No siempre es un quiebre abrupto. A veces, el malestar en el trabajo comienza como una señal tenue: una sensación de incomodidad al terminar el día, la pérdida de entusiasmo por lo que antes motivaba o simplemente una pregunta que se repite en silencio: “¿Esto es lo que quiero para mi?” Muchas veces llegan personas a consultar con un psicólogo o coach, sin tener claridad absoluta sobre su malestar: solo saben que hay “algo” que está pasando.
Lo que sí reconocen, es una incomodidad persistente, difícil de poner en palabras, pero imposible de ignorar. Esa incomodidad puede ser el inicio de un profundo proceso de revisión personal y profesional. Y, en muchos casos, se transforma en el primer paso hacia un cambio significativo.
Miedo al cambio vs. deseo de propósito
El miedo no es debilidad. Es señal de que algo importante está en juego. Nos enseñaron a aguantar, a no quejarnos, a valorar la estabilidad. Pero también somos personas que buscan propósito, sentido, crecimiento. Y eso no siempre se encuentra en el mismo lugar o sin atreverse a perseguir aquello que sueñas.
En algunos casos, el miedo a dejar ese espacio conocido y seguro es tan grande que puede llegar a dejarnos inmóviles, hasta que nuestro cuerpo empieza a manifestar su incomodidad a través del insomnio, irritabilidad, fatiga emocional u otras formas, hasta que nos hagamos cargo de aquello.
No queremos solo un trabajo
Queremos sentir que lo que hacemos importa. Que lo que somos encuentre un lugar. Que nuestra voz se escuche y que nuestras capacidades se valoren. Buscar un nuevo trabajo muchas veces es buscar una nueva forma de habitar el mundo.
Cuando ese sentido se pierde, aparecen sentimientos de frustración, incomodidad, duda e incluso culpa. Nos preguntamos si quizás somos nosotros el problema, si nos estamos volviendo “inconformes” o “demasiado exigentes”. Pero la verdad es que cuestionarse es también una forma de autocuidado, de poder respirar hondo y atreverse a perseguir esos sueños que alguna vez tuvimos y los dejamos dormir en los laureles después de todos estos años.
Atreverse con miedo: el verdadero coraje profesional
Cambiar no significa no tener miedo. Significa no dejar que ese miedo decida por nosotros. Cuando nos permitimos preguntarnos realmente “¿qué es lo que quiero?” el camino comienza a abrirse. No siempre se trata de renunciar, de encontrar un nuevo lugar, sino de volver a mirar(se). Aquí van cinco claves para comenzar a moverse, incluso con miedo:
- Ponle nombre a lo que te incomoda: Identificar con claridad lo que ya no se siente bien es el primer paso para abrir posibilidades.
- Habla con alguien de confianza: Compartir lo que sientes con una persona que te escuche sin juicio puede ayudarte a ordenar ideas.
- Imagina el cambio como un proceso, no como un salto: Pensar en pasos intermedios permite disminuir la ansiedad y activa tu motivación.
- Recuerda tus recursos: Has enfrentado antes otras decisiones difíciles ¿Qué te ayudó en esos momentos?
- Actúa en pasos pequeños: Una conversación, una búsqueda de ofertas, una sesión de terapia o coaching. No todo parte con una renuncia.
¿Y si no puedo ahora?
Entonces, podemos reconectar con lo que sí nos mueve: pequeños espacios de autenticidad, decisiones más conscientes, límites claros y sanos, acciones diarias que están en nuestras manos. No es blanco o negro. A veces se comienza con un paso pequeño… pero valiente.
Es posible, sin dejar el trabajo actual, transformar la experiencia laboral al ajustar rutinas, buscar actividades fuera del trabajo que devuelva energía o incluso conectar con comunidades donde es posible aportar desde la autenticidad.
Cambiar de trabajo no siempre es posible de inmediato, pero cambiar la relación con el trabajo, si.
Volver al propósito, incluso en medio del miedo
El trabajo no es solo un lugar donde vamos. Es también una expresión de quiénes somos. Y merecemos que ese espacio tenga sentido, de levantarnos cada mañana con una sonrisa, respirar hondo y pensar “estoy en el lugar que quiero estar”. A veces, encontrar ese lugar requiere coraje. Pero lo más hermoso - y real - es que ese coraje ya se encuentra dentro de ti.

Andrés Donoso Muñoz
Andrés Donoso Muñoz
Psicólogo Clínico | Coach Estratégico
Tomarse en serio esa incomodidad puede ser el inicio de una transformación real. No para tener respuestas rápidas, sino para iniciar un camino de escucha interna, donde el bienestar y la autenticidad ocupen un lugar central. Lento, sin pausa.


Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad














