Karina Riquelme Pino

Cuando la ansiedad, el cansancio emocional o las viejas heridas empiezan a ocupar demasiado espacio, pedir apoyo puede abrir un camino real de coherencia y alivio. Acompaño a adultos y jóvenes que transitan ansiedad, depresión, duelos, crisis vitales y las huellas del trauma. Trabajo desde un enfoque integrativo basado en trauma, uniendo regulación emocional, mindfulness, trabajo con partes internas, EMDR y una comprensión profunda de los procesos corporales y espirituales que sostienen la transformación. Quienes trabajan conmigo suelen describir un espacio seguro, claro y respetuoso, donde es posible explorar con calma, abrir memorias emocionales y avanzar a un ritmo que honra la historia de cada persona. Mi estilo terapéutico favorece procesos profundos, sostenidos y conscientes, guiados por presencia, estabilidad y una escucha que permite ir más allá de los síntomas. Si buscas un acompañamiento sólido, humano y transformador, será un honor acompañarte.

Me especializo en el acompañamiento terapéutico de adultos y jóvenes que transitan ansiedad, depresión, estrés, duelos, rupturas, crisis vitales y las secuelas emocionales de experiencias traumáticas. Mi trabajo se centra en comprender cómo estas vivencias moldean la forma de sentir, pensar y vincularse, facilitando procesos de regulación emocional, claridad interna y reconstrucción de identidad. Mi práctica integra modelos basados en trauma, trabajo con partes internas, atención plena y EMDR, abordando tanto los síntomas actuales como sus raíces profundas. Acompaño a quienes buscan un proceso terapéutico serio, respetuoso y transformador, que considere la complejidad de su historia y las distintas dimensiones donde se manifiesta el malestar. Mi especialidad no es solo aliviar lo urgente, sino guiar procesos de sanación profundos que permitan a la persona reconectarse con su coherencia, autenticidad y capacidad de elegir su propio camino.

Mi forma de acompañar se caracteriza por una presencia calma y clara, que ofrece contención sin invasión y profundidad sin abrumar. Tengo la capacidad de leer lo sutil —los matices emocionales, los gestos, las defensas, las narrativas internas— y traducirlo en intervenciones comprensibles y útiles. Mis pacientes valoran mi sensibilidad para sostener lo vulnerable, mi claridad para explicar procesos complejos y mi habilidad para generar un espacio donde pueden explorar sin miedo a ser juzgados. Combino precisión clínica, intuición afinada, ética sólida y una comprensión profunda del trauma y de los patrones que se repiten en la vida emocional. Mi estilo integra humanidad, estructura y consciencia, permitiendo que cada persona se sienta acompañada de manera real y respetuosa mientras avanza hacia una vida más coherente, libre y alineada consigo misma.