney en los que hemos crecido, no ayudan. Poco a poco estamos eliminando esa idea colectiva, pero queda mucho por hacer. Las películas han hecho mucho daño, el amor romántico y perfecto no existe, las relaciones sanas se construyen, se luchan y se trabajan.
¿Cómo puede la adicción emocional afectar la salud mental y el bienestar general de una persona?
Una relación tóxica te convierte en un cadáver emocional. Vives en un pozo de tristeza, donde la anulación personal y la obsesión son las protagonistas. Esta adicción puede generar estrés crónico o incluso depresión. Es un estado enfermizo donde sufres mucho, no solo mental, sino también físicamente. Conozco a personas que han dejado de cuidarse, de comer, de preocuparse por su salud física y mental.
Al final es un estado de desesperación y angustia constante. No es sano, y mentalmente puede destrozarte. Las adictas emocionales suelen tener sentimientos de desesperanza, lo que hace que anímicamente se sientan muy mal, y pueden ir empeorando con el tiempo.
A su vez, el estrés emocional puede manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza, dificultad para dormir bien, problemas gastrointestinales, trastornos… Lo importante es aprender a identificar la adicción emocional y pedir ayuda si vemos que ha llegado demasiado lejos. Salir de una relación tóxica no es imposible, lo cuento en mi libro Adicta a un gilipollas, mucha gente que viene a terapia lo ha conseguido. Yo siempre lo digo, si tienes que pedir ayuda, pídela. No podemos hacer todo solos, y no pasa nada.
¿Qué impacto puede tener la adicción emocional en la dinámica de una relación?
Si uno de los miembros de la pareja tiene adicción emocional, normalmente experimentará un tipo de apego ansioso con el otro, esto se traduce en una baja autoestima, inseguridades y traumas del pasado que podrán provocar que la otra persona se sienta abrumada.
Por ejemplo, un perfil de adicta muy común y del que hablo en mi libro es “la asfixiante”. Este tipo de adicta siempre necesitará la atención constante de su pareja, se sentirá herido si no es su centro de atención, y que su pareja interactúe o tenga muestras de afecto con otras personas también le generará muchas inseguridades. La pareja de una adicta emocional no está 100% libre de culpa.
Si sigue permitiendo esta actitud adicta por parte de su pareja, es porque en el fondo, él siente un tipo de apego con el que se siente bien en una situación así. Le gusta sentir que su pareja le necesita y que él es el centro de su mundo, por tanto, en una relación en la que existe una adicción emocional, las dos partes suelen ser, de algún modo, adictas a ciertas emociones.
Si tu pareja no es un tóxico, probablemente se termine cansando de estos comportamientos asfixiantes, pero si lo es, estará tan enganchado como tú. En general, las adictas emocionales suelen engancharse a relaciones tóxicas, y esta adicción emocional las acaba destruyendo a sí mismas y a la pareja. Por eso es tan importante reconocer esta adicción y saber cómo actuar lo antes posible.
¿Qué estrategias o principios terapéuticos recomiendas para ayudar a alguien a superar una adicción emocional?
Lo primero de todo es reconocer que eres una adicta emocional, y después acudir a un psicólogo si lo necesitas. En mi libro "Adicta a un gilipollas" muestro un método de desintoxicación para salir de una adicción emocional tóxica. Lo primero que recomiendo es una ruptura completa. Si estás dentro de una relación tóxica y eres una adicta emocional hay que cortar de raíz. Decir adiós a la manipulación, al dolor y a todo lo que hace sufrir. Después lo que recomiendo es crear una red de apoyo, a la que yo llamo: “los ángeles de la ruptura”. Estas son personas, normalmente amigas del alma que te puedan ayudar a superarlo.
Algo que creo que es muy necesario para salir de la adicción es el consumo cero. Es importante no consumir a la expareja, sobre todo cuando hablamos de relaciones tóxicas. El término consumo cero va más allá del contacto cero. No debemos consumir sus fotos, sus redes sociales, etc… Si seguimos consumiendo a esa persona será mucho más complicado superar la ruptura.
Creo que lo más importante para salir de una relación tóxica también es centrarse en uno mismo. El autocuidado y la autoestima siempre deben estar presentes. Al principio será muy difícil, porque es un ejercicio al que dedicarle mucho tiempo. Pero poco a poco se puede conseguir. Ejercicios de autocuidado:
- Buscar tiempo a solas para hacer algo que te guste: dedicar tiempo de tu día a leer, ver la televisión, darte un baño caliente.
- Pasar tiempo con tus amigos y seres queridos. No hay terapia más buena que estar con las personas que quieres
- Diario de logros y afirmaciones positivas: apuntar en una hoja o diario cosas que queremos lograr y los objetivos que tenemos a corto y largo plazo. Podemos ir apuntando todo aquello que vamos consiguiendo, además de afirmaciones positivas para animarnos.
- Carta a mi yo futuro: Puedes crear una carta a tu yo futuro dentro de 5 años. ¿Qué le dirías a esa persona? ¿Qué has aprendido de tus relaciones? ¿Qué cosas nunca vas a permitir en una relación? Todo esto te puede ayudar a superar una adicción emocional y a nunca más repetir esos patrones tóxicos en las relaciones.
¿Cómo pueden las personas identificar y establecer límites saludables para evitar desarrollar una adicción emocional?
Lo principal para saber identificar una adicción emocional es preguntarnos si nuestro comportamiento (si somos nosotras los adictas) o el comportamiento de nuestra pareja es normal. Si nuestra pareja tiene una actitud que nos perjudica o nos hace sentir ansiedad o incluso, nos hace sentirnos culpables por no haber hecho lo que quería o necesitaba, esa es una clara señal de que algo no va como debería. Si nuestra pareja se enfada porque reclama su atención (reclama su dosis), a pesar de que nuestro comportamiento con ella es normal y sano, esa debería ser una alarma.
Establecer límites saludables es la mejor manera de abordar una situación así de la forma más sana posible. Hablar honestamente con nuestra pareja sobre cómo nos sentimos es fundamental para dejar claro lo que queremos o no queremos en nuestra relación, ya que esa conducta adictiva no es sana para ninguno de los dos. Si sentimos que nosotras somos las adictas, probablemente nos ayude mucho tener a un amigo de confianza al cual poder confiarle nuestros impulsos. Esto nos dará una perspectiva diferente de la situación y nos ayudará a saber identificar cuándo estamos comportándonos de forma ansiosa a causa de esa adicción emocional que sufrimos.
También podemos sentir esta adicción emocional si estamos solteros, en ese caso, es posible que nos demos cuenta de ello cuando nos enamoremos de un día para otro, cuando conozcamos a alguien que en el fondo sabemos que no es bueno para nosotras o que no nos corresponde, cuando pensamos que es mejor estar con alguien, aunque ese alguien sea tóxico, porque es mejor eso que estar solas.
Todo eso son señales de que sufrimos una adicción emocional muy poco saludable para nosotras mismas y nuestras relaciones sentimentales. No permitas nunca comportamientos tóxicos o técnicas de manipulación emocional. Mereces un amor sano y una relación de pareja donde el respeto, la confianza y la comunicación sean los pilares fundamentales ¡Di adiós a las relaciones tóxicas!
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