Los líderes de nivel intermedio representan una conexión crucial entre la visión estratégica de la alta dirección y la ejecución práctica en el terreno. Son el enlace vital entre los distintos niveles de la organización, con la capacidad única de comprender las operaciones diarias, las necesidades de los equipos y la voz de los clientes.
Estos líderes no solo son testigos de lo que sucede en la empresa, sino que también desempeñan un papel esencial como comunicadores. Su habilidad para transmitir las estrategias y proyectos de la empresa influye enormemente en el éxito de las iniciativas. Su conocimiento profundo del negocio y su alineación con la cultura organizativa son fundamentales, pero, sobre todo, su habilidad para comprender y trabajar con personas es clave.
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La importancia de los mandos intermedios
A menudo, los mandos intermedios son subestimados, considerados casi invisibles por algunos directivos. Sin embargo, su participación y liderazgo son de importancia capital para el desarrollo y el éxito de la empresa en la actualidad.
Estos líderes no solo toman decisiones importantes, como la asignación de recursos, sino que también actúan como mediadores entre equipos y clientes.
Su capacidad para liderar y gestionar a nivel humano es tan crucial como su conocimiento técnico.
Desafortunadamente, en muchos casos, carecen de la formación necesaria para ejercer un liderazgo efectivo, lo que puede llevar a prácticas de microgestión y a una disminución en su contribución al equipo.
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Las habilidades clave en los mandos intermedios
Ser un líder de conexión implica una serie de habilidades fundamentales. Apoyar a estos líderes implica potenciar su fortaleza emocional para evitar el agotamiento, capacitarlos en la negociación para unir a las partes interesadas y brindarles herramientas para manejar la carga mental y el estrés de estar siempre en las zonas de tensión.
Además, es esencial fomentar en estos líderes un pensamiento crítico positivo, desarrollar su seguridad al asumir responsabilidades, promover la innovación, crear una cultura de seguridad psicológica y enseñarles a interpretar las necesidades tanto de “arriba hacia abajo” como de “abajo hacia arriba” en la estructura organizativa.
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Claves de liderazgo en la empresa
El liderazgo no es un don innato, sino más bien un músculo que se desarrolla con práctica y dedicación constantes. No existen atajos; se requiere elevar el nivel de consciencia, entrenamiento, dedicación, una mentalidad abierta y una disposición para aceptar y liderar el cambio.
Asumir un rol de liderazgo conlleva temores inherentes al fracaso, la desilusión y el juicio. Es un proceso desafiante y a menudo solitario que puede generar ansiedad. Por eso, es crucial brindar apoyo durante este proceso de transición que va de una posición de técnico a una posición de responsabilidad corporativa.
La labor de un mentor coach no radica en perfeccionar a los líderes de nivel intermedio, sino en capacitarlos para comprender las emociones que están presentes en cada situación, entrenarlos para saber calmar sus mentes para tomar decisiones claras, dotarlos de herramientas para trabajar con personas y comunicarse efectivamente. Una empresa y proyecto dependen, en gran medida, de estos líderes y su desarrollo continuo mediante la práctica deliberada y un feedback constructivo es la mejor estrategia a aplicar.
Manel Fernandez Jaria
Manel Fernandez Jaria
Mentor&Coach Directivos &Cohesión Equipos, Psicopedagogo, Especialista en Inteligencia Emocional, Licenciado Humanidades. Profesor Dirección Personas en Universitat Oberta Catalunya (UOC)
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