¿Cómo aprender a tener expectativas más realistas?

A lo largo de nuestras vidas generamos expectativas positivas o negativas sobre todo lo que hacemos en el día a día; esta capacidad para establecer hipótesis sobre lo que ocurrirá en el futuro nos permite desarrollar proyectos con metas a medio y largo plazo. Sin embargo, la clave está en no pecar de pesimismo ni de optimismo excesivos, dado que las expectativas que no se ajustan a la realidad pueden perjudicarnos de diversas maneras.

Si te interesa aprender a tener expectativas más realistas, sigue leyendo, ya que aquí daremos un repaso a varios consejos para que tus metas y tus predicciones sobre lo que ocurrirá no te lleven ni a los problemas de ansiedad ni a la frustración de ver que las cosas buenas que esperaban no se cumplen.

Consejos para aprender a tener expectativas más ajustadas a la realidad

Seguro que en muchas situaciones laborales o personales de tu vida has esperado que las cosas fueran mejor de lo que realmente han ido, y eso te ha generado malestar a nivel interno, frustración o dolor.

Las expectativas son precisamente eso, ideas o creencias personales sobre lo que pensamos que va a suceder en el futuro como consecuencia de nuestra acción.

Este tipo de proyecciones y especulaciones sobre el futuro tienen un impacto directo en nuestra salud mental, ya que cuanto más ajustadas sean nuestras predicciones a la realidad que nos toca vivir posteriormente, más satisfechos estaremos con lo que nos sucede.

De igual manera, cuando las expectativas son muy superiores al resultado que obtengamos, podemos llegar a sentirnos muy mal con nosotros mismos o incluso enfadados con nosotros o con cualquiera de las variables a las que culpemos por nuestro fracaso.

Estas son algunas de las pautas y recomendaciones que puedes aplicar a tu vida para ser más realista al tener expectativas sobre el futuro y sobre tus proyectos personales o profesionales.

1. Aprender a hacer análisis DAFO

El análisis DAFO es una de las herramientas de análisis estratégico más utilizadas por las empresas y organizaciones más importantes del mundo, así como por profesionales y autónomos de toda clase.

Poner en práctica esta estrategia nos servirá para tomar decisiones importantes con mayor conocimiento, contando con todos los datos esenciales para dar ese paso tan importante para nuestro futuro o bien para elegir la mejor de las opciones entre una variedad de ellas.

El análisis DAFO sirve a los profesionales como plan estratégico que puede ser usado en cualquier ámbito de la vida diaria y que aporta información esencial a la hora de tomar una decisión respecto a: las debilidades de la decisión o el cambio, las amenazas, las oportunidades que ofrece y las fortalezas que entraña respecto a otro camino.

2. Tomar notas de todo lo relevante que hacemos

Ir tomando notas en un diario personal que releamos cada semana para aprender de nuestros errores también nos ayudará a ser conscientes de nuestro progreso diario, así como también a analizar en profundidad qué cosas hemos hecho mal y por qué.

Estas anotaciones deben ser tomadas de manera metódica y describir pormenorizadamente todos y cada uno de los obstáculos con los que nos encontramos durante nuestra vida profesional o personal.

Además de eso, también pueden incluir nuestras estrategias de gestión del tiempo diarias, apuntando la hora a la que iniciamos y terminados cada bloque de actividades durante unos 3 o 4 días, para no sobreestimar nuestra capacidad de producción.

• Artículo relacionado: "Autoconocimiento: definición y 8 consejos para mejorarlo"

3. Analizar escenarios posibles de éxito y fracaso

Otro de los ejercicios que podemos practicar diariamente para aprender a tener expectativas más realistas y lograr que estas no afecten negativamente a nuestra salud mental es el de analizar escenarios posibles de éxito y fracaso en base a predicciones, expectativas o decisiones que nos apremian en el momento presente.

Buscar una versión pesimista, optimista y razonable por cada predicción de lo que vaya a ocurrirnos para compararlas, nos ayudará a entender que el mundo no se acaba por fracasar una vez, y también entenderemos que algunas frustraciones es mejor relativizarlas para que no gobiernen nuestros sentimientos.

4. Buscar apoyo en otras personas

Hablar con las personas que nos rodean acerca de nuestras expectativas e interesarnos por su opinión nos ayudará a tener una visión más objetiva de nosotros mismos y reconocer desde fuera dinámicas negativas que podamos tener y nos cuesten la salud mental.

Tanto amigos como familiares siempre querrán lo mejor para nosotros y su opinión nos pueden ayudar a relativizar sobre los errores y a aprender que en la vida no todo es el éxito, sino que el fracaso también nos enseña mucho.

5. Evitar compararnos sistemáticamente con los demás

Las personas que tienen tendencia a compararse con los demás habitualmente son las que más sufren en su vida diaria y las que tienen mayor tendencia a agobiarse o estresarse por culpa de las expectativas irreales que se proponen.

Querer llegar al nivel al que están y estar pendientes permanentemente de lo que hacen otras personas no es una manera sana de vivir y a la larga puede causarnos graves perjuicios en la salud mental.

En lugar de eso, debemos centrarnos en nosotros mismos y compararnos únicamente con nuestro propio rendimiento para llegar a ser mejores cada día.

• Quizás te interese: "Cómo dejar de compararte con los demás"

6. Valorar el esfuerzo propio

De igual manera, también es importante valorar lo bueno que hemos logrado en la vida y tener en cuenta el esfuerzo que estamos dedicando para conseguir cada uno de los hitos en nuestra vida personal o profesional.

Valorar el propio esfuerzo nos ayudará a tener una mayor autoestima, por lo que lograremos tener unas expectativas más ajustadas a nuestras posibilidades y dejaremos de agobiarnos y de sufrir por querer ser mejores.

7. No obedecer ciegamente a las expectativas que los demás ponen sobre nosotros

Además de evitar comparaciones con otros, también resulta imprescindible olvidar todo aquello que otros puedan opinar de nuestro rendimiento y todas aquellas expectativas que puedan tener otros desde fuera.

Esto nos ayudará, nuevamente, a concentrarnos en nosotros mismos y en mejorar aquello que debemos mejorar para ser mejores.

8. Centrarnos en el presente

Algunas personas se frustran o estresan por estar demasiado centrados en el futuro o en el pasado.

Centrándonos en el presente y en el trabajo que debemos llevar a cabo en la actualidad o a corto plazo seremos capaces de tener expectativas más realistas y ajustadas a nuestro momento y capacidades.

9. Acudir a terapia si nada funciona

Si nada de lo mencionado surte efecto o bien seguimos teniendo problemas con las expectativas demasiado altas, también podemos acudir a un profesional de la psicología.

¿Buscas asistencia psicológica profesional?

Si te interesa disponer de servicios de psicoterapia o asesoramiento psicológico para familias, ponte en contacto con nosotros.

En PSiCOBAi podemos ayudarte de manera online o presencialmente.