Muchas veces se habla de los problemas en las relaciones de pareja como si estos tuviesen su raíz en la incompatibilidad de ideas, de valores y de filosofías de vida.
Si bien esto es en parte cierto, no hay que olvidar que la razón de ser de los vínculos amorosos no se encuentra solo en este nivel existencial tan abstracto, sino que tiene que ver también con elementos más cotidianos y materiales. El mosdo en el que se vive la sexualidad en pareja es uno de ellos.
Para conocer esta unión entre lo sentimental y lo sexual, hemos hablado con Anna Isabel Gil Wittke y José María Carayol Martínez, psicólogos y sexólogos miembros del equipo directivo de Instituto de la Pareja, centro de terapia y formación de terapeutas en la ciudad de Murcia.
Entrevista a Anna Isabel Gil y José María Carayol: la filosofía de Instituto de la Pareja
Instituto de la Pareja es uno de los centros de psicoterapia y sexología de referencia en la zona de Murcia y Torrevieja, siendo ambas ciudades en las que tienen presencia. Si bien en sus instalaciones se realiza psicoterapia para todo tipo de pacientes, esta entidad se especializa en terapia de pareja y terapia sexual. Es por ello que también dispone de un Máster propio de 10 meses: el Máster en Sexología y Terapia de Pareja, uno de los pocos en España en los que se ofrece formación en estos dos ámbitos de la vida tan relacionados: la vida amorosa en pareja y la sexualidad.
En esta ocasión entrevistamos a Anna Isabel Gil, Directora de Instituto de la Pareja, y a José María Carayol, psicólogo, sexólogo y docente.
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¿De qué manera suelen verse relacionados entre sí los problemas sexuales y los problemas en las relaciones de pareja?
Los problemas sexuales tarde o temprano acaban afectando a la pareja en uno u otro nivel, generando conflictos, incomprensión, distanciamiento, exigencias, reproches y un sinfín de miedos y temores que si no se resuelven o se manejan bien, pueden llevar a la relación a un punto de tensión máxima e incluso a la ruptura.
De la misma manera, los problemas de pareja también afectan a las relaciones sexuales haciéndolas casi inexistentes o utilizando el sexo como una forma de tapar y resolver los conflictos que tienen. Lo que ocurre en la relación sexual afecta a la pareja y lo que ocurre en la pareja afecta a la relación sexual, ambos están unidos de una forma especial y significativa.
Y en cuanto a las posibles causas psicológicas de las disfunciones sexuales, ¿cuáles son las más frecuentes?
Encontramos varias causas que pueden estar en el origen de los problemas sexuales, tales como, educación, aprendizajes, malas experiencias, etc.
Pero lo que nos encontramos constantemente es que, en la base de todas las patologías sexuales, lo que media es el temor, el miedo y la vergüenza. Temor al dolor, miedo al fracaso, vergüenza al desnudarnos, es decir, complejos, inseguridades y un largo etcetéra... elementos que forman parte de las causas más comunes de las disfunciones sexuales.
¿Es común que en las relaciones de pareja se mantenga un cierto tabú sobre las disfunciones sexuales cuando estas surgen en alguna de las personas involucradas? ¿Suele haber falta de comunicación?
Las disfunciones sexuales muchas veces son un secreto a voces, ambas partes de la pareja son conscientes de que tienen un problema, pero en pocas ocasiones se aborda con claridad y relajación el tema para poder buscar una solución juntos. Lo que se suele hacer es dejar pasar el asunto, no se habla por vergüenza o temo a hacer daño, o se interpreta la situación de una forma equivocada y la pareja se distancia enfriándose las relaciones sexuales y la pareja.
En muchas ocasiones las parejas caen en un bucle destructivo en el que dejan que pase el tiempo esperando que el problema mejore y, mientras esperan, se desesperan y acaban explotando echando en cara la situación sexual no resuelta. Todo esto sólo agrava aún más la disfunción sexual.
Por todo ello, la comunicación en estos casos es fundamental, y crecer en la confianza de hablar de nuestras intimidades sexuales y compartir nuestros miedos y frustraciones es el primer escalón hacia la recuperación.
La mejor forma de abordar una disfunción sexual es acudir juntos a terapia y recibir el apoyo y pautas necesarias para lograr una resolución eficaz y volver a disfrutar de una vida sexual más plena y satisfactoria.
En el Máster se habla sobre los componentes del amor en las relaciones de pareja. ¿Qué implicaciones tienen estos elementos en la terapia psicológica aplicada a parejas?
Los componentes del amor, la intimidad, la pasión y el compromiso, son los ingredientes fundamentales con los que se construye y crece la pareja, sin ellos o con la carencia de alguno de los mismos, la pareja sufrirá ese déficit y cojeará por esa pata.
Trabajar en la intimidad de la pareja es fundamental para que la relación crezca en amistad y complicidad, sabiendo expresar las emociones y conectar con el otro.
La pasión se convierte en uno de los aspectos importantes de la pareja, crecer en el conocimiento del otro y en sus deseos y fantasías sexuales nos ayudará a saber disfrutar de forma más intensa el uno del otro.
Por último, el compromiso y la determinación por seguir luchado y avanzando en la construcción del amor a pesar de los baches del camino y bajo las condiciones que la pareja ha establecido y necesita será parte fundamental del tratamiento psicológico en la pareja.
Sabemos que en el desarrollo de la pareja no es suficiente querer hacer las cosas bien; hay que saber cómo poder hacerlo. Por eso en el Instituto de la Pareja trabajamos no el que se quieran más, sino que lo hagan mejor.
Finalmente... ¿qué tipo de competencias y habilidades son aquellas en las que los psicólogos deberían invertir más tiempo y esfuerzos a la hora de formarse para dar terapia de pareja?
El psicólogo ha de estar preparado en dos áreas fundamentales para poder ejercer bien la clínica. Por un lado, está toda el área formativa y de competencias académicas que le otorgarán las herramientas necesarias para poder abordar los casos terapéuticos con el mayor de los conocimientos posibles para tratarlos.
Por otro lado, nos encontramos con las habilidades terapéuticas de los profesionales que no tienen que ver con lo académico o formativo, sino con habilidades de comportamiento y de conexión con las personas que vienen a la consulta. La capacidad de empatizar, de escuchar de forma adecuada, y del manejo de todas las habilidades sociales que median entre el psicólogo y el paciente son fundamentales para que la terapia tenga éxito. Los conocimientos en las habilidades del terapeuta forman un equipo inseparable que determinarán en gran medida el devenir de la terapia.
Estas dos habilidades tienen un espacio absolutamente práctico en nuestras formaciones académicas, ya que, en el Instituto de la Pareja, intentamos que toda la formación tenga una vertiente práctica, así el componente académico se ve reflejado en la práctica terapéutica del tal forma que el psicólogo no solo sabe lo que hacer sin también cómo.
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