Como ya sabemos, el coaching cada vez está más en auge y al mismo tiempo, cada vez más, está tergiversándose su significado y la connotación específica de la profesión.
Cuando exploramos detalladamente, nos topamos con una variedad de términos que pueden generar confusión. ¿Cuántas modalidades existen? ¿Cuál es la distinción entre las distintas formas de coaching?, etc. Agustín Piedrabuena director de Innerkey Coaching dará respuestas a esas preguntas de forma minuciosa, para que puedas tomar una decisión informada si estás considerando formarte como coach.
Coaching auténtico
Tuve el honor de recibir formación con uno de los precursores del coaching, Sir John Whitmore, a quien la realeza británica otorgó el título de caballero por su aporte al mundo con su metodología conocida como coaching. Sin embargo, John siempre expresaba que había cometido un error con el nombre, ya que la palabra "coaching" fácilmente lleva a una interpretación errónea. 'Coach' en inglés significa entrenador. ¿Y qué hace usualmente un entrenador? Dar indicaciones al deportista para mejorar en alguna habilidad. ¡Y eso es, en realidad, todo lo contrario, a hacer un buen coaching!
El coaching es una técnica que, cuando se emplea a profundidad, ayuda a las personas a DESPERTAR. ¿Qué implica esto? Implica tomar conciencia de quiénes son, qué tipo de vida desean, cómo quieren relacionarse con otros, cómo desean realizar sus propósitos de vida, cómo evolucionar personalmente a lo largo de su existencia, y ser más felices con cada paso.
Pero todo esto solo puede ser descubierto por uno mismo. Por lo tanto, un buen coach jamás te dirá quién eres o qué debes hacer, sino que te planteará preguntas desafiantes para que tú mismo/a tomes conciencia y descubras tu propia realidad. En este sentido, el coaching y la consultoría son enfoques opuestos. El coach te ayudará a descubrir por ti mismo/a, mientras que el consultor o asesor, te ayuda o da pautas concretas para que aprendas o implementes lo que él te indique concretamente.
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Consultoría disfrazada de coaching
La palabra coaching a menudo resulta más atractiva que la palabra consultoría. Anteriormente, ser consultor era algo a lo que aspiraban muchas personas, ahora lo es ser coach. Por ello, hay muchas consultorías que han adoptado el nuevo nombre, pero siguen desempeñando la misma función: decirte qué debes hacer. Términos como coach estético, coach nutricional o dietético, coach relacional, coach comunicativo, coach de liderazgo, coach estratégico... son términos que en teoría podrían referirse a un coaching auténtico, pero que lamentablemente a menudo encubren una consultoría bajo un nuevo nombre.
Estos supuestos coaches, te proporcionarán instrucciones, consejos y técnicas para mejorar tu apariencia, perder peso, mejorar tu alimentación, liderar... lo cual es exactamente lo que hace un consultor o asesor: compartir su presunta sabiduría con aquellos que supuestamente no la poseen. Un buen coach jamás adoptaría este enfoque, ya que comprende que toda la sabiduría que necesitas ya reside en tu interior. El buen coach te ayudará, te acompañará a descubrirla y aplicarla en tu vida por ti mismo/a.
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Modalidades de coaching auténtico
Dentro de lo que podríamos denominar coaching de verdad, existen 6 tipos diferentes, según a quién se dirijan
1. Coaching personal o life coaching
El coaching personal o coaching de vida, está dirigido a personas que desean mejorar aspectos específicos de su vida, de ahí su denominación. Dada la grandeza de la vida, este tipo de coach puede abarcar cualquier aspecto personal, profesional, emocional, relacional, familiar, espiritual, financiero, comunicativo, sexual, estético, etc.
La persona que inicia un proceso, decide qué aspecto de su vida desea mejorar y trabajará en ello con su coach. Algunos ejemplos podrían ser: Quiero mejorar mi relación de pareja. Quiero cambiar de empleo. Quiero lograr un ascenso. Quiero mejorar mis finanzas. Quiero descubrir mi verdadera identidad. Quiero fortalecer mi fe en algo superior. Quiero perder peso. Quiero aumentar mi atractivo. Quiero transformar mi vida... Sin importar el asunto, por más desafiante que parezca, un buen coaching con la suficiente profundidad resultará sumamente transformadora.
Para Innerkey el coaching transpersonal que nosotros enseñamos cumple sin duda todos lo necesario para poder acompañar de manera profunda a todo aquel que quiera transformar alguna parte de su vida.
2. Coaching ejecutivo
El coaching ejecutivo se enfoca en directivos, gerentes y líderes en entornos empresariales. La metodología de trabajo es similar a la del coaching personal, pero los temas abordados durante el proceso se centran en potenciar habilidades de liderazgo, liberar el potencial del equipo, impulsar el éxito de la empresa, etc. Una diferencia a tener en cuenta es que, en el coaching ejecutivo, por lo general la empresa es quien costea el proceso y no el trabajador.
Por lo tanto, existen múltiples intereses en este tipo de procesos. Por un lado, están las expectativas de la persona que participa en el proceso, pero también están las expectativas de su superior, cuyo presupuesto financia todo el proceso.
Si deseamos incursionar profesionalmente en el mundo del coaching, debemos manejar con destreza estas dos modalidades, ya que son de los más demandados.
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3. Coaching deportivo
El coaching deportivo auténtico, es decir aquel que aborda el autodescubrimiento, es un tipo de acompañamiento que suele centrarse en ayudar a deportistas a cultivar estados mentales y emocionales más propicios para alcanzar sus metas deportivas.
Es importante distinguir claramente entre la figura del coach deportivo y la del entrenador. Un deportista profesional suele tener su entrenador, quien le guía y enseña técnicas y métodos para mejorar. Además, puede contar con un coach deportivo adicional, que le ayudará con preguntas poderosas a superar sus obstáculos mentales y emocionales para incrementar su potencial. En el coaching deportivo, puede ser el propio deportista quien pague el proceso, o el club deportivo al que pertenezca.
4. Coaching educativo
El coaching educativo, por lo general se enfoca en niños o estudiantes, con el objetivo de potenciar su autoestima, entusiasmo y deseo de aprender, y convertirse en individuos más sabios con cada experiencia. También busca que tengan claridad sobre sus propósitos, sus aspiraciones futuras, sus dones y talentos, etc. Este tipo de coaching, puede ser utilizado tanto por profesionales, como por padres y maestros que hayan recibido formación en coaching educativo.
5. Coaching grupal
Este tipo de coaching, a diferencia de los anteriores, no se dirige a individuos sino a un grupo de personas. El coach presentará una herramienta, y todas las personas presentes en la sesión trabajarán individualmente con ella. En otras palabras, aunque haya cien personas en la sala, cada participante estará trabajando consigo mismo/a para potenciar algún aspecto de su propia vida. El coach facilitará la sesión apoyando a todos los participantes, a veces con preguntas generales y otras con preguntas individuales para aquellos que lo necesiten.
6. Coaching de equipos
La distinción entre el coaching grupal y el de equipos radica en que, en el segundo caso, todas las personas que participan deben conformar un verdadero equipo de trabajo.
La diferencia fundamental entre un equipo y un grupo de personas radica en compartir un objetivo común y necesitarse mutuamente para alcanzarlo. En estos casos, el equipo definirá conjuntamente qué desea lograr con el proceso y todas las preguntas y herramientas que utilice el coach estarán dirigidas al equipo en su conjunto, y no a los individuos.
Todos trabajarán en pro del mismo objetivo. En otras palabras, si el equipo está compuesto por seis integrantes, el coach no trabajará individualmente a cada uno de ellos, sino que su cliente será una entidad formada por seis personas, que se verá a sí misma como una única unidad. Esta es la razón por la que este tipo de coaching es el que más se diferencia de todos los anteriores.
Lo importante es el grado de profundidad
Y una vez vistos los tipos de coaching, tenemos que hacer mención al hecho de que lo importante para poder ayudar a las personas a conseguir sus objetivos, independientemente del coaching que contraten, es si realizarás un coaching profundo y no superficial.
Un acompañamiento profundo como hace el coaching transpersonal requiere un gran coraje por parte del coach. Por eso, existe tanto coaching superficial; es más fácil y cómodo, tanto para el coach como para el cliente. Sin embargo, el trabajo superficial rara vez da resultados. Veamos las diferencias entre un acompañamiento verdaderamente profundo y otro que no lo es.
Si realmente alguien quiere lograr una gran transformación en su vida, ha de trascender al personaje con el que se ha identificado.
De ahí la palabra transpersonal: transcender a la persona que crees ser. Ese personaje es el resultado de tu pasado, de tu educación, de tus deseos y miedos inculcados y aprendidos, de tus experiencias infantiles y adolescentes, de tus vivencias con figuras que tuvieron autoridad en tu vida, de patrones familiares…
Ese personaje es un cúmulo de recuerdos mentales y emocionales. El poder de voluntad y de creación es infinitamente mayor. Pero para abrazar tu verdadero potencial, debes transcender aquello con lo que te has identificado y te está limitando. Y eso sólo se logra trabajando con mucha profundidad.
En InnerKey somos expertos en coaching transpersonal, ejecutivo y de equipos, no dudes en contactar con nosotros para poder explicarte con detalle cada programa.
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