Durante mucho tiempo, se ha dado por supuesto que las principales fuentes de aprendizaje de las que se puede nutrir el ser humano tienen lugar en las aulas; espacios creados para transmitir conocimientos de manera verbal al modo de las lecciones magistrales clásicas: el educador habla y los estudiantes o aprendices escuchan, y si se da el caso, plantean preguntas para resolverlas en ese momento.
Esta concepción del conocimiento tiene una parte de verdad: está claro que el uso de la palabra es una de las claves de nuestra evolución como especie y como sociedad, porque una gran parte de los contenidos culturales los heredamos a través del lenguaje. Sin embargo, dar por sentado que nuestro crecimiento como personas solo se debe a la memorización de información verbal en habitaciones de centros educativos (o incluso de nuestra propia casa) nos limita mucho.
El desarrollo personal, nuestra maduración psicológica y emocional, ocurre a través de experiencias que van más allá de las palabras y que suelen tener lugar en la diversidad de escenarios que nos plantea la naturaleza que nos rodea. Esta es la idea en la que se basa el coaching outdoor, del cual trata este artículo.
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¿Qué es el coaching?
El coaching es una disciplina que propone estrategias de desarrollo personal en la vida privada y/o en la vida profesional. Así, en el ámbito del coaching se distingue entre el coach, que es el profesional encargado de dinamizar y conducir las sesiones, y el coachee, por oto lado, que es quien recibe las sesiones de coaching. Además, la intervención del coach puede aplicarse en personas individuales o en grupos.
Generalmente, el coaching es planteado como una manera de aprovechar el potencial de las personas; es decir, de dar fuerza aquello que ya está en funcionamiento y tiene repercusiones positivas. Es decir, no tiene como meta disminuir el malestar generado por enfermedades, fuertes crisis causantes de un fuerte impacto emocional, etc. Este último tipo de problemas es abordado por la psicoterapia.
Por otro lado, existen diferentes ramas en las que se divide esta disciplina. Por un lado está el coaching individualizado, que se adapta a las necesidades y problemas de una persona en concreto, dándole apoyo en proyectos que tienen que ver con metas profesionales o inquietudes vitales ligadas al desarrollo personal. Y por el otro está el coaching empresarial, que como indica su nombre tiene como objetivo generar un cambio en el funcionamiento de una organización.
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¿Qué es el coaching outdoor?
Tal y como se intuye por su nombre, el coaching outdoor es una forma de coaching que está pensado para explotar el potencial de las situaciones que solo pueden tener lugar al aire libre. En concreto, tiende a poner énfasis en los espacios en los que predomina la naturaleza y hay ausencia o escasez de entornos modificados por el ser humano.
En general, los programas de coaching outdoor duran entre varias horas y varios días, y se aplican trabajando a través de dinámicas de equipo; su aplicación en coachees individuales es poco frecuente. Estos pueden ser equipos formados de manera ad hoc para la actividad propuesta (es decir, formándolos en el momento) o bien se puede partir de equipos naturales (es lo que ocurre, por ejemplo, cuando estos grupos y vienen formados de antemano partiendo de las divisiones que hay entre diferentes departamentos de una empresa).
¿Por qué se opta por elegir un contexto al aire libre y lejos del bullicio característico de las ciudades y las zonas densamente pobladas? Principalmente, por los siguientes motivos:
- La naturaleza ayuda a “desconectar” y a desprenderse de dinámicas aprendidas en la vida cotidiana, dando la oportunidad de dejar de cometer siempre el mismo tipo de errores a causa de la costumbre.
- Esta ruptura con el entorno con el que los participantes están familiarizados les ayuda a relacionarse de una manera diferente a la habitual, dejando de lado prejuicios y sin comportarse según las expectativas de los roles de cada uno en su vida diaria.
- La naturaleza hace que sea más sencillo relajarse cuando toca, algo útil en prácticas como la meditación, el Mindfulness o el aprendizaje de técnicas de relajación.
- Este tipo de entornos tan especiales contribuye a generar una experiencia compartida que queda en la memoria y que, en el caso de que los participantes provengan de la misma empresa, les ayudará a reforzar su identidad grupal cuando ya haya terminado el programa de coaching outdoor.
Por otro lado, cabe destacar que aunque el coaching outdoor proponga “desconectar” por un tiempo de lo cotidiano y ya conocido, su objetivo siempre está ligado al tipo de experiencias que los coachees enfrentan en su vida diaria. Por ejemplo: la gestión del estrés laboral, la resolución de conflictos mediante el diálogo en los equipos de trabajo, la toma de decisiones ante retos nuevos, la potenciación de la asertividad, etc.
Así pues, los coach que ofrecen servicios de natural coaching ofrecen tanto las técnicas y estrategias para trabajar los aspectos entrenar mediante el aprendizaje vivencial, como los espacios que facilitan la inmersión en esas actividades, algo que facilita la implicación de los participantes y la conexión emocional con lo que está teniendo lugar. En lugares como los bosques, las playas de dunas o los picos de montaña no hay recordatorios de todo aquello que nos preocupa y/o nos ata a la rutina, y no cuesta grandes esfuerzos ver las cosas con otros ojos.
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