En consulta en nuestro Centro de Bienestar Emocional ESENCIA una de las vivencias más dolorosas que sacuden una relación de pareja es la infidelidad. No solo porque se rompe un convenio relacional si no porque quiebra las bases principales de una relación como la confianza y el respeto, acompañado por un profundo sufrimiento, miedo, enojo, tristeza, culpa, etc.
Sumando a esto surgen dudas que atormentan ¿Fue mi culpa? ¿Yo lo provoque? ¿Por qué me traiciono si yo lo di todo? ¿Qué me falto?, evidenciando que este acontecimiento no solo genera ese gran dolor sino afecta negativamente a la autoestima. En este artículo los psicoterapeutas de pareja de nuestro centro te brindarán algunos pasos claves para poder superar esta experiencia desgarradora.
Primero tenemos que entender ¿Que es una infidelidad? Y conceptualizando de manera general: Es un acto de traición hacia los acuerdos de exclusividad que existen en una relación rompiendo normas sociales y personales. Este acontecimiento se puede dar de dos formas donde existe una infidelidad por una atracción sexual o una infidelidad emocional que suele ser la más común en las relaciones de pareja.
Una guía sobre cómo superar una infidelidad
Es muy valioso entender que para poder recuperarnos de una infidelidad no será un proceso sencillo, se requerirá de mucho valor, paciente, etc.
Será un camino de autodescubrimiento de lo que nos está pasando y de lo que necesitamos para seguir con nuestras vidas. Como todo proceso de superación y sanación esto no se dará de manera lineal, uno de los primeros pasos será el siguiente:
1. Bríndate un espacio para sentir y expresar lo que estás viviendo
Cuando pasas por esta experiencia desgarradora, es normal sentir y vivir emociones que van a ser incómodas como el miedo, confusión, enojo, decepción. Permítete vivir y expresar lo que sientes, vivir esto forma parte del proceso, no tratemos evitar el dolor, reprimir o minimizar lo que sentimos, esto no hará que desaparezca.
2. Date un tiempo para tomar decisiones
Recuerda que es muy válido esperar, pensar y sentir durante este proceso, no te presiones para tomar una decisión, ve a tu ritmo, cuando nos enteramos de la infidelidad sentimos las emociones mucho más intensas y podemos reaccionar de manera impulsiva al decidir algo, no te apresures, en lugar ello enfócate en cuidarte a ti mismo/a.
3. Busca una red de apoyo
No siempre tienes que enfrentar por tu cuenta este proceso. Cuando pasamos por una infidelidad es una experiencia muy abrumadora y muchas veces sentimos que las cosas se desbordan y es muy válido buscar apoyo en ese momento; Acude alguien de confianza, un amigo, familiar o ir a terapia, recuerda que buscar ayuda no nos hace débiles, también es una forma de cuidarnos.
El desconectarnos o aislarse emocionalmente en este proceso puede profundizar el dolor y es totalmente válido que puedas tener un apoyo emocional para poder afrontarlo.
4. Libérate de la culpa
Una de las creencias más frecuentes que viven las personas que pasaron por una infidelidad, suele ser “Seguro que fue mi culpa” “No fui lo suficiente” “Que tenía ella/el que yo no tengo” “Que me faltó”, incluso estos pensamientos son reforzados por la persona que fue infiel, “Es que tú ya no eras tan atento/a” “El/ella si me entendía” “Si hubieras sido más cariñosa/o” y muchas más que tratan de justificar lo injustificable.
Pero tenemos que aprender a separar entre la responsabilidad que tenemos como pareja en la relación y la responsabilidad en la traición, comprender que esa decisión solo la tomó la persona que cometió la infidelidad y culparnos por la decisión que el otro tomó termina dañando nuestra autoestima. Recuerda que las acciones del resto no definen tu validez.
5. Acepta lo ocurrido y enfócate en el presente las veces que sean necesarias
Superar una infidelidad no es un proceso lineal, muchas veces sentimos que es imposible seguir con ello, pero es parte del proceso, usualmente nuestros pensamientos nos llevan al pasado “ Cuando empezó esto” o solo en el futuro “Si me vuelven hacer esto”, que son dudas naturales que surgen.
Sin embargo para poder aceptar este proceso es necesario enfocarnos en el ahora, esto no implica que tengamos que olvidar lo que pasó o resignarnos, implica que las cosas ya se dieron y no podemos retroceder ni cambiar y ni controlar la situación, pero sí ver lo que podemos hacer en el ahora, y empezar a tomar decisiones desde nuestros valores y de lo que queremos a partir de hoy en nuestra vida.
6. Reconoce los valores que deseas en tu vida
Sabemos que cuando pasas por una infidelidad, lo último que quieres pensar en ese momento es en enamorarte o confiar en alguien más. Pero recuerda que no es bueno perder la conexión emocional, simplemente estamos sintiendo emociones intensas y pensando a través de ellas.
Recuerda tener un momento reflexivo, después de lo que paso ¿Qué es lo que realmente quiero en mi vida? Arma con los valores que te gustaría afrontar este momento doloroso y vivir a partir de ahora, ¿Qué persona quiero ser en estos momentos?: una persona digna, auténtica, leal contigo misma, o ¿deseas actuar con venganza, resentimiento?
7. Elige si deseas perdonar o no
El perdonar no implica reconciliarse, minimizar u olvidar la infidelidad, Muchas veces escuchamos que tenemos que perdonar para sanar, sin embargo, no siempre es así, perdonar puede ser parte del proceso, donde reconocer la lucha que tuviste durante todo este tiempo y aprendiste a cuidarte, a aceptar y seguir con tu vida, donde no hay resentimiento o rabia, simplemente te das cuenta que soltaste, recuerda que puede llegar el momento donde quieras perdonar pero este tiene que ser sin obligaciones, ni presiones, todo a tu ritmo y si no lo deseas hacer también es una opción.
Una reflexión final
Pasar por un episodio de infidelidad es una experiencia muy dolorosa. En ocasiones, podemos sentir que no logramos soltar lo que pasó, que volvemos a revivir los mismos recuerdos o emociones incómodas, y eso puede hacernos pensar que estamos retrocediendo y no avanzando en el proceso.
Pero es importante recordar que estos altibajos son parte del proceso y que como seres humanos no somos perfectos y es algo natural que nos pueda pasar, el hecho de darse cuenta de que todavía duele no significa que no estés sanando, sino que sigues procesando una experiencia difícil. Sanar no es un camino recto, y permitirte sentir el proceso sin juzgarte también es una forma de avanzar.
Si requieres de un acompañamiento psicológico de manera personalizada no dudes en contactarnos, somos más de 10 psicoterapeutas dispuestos a ayudarte en tu caso.


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