De entre todos los tipos de psicoterapia, hay una que pone mucho énfasis en la necesidad de centrarse en el presente para obtener resultados cuanto antes, y potenciar la efectividad de la intervención del psicólogo. Es el caso de la Terapia Breve Estratégica (TBE), desarrollada a partir de los trabajos de Paul Watzlawick y Giorgio Nardone.
La TBE crea protocolos de intervención adaptados a cada tipo de alteración psicológica dañina para que la persona deje de alimentar el problema inconscientemente y empiece a vivir desde unos hábitos más sanos y alejados del trastorno. Para entender cómo funciona en el tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo, conversamos con un psicólogo canario especializado en este tipo de terapia: Raúl Segura Díaz.
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Entrevista a Raúl Segura: ayudando a personas con TOC desde la Terapia Breve Estratégica
Raúl Segura Díaz es psicólogo oficial del Centro de Terapia Breve Estratégica de Arezzo (dirigido por el propio Giorgio Nardone), y atiende en su consulta de Las Palmas de Gran Canaria. En esta ocasión, este profesional nos habla sobre su experiencia atendiendo a pacientes con Trastorno Obsesivo-Compulsivo, una alteración psicológica conocida por estar relacionada con la necesidad de realizar patrones de comportamiento "rituales" repetitivos.
¿Es posible que un trastorno psicológico que lleva años dandole problemas a un paciente desaparezca en tan solo unos pocos meses de terapia?
Que un trastorno sea invalidante y que lleve muchos años afectando a una persona no quiere decir que las soluciones para hacerlo desaparecer tengan que ser de la misma magnitud. Si se consigue dar con el protocolo justo de tratamiento la mayoría de problemas se resuelven en pocos meses.
Cierto es que lo más importante es desbloquear el trastorno en las primeras sesiones para que el paciente deje de sufrir y luego poco a poco ir trabajando con estrategias adecuadas para eliminarlo por completo. Así es como se hace en el caso que nos ocupa, en el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que debe ser eliminado por completo, no valen pequeñas mejorías, si no se elimina del todo luego se vuelve a reproducir. Podríamos decir que se comporta como un virus.
En el caso del Trastorno Obsesivos Compulsivo, ¿es el tratamiento complicado?
Yo diría que es un trastorno complejo que no se puede resolver con una lógica ordinaria. Debemos entender como funciona y aplicar el tratamiento adecuado. Es necesario conocer cómo se estructura en la mente del paciente el problema, conocer el tipo de rituales y si el TOC tiene como base el miedo o el placer. Por ejemplo, un TOC basado en el miedo sería el poner en marcha rituales para evitar contaminarse, y uno basado en el placer sería arrancarse el pelo, lo que se llama tricotilomanía. Debemos tener muy claro lo que hace el paciente para disminuir su miedo o para no ceder al placer.
La mayoría de pacientes con este trastorno ponen en marcha rituales o compulsiones que le tranquilizan en el momento y que poco a poco se hacen más frecuentes hasta que le invalidan por completo. Otras estrategias empleadas por los pacientes es evitar aquello que temen, por ejemplo no acudir a lugares donde puedan contaminarse, y también involucrar a la familia para que les ayuden.
En un principio pude parecer que todo esto sosiega a quien padece un TOC, pero después se convierte en parte del problema, progresivamente el trastorno exige más rituales, más atención por parte de los familiares, más evitación. Debemos incidir con protocolos específicos, como se hace en la Terapia Breve Estratégica (TBE), para desmantelar todo esto que ha construido el paciente y así liberarle de la trampa del trastorno.
Siendo tu especialidad la Terapia Breve Estratégica ¿cuáles dirías que son los aspectos distintivos de esta, y qué distingue del resto de las intervenciones psicológicas?
Uno de los aspectos fundamentales es que la Terapia Breve estratégica está enfocada al cambio, no al aprendizaje como otras. Me explico: en otras terapias se dialoga con el paciente para que conozca su problema, para que lo comprenda a través de la razón y que esto le lleve a actuar de manera diferente.
En cambio, en la Terapia Breve Estratégica el dialogo está enfocado a que el paciente perciba y sienta su problema desde otra perspectiva. Se trata de hacer que este ponga en práctica prescripciones, que en ocasiones pueden parecer originales, pero que están basadas en la eficiencia. Esto ayuda a vencer las resistencias al cambio que tiene cualquier trastorno ya estructurado.
En la TBE hacemos que el paciente se relacione de manera diferente con su problema, lo que hace que tenga una percepción diferente del mismo. Comienza a darse cuenta de que puede dejar de hacer ciertos rituales, rompiendo de esta manera la estructura rígida del trastorno.
En las sesiones usamos un lenguaje persuasivo, que calce con el paciente y con su problema. Una comunicación orientada a que descubra por si mismo como funciona el trastorno y cómo es que lo que ha hecho hasta ahora para solucionarlo lo mantiene o incluso lo empeora. Todo ello hace que la TBE sea una de las más eficientes para tratar los TOC.
¿Cómo empieza a notarse que las compulsiones dejan de tener su poder sobre la persona?
Las compulsiones dejan de dominar la vida del paciente cuando este puede dejar de hacerlas, cuando deja de ser inevitable el llevarlas a cabo. El paciente se da cuenta que cada vez en más ocasiones domina la situación en vez de que lo haga el trastorno. Esto se puede conseguir en poco tiempo si con las estratagemas adecuadas nos apoderamos del síntoma para que deje de ser algo irrefrenable.
El paciente observa que puede, por ejemplo, dejar de lavarse las manos, o que puede dejar de comprobar viente veces un documento antes de enviarlo, o que puede dejar de recitar las fórmulas mentales que antes le imponía el trastorno.
¿Todos podemos llegar a estructurar, padecer un TOC?
Si tenemos en cuenta que el TOC se basa en cosas razonables llevadas al extremo, podríamos decir que cualquiera podría padecerlo. Lavarse las manos está bien para no contaminarse, pero no está bien lavárselas veinte veces. Es algo bueno llevado al extremo. Ser ordenado y limpio está bien, pero si esto nos lleva a que pasemos la mayoría del día implicados en tareas para ordenar y limpiar pasamos de algo que está bien a un trastorno.
La lógica no es incorrecta, lo que es incorrecto es llevarlo al extremo. Por ejemplo, tener una manía para que nos dé suerte antes de jugar un partido de fútbol no es nada perjudicial, pero si lo es que esa manía nos exija cada vez más tiempo, que debamos repetirla primero diez, luego veinte, treinta veces...
¿Recomendarías el uso de la Terapia Breve Estratégica a la mayoría de psicólogos y psicólogas?
Recomendaría la TBE a aquellos psicólogos que quieran resolver problemas psicológicos de manera eficiente.
Debemos tener en cuenta que la TBE estratégica tiene protocolos específicos para distintos trastornos psicológicos que se han probado en cientos de pacientes. No solo eso, sino que en el Centro de Terapia Breve Estratégica de Arezzo, que dirige el profesor Giorgio Nardone, se hacen investigaciones continuas para por un lado adaptar y mejorar los protocolos existentes y, por el otro, desarrollar nuevos protocolos para las patologías que surgen como consecuencia del cambio constante de nuestra sociedad.