Albert Bandura es uno de los psicólogos más conocidos de la historia de la ciencia del comportamiento humano.
Ostenta el honor de ser reconocido como el psicólogo vivo más importante y se le ha comparado con otros ya fallecidos de la talla de Freud. No obstante, su pensamiento no es para nada freudiano, ni tampoco conductista como muchos siguen creyendo a día de hoy.
Ideólogo de la teoría del aprendizaje social y autor muy prolífico, su vida está marcada por una gran contribución a la psicología y por haber cambiado la visión que se tenía sobre el aprendizaje a mitad del siglo pasado. Veamos su interesante vida a través de una breve biografía de Albert Bandura, en la que veremos también sus contribuciones a la psicología.
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Biografía de Albert Bandura
A continuación se habla con mayor profundidad sobre los eventos vitales de este psicólogo canadiense.
1. Primeros años
Albert Bandura nació en Mundare, Canadá, el 4 de diciembre de 1925. Su familia, que era de orígenes ucranianos y polacos, era numerosa, es por ello que ya desde su infancia, Bandura, quien era el más pequeño de los seis hermanos, mostró aptitudes para valerse por sí mismo.
Al vivir en un pueblo relativamente pequeño, la educación del lugar no siempre disponía de todo lo necesario para enseñar todo lo que el alumnado precisaba. Por eso, sus profesores le animaban a que se encargara él mismo de su aprendizaje fuera de clase.
Durante su estancia en la escuela, Bandura se dio cuenta de que el saber es algo inestable, que va cambiando con el paso del tiempo, ya sea porque se descubren nuevos hallazgos o porque la información queda obsoleta.
Sin embargo, también vio que las herramientas que había adquirido para investigar por su propia cuenta le servían de mucho para ir actualizándose con el paso de los años. Es posible que esto influyera en su opinión adulta sobre la importancia que adquiere el estudiante en su propio proceso educativo.
2. Formación universitaria
Aunque en un principio Bandura tenía intención de estudiar biología, optó al final por cursar sus estudios universitarios en psicología, concretamente en la Universidad de la Columbia Británica.
La forma de comportarse de Albert Bandura durante sus años universitarios es algo que sorprende. Le gustaba ir varias horas antes de que empezaran las clases en su universidad y, por aburrimiento, decidió apuntarse a varias asignaturas extra. Fue en estas asignaturas en las que tuvo contacto con la ciencia del comportamiento humano, despertándole una gran fascinación.
Tardó solamente tres años en acabar sus estudios universitarios, graduándose en 1949 y, posteriormente, decidió estudiar el Máster de psicología clínica en la universidad de Iowa, en Estados Unidos, obteniendo el título en 1952.
3. Vida profesional
Tras finalizar el máster y doctorarse tiempo después, Albert Bandura obtuvo una oferta para trabajar en la universidad de Stanford, en la que ha permanecido el resto de su vida y, a día de hoy, sigue estando como profesor, aunque emérito.
Durante sus inicios como profesor en la institución, el psicólogo se centró ofrecer sus clases de la forma más eficiente además de iniciar investigaciones sobre las agresiones adolescentes.
Con el paso del tiempo, fue adquiriendo una visión más profunda sobre el comportamiento por imitación, formulando hipótesis y teorías sobre aspectos como la imitación conductual, ya sea con o sin recompensas o castigos tras realizarse la acción.
Estos primeros intereses en estos aspectos poco a poco fueron transformándose en la que es quizás la teoría más conocida de Albert Bandura, la teoría del aprendizaje social.
El muñeco Bobo: teoría del aprendizaje social
El experimento del muñeco Bobo es seguramente la investigación sobre las conductas de imitación más famosa de los que haya realizado Albert Bandura.
Esta investigación se llevó a cabo en 1961 y consistió en hacer que varios niños vieran una película y otros, no. En ella se mostraba a varios adultos agrediendo tanto física como verbalmente a un muñeco hinchable, llamado Bobo. A continuación, tanto los niños que habían visto el filme como aquellos que no eran llevados a un cuarto en donde se encontraba Bobo. Los niños que habían visto el vídeo se comportaban de forma similar a como lo habían hecho los adultos, siendo violentos con el muñeco.
Este hallazgo supuso un gran descubrimiento en los años 60’, dado que chocaba con la idea principal del conductismo, la cual defendía que el comportamiento humano estaba motivado únicamente por la presencia de premios y castigos, no de simples conductas de imitación sin recompensa alguna.
Así pues, los niños imitaban a los adultos sin que se les diera nada a cambio. Se demostró formalmente el aprendizaje vicario y, mediante este experimento, Bandura pudo ir elaborando su archiconocida teoría del aprendizaje social.
La teoría del aprendizaje social trata de comprender cómo se da la adquisición de conocimientos, creencias, actitudes y formas de pensar de la persona con respecto el entorno social. La premisa que fundamenta esta teoría es la de que el aprendizaje es un proceso cognitivo que no se puede desvincular del contexto en el que se da, sea familiar, escolar o de cualquier otra índole.
Como ya íbamos comentando, la visión general que se tenía en la psicología a mitad del siglo pasado, especialmente en la norteamericana, era conductista, defendiéndose que el aprendizaje era un proceso que era el resultado de una serie de acciones recompensadas o castigadas.
Pero Bandura demostró lo contrario, que el aprendizaje era más bien el resultado de la imitación del niño al ver a tanto iguales como a sus padres y otros adultos hacer determinadas acciones. Esto conllevaba a incluir en el comportamiento todo un repertorio conductual visto en su entorno social más cercano, además de adquirir las mismas formas de ver el mundo y relacionarse ante él. Todo ello sin necesidad de que se ofrecieran refuerzos.
Aunque cabe destacar que los refuerzos y los castigos son aspectos importantes en la adquisición de ciertas conductas, no se debe asumir que todo el aprendizaje se hará en base al condicionamiento. Así pues, esta teoría ha servido como puente entre el conductismo y el cognitivismo, entendiendo que hay algunos aprendizajes que sí funcionan a base de ser condicionados y otros se dan por imitación.
Son varios los postulados que se pueden resaltar de la teoría del aprendizaje social de Bandura:
1. El aprendizaje es parcialmente cognitivo
Previo a los experimentos de Bandura, se tenía bastante asumido dentro de la comunidad de psicólogos que todo aprendizaje se daba como respuesta a unas determinadas circunstancias del ambiente.
Sin embargo, la teoría del aprendizaje social defiende que los procesos mentales superiores no deben dejarse de lado, que realmente el individuo puede procesar la información más allá de si hay o no refuerzos que inviten a replicar la conducta.
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2. No todo el aprendizaje es observable
De acuerdo a la investigación de Bandura y de varios de sus seguidores, no todo aprendizaje tiene por qué ser manifestado de forma externa inmediatamente después de haber sido adquirido.
Acciones como la observación, la reflexión y la toma de decisiones, aunque invisibles, adquieren mucha importancia en el aprendizaje y pueden suponer la inclusión u omisión de ciertas conductas.
3. Refuerzo vicario
Otra de las ideas principales de la teoría propuesta por Bandura es el hecho de que una persona puede realizar o inhibir sus conductas sin necesidad de ser ella quien esté recibiendo los castigos o recompensas por haberla llevado a cabo.
Observando cómo los demás se comportan y cómo son beneficiados o perjudicados por ello, una persona puede cambiar su comportamiento en función de lo que ha visto.
Es aquí donde adquiere importancia el concepto de refuerzo vicario, es decir, algún tipo de factor beneficioso o, de lo contrario, perjudicial, que motiva el realizar o no una conducta. Se ha visto que esta conducta es puramente humana, no manifestada en otras especies.
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4. La relación entre aprendiz y entorno
De acuerdo con la teoría, el aprendiz no es un individuo pasivo quien recibe los nuevos conocimientos de forma totalmente dada y sin que participe en el proceso.
Al contrario, la persona realiza toda una serie de cambios tanto en sus creencias, actitudes e ideas que puede utilizar para cambiar al propio entorno. Así pues, tanto aprendiz como entorno presentan una relación recíproca, modificándose mutuamente.
Albert Bandura y su relación con el conductismo
Son muchas las personas e, incluso, libros especializados en psicología, los que relacionan la figura de Albert Bandura con la del conductismo. No obstante, cabe decir que este autor siempre ha considerado que su punto de vista no coincide con todas las ideas defendidas por los psicólogos conductistas.
De hecho, en sus principios, este autor defendía la idea de que era simplista reducir todo el comportamiento humano en términos de relaciones causa y efecto. Sin embargo, cabe decir que en varios de sus trabajos hace uso de términos propiamente conductistas, como lo son estímulo y respuesta, entre otros.
De acuerdo con el propio Bandura, su visión del comportamiento humano podría incluirse dentro de lo que se ha denominado como cognitivismo social, una corriente que disiente bastante del conductismo tradicional.
Obras, méritos y aportaciones
Albert Bandura tiene el mérito de ser el psicólogo vivo más citado a lo largo de todo el mundo, y de entre todo los psicólogos, tanto vivos como muertos, estar en el cuarto lugar, solo por detrás de B. F. Skinner, Sigmund Freud y Jean Piaget. Las obras de Bandura, pese a que en muchas ocasiones son consideradas conductistas, han contribuido a que se diera lo que se ha denominado "la revolución cognitiva", iniciada a finales de los 60’, afectando a múltiples campos de la psicología.
Ha escrito algunos libros, entre los cuales destaca Agresión: un análisis del aprendizaje social de 1973, en el que se centró en los orígenes de la agresión y la importancia que adquiría al ser imitada por aprendizaje vicario. También, y para nada omitible, esta su obra Teoría del aprendizaje social, de 1977, en donde se explicaba con mucho detalle su visión sobre este tipo de aprendizaje.
Entre los honores que ha podido ostentar este psicólogo han sido el ser el presidente de la APA en 1974, además de recibir dos premios procedentes de esta misma asociación en los años 1980 y 2004 por su contribución científica.
Referencias bibliográficas:
- Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action: A social cognitive theory. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
- Bandura, A. (1999b). Moral disengagement in the perpetration of inhumanities. Personality and Social Psychology Review, 3, 193–209.
- Bandura, A. (2001). Social cognitive theory: An agentic perspective. Annual Review of Psychology, 52, 1–26.
- Bandura, A., & Walters, R. H. (1959). Adolescent aggression. New York: Ronald Press.