Los años de universidad son exigentes, por lo que muchos estudiantes sienten una gran presión por obtener buenas calificaciones, en ocasiones dejándoles agotados. Los exámenes importantes pueden provocar ansiedad e inestabilidad emocional, pues cuando éstos se acercan, es habitual que se encierren en sus habitaciones (o en las bibliotecas) durante semanas, pudiendo adoptar hábitos nocivos como por ejemplo: comer mal, no practicar ejercicio, etc.
Adoptar esta actitud puede no ser la mejor. Varios estudios, como el presentado por el Colegio Americano de Medicina del Deporte, han demostrado que el ejercicio físico ayuda a aliviar la ansiedad y lleva a obtener mejores notas.
Los beneficios psicológicos de practicar ejercicio
Desde hace varias décadas, los expertos nos recomiendan practicar ejercicio físico por sus numerosos beneficios tanto a nivel físico como a nivel mental. Respecto a este último, la práctica regular de actividades físicas o deportivas puede ayudarnos a conseguir un mayor bienestar, pero también a mejorar nuestras funciones cognitivas, independientemente de la edad o la condición física.
El psiquiatra John Ratey, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y autor del libro La Ciencia Nueva y Revolucionaria del Ejercicio y el Cerebro, explica: “Realizar ejercicio físico regularmente es bueno para mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos, nuestro estado de ánimo, la memoria o el aprendizaje”. Por tanto, ejercitarse de manera regular nos ayuda a obtener un mayor rendimiento académico, puesto que, además de producir químicos de la felicidad o mejorar nuestra autoestima, nos aporta otros beneficios que pueden favorecer un mejor desenlace en lo académico: reduce el estrés, mejora la memoria y el aprendizaje, aumenta la capacidad cerebral y mejora la productividad.
Para conocer los resultados de distintos estudios que explican los beneficios psicológicos de la práctica de actividad física regular, te invito a que también visites mi artículo:
Mejores notas para aquellos que practican ejercicio
Que practicar ejercicio físico mejora el rendimiento académico no es una idea nueva. Por eso, investigadores de la Universidad Estatal de Saginaw Valley (Estados Unidos) decidieron poner a prueba esta teoría. Tras analizar los hábitos de ejercicio de 266 estudiantes, los investigadores concluyeron que aquellos individuos que realizaron ejercicio enérgicamente tenían puntuaciones más altas en la escala GPA que los que no lo hicieron.
La escala GPA es promedio de calificaciones que oscila de 0,0 a 4,0, y que emplean muchas instituciones académicas. Los resultados de esta investigación evidenciaron un promedio superior de 0,4 puntos para aquellos que se ejercitan regularmente. Sabiendo esto, quizás quieras programarte unas sesiones de gimnasio, yoga o running como parte de tus horas de estudio, aunque sólo sea para desconectar.
También se han documentado mejoras en el rendimiento académico de niños y adolescentes
Las mejoras en el rendimiento académico gracias al ejercicio físico no solo afectan a los estudiantes universitarios, sino que los niños y los adolescentes también ven mejoradas sus calificaciones gracias a la práctica de actividad física.
Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine afirma que aquellos chicos y chicas que son más activos rinden mejor en la escuela. Para este estudio, un grupo de investigadores del Reino Unido, Escocia y Estados Unidos midieron el nivel de actividad física de 5.000 chicos y chicas de 11 años. Sus puntuaciones en matemáticas, inglés y ciencia fueron evaluadas cuando tenían 11, 13 y 16 años.
Tras analizar los resultados del estudio, los investigadores concluyeron que los niños físicamente más activos a los 11 años obtenían mejores resultados en las tres disciplinas. Además, 17 minutos de ejercicio al día son suficientes para mejorar el rendimiento académico en los chicos. En el caso de las chicas, basta con 12 minutos diarios.
Estudios sobre el rendimiento escolar en niños
Otro estudio, en este caso llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad Vrije (Holanda), relaciona el mejor rendimiento cognitivo de los niños con el nivel de actividad física de éstos.
Pero son más los estudios que corroboran la afirmación de que la actividad física influye en el rendimiento escolar de los niños. De acuerdo con la Universidad Norte de Texas, un corazón y unos pulmones sanos tienen un impacto beneficioso en el nivel de lectura y en el nivel de matemáticas de los niños. Lo que podría indicar que el ejercicio cardiovascular mejora ambas competencias escolares. Por eso, el director del estudio, Trent A. Petrie, recomienda a las escuelas que “revisen sus políticas de educación física, pues incluir más horas a la semana de esta asignatura podría tener un efecto beneficioso en el rendimiento de sus alumnos”.
Por otro lado, una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid, liderada por Irene Esteban-Cornejo, analizó datos de 2.038 niños españoles de 6 a 8 años de edad. Los resultados demostraron que la capacidad cardiorrespiratoria y la habilidad motora correlacionaban de manera positiva con el rendimiento académico, tanto independientemente como de manera combinada.