Karen Horney y su teoría sobre la personalidad neurótica

Horney fue una de las primeras representantes del neofreudismo y de la psicología feminista.

La psiquiatra Karen Horney fue una de las principales representantes del neofreudismo, un movimiento que desafió las convenciones del psicoanálisis tradicional y permitió que esta orientación teórica se ampliase, especialmente en el campo de la neurosis.

Horney fue además la primera mujer psiquiatra que publicó ensayos sobre la salud mental femenina y en cuestionar los planteamientos biologicistas con respecto a las diferencias de género de sus predecesores, por lo que es considerada la fundadora de la psicología feminista.

Biografía de Karen Horney

Karen Danielsen nació en Alemania en 1885. Estudió Medicina en las universidades de Friburgo, Gotinga y Berlín, que aceptaban mujeres desde hacía muy poco, y se graduó en 1913. Durante sus estudios conoció a Oskar Horney, cuyo apellido adoptó después de casarse con él en 1909 y con quien tuvo tres hijas antes de que se divorciaran.

Pocos años después de que Horney se licenciara sus padres murieron y entró en un estado de depresión prolongada. Fue entonces cuando empezó a entrenarse como psicoanalista a la vez que se sometía a terapia con Karl Abraham, un pionero del psicoanálisis de quien Freud dijo que fue su mejor alumno.

Abraham atribuyó los síntomas de Horney a la represión de deseos incestuosos hacia su padre; Horney rechazó su hipótesis y abandonó la terapia. Posteriormente se convertiría en una de las principales críticas de la corriente dominante del psicoanálisis y su énfasis en la sexualidad masculina.

En 1915 fue nombrada secretaria de la Asociación Psicoanalítica Alemana, fundada por el propio Abraham, en la que se sentaron las bases de la enseñanza del psicoanálisis que tendría lugar durante las décadas siguientes.

Horney se mudó a los Estados Unidos con sus hijas en 1932 a causa del auge del nazismo y del rechazo que sufrió por parte de Freud y sus seguidores. Allí entabló relación y trabajó con otros psicoanalistas destacados como Erich Fromm y Harry Stack Sullivan. Se dedicó a la terapia, la formación y el desarrollo de su teoría hasta 1952, el año de su muerte.

Neofreudismo y psicología feminista

Se considera que Horney y Alfred Adler son los fundadores del neofreudismo, una corriente del psicoanálisis que surgió como reacción a algunos de los postulados de Freud y facilitó que se produjeran desarrollos alternativos.

En concreto, Horney rechazaba el énfasis del psicoanálisis temprano en la sexualidad y la agresividad como factores determinantes en el desarrollo de la personalidad y en el de las neurosis. A esta autora le parecía particularmente absurda la obsesión de Freud y otros psiquiatras de sexo masculino por el pene.

Horney consideraba que la “envidia de pene” se explicaba por la desigualdad social entre géneros; lo que las mujeres envidiaban en los hombres no era su órgano sexual, sino su rol social, y lo mismo podía suceder en el sentido opuesto. Además consideraba que estos roles venían determinados en buena medida por la cultura, y no sólo por diferencias biológicas.

Entre 1922 y 1937 Horney realizó diversas aportaciones teóricas sobre la psicología femenina, convirtiéndose en la primera psiquiatra feminista. Entre los temas sobre los que escribió destacan la sobrevaloración de la figura del varón, las dificultades de la maternidad y las contradicciones inherentes a la monogamia.

Neurosis, self real y autorrealización

Según Horney, la neurosis es una alteración en la relación de una persona con ella misma y con otras. El factor clave en la aparición de los síntomas es la forma en que los padres manejan la ansiedad del hijo durante su desarrollo.

La personalidad neurótica o neurosis caracterial surge cuando los padres no proporcionan a sus hijos un entorno afectuoso y seguro, generándoles sentimientos de aislamiento, desamparo y hostilidad. Esto bloquea el desarrollo normal e impide que la persona se convierta en su “self real”.

En la obra de Horney, el self (o sí mismo) real es equivalente a la identidad. Si el crecimiento personal de un individuo es sano, sus conductas y sus relaciones se desarrollan adecuadamente, lo cual lleva a la autorrealización. Para Horney ésta es una tendencia humana natural; posteriormente humanistas como Rogers y Maslow sostendrían la misma creencia.

Por contra, la identidad de las personas neuróticas se encuentra dividida entre el self real y el self ideal. Como las metas del self ideal no son realistas, la persona se identifica con una imagen menospreciada de ella misma, lo que la lleva a distanciarse aún más del self real. Así, los neuróticos alternan entre el perfeccionismo y el autodesprecio.

Tipos de personalidad neurótica

La teoría de la neurosis de Horney describe tres tipos de personalidad neurótica, o tendencias neuróticas. Estas se dividen en función de los medios que utiliza la persona para buscar seguridad, y se consolidan mediante los refuerzos que obtuviera de su entorno durante la infancia.

1. Complaciente o sumisa

La neurosis caracterial de tipo complaciente se caracteriza por la búsqueda de la aprobación y el afecto de los demás. Aparece como consecuencia de sentimientos continuos de desamparo, negligencia y abandono en el desarrollo temprano.

En estos casos el self queda anulado como fuente de seguridad y de reforzamiento, y se sustituye el conflicto interno por el externo. Así, las personas neuróticas sumisas frecuentemente creen que sus problemas podrían ser solucionados por una nueva pareja, por ejemplo.

2. Agresiva o expansiva

En este caso predomina la hostilidad en la relación con los padres. Según Horney, los neuróticos expansivos expresan su sentido de la identidad dominando y explotando a los otros. Suelen ser personas egoístas, distantes y ambiciosas que buscan ser conocidas, admiradas y, en ocasiones, temidas por su entorno o por la sociedad en general.

3. Aislada y resignada

Cuando ni la sumisión ni la agresividad permiten al niño captar la atención de sus padres, puede desarrollar una neurosis caracterial de tipo aislado. En estas personas aparecen necesidades de perfeccionismo, independencia y soledad exageradas que llevan a una vida desapegada y poco profunda.

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