Las entrevistas de trabajo son algunos de los momentos más importantes en la vida de muchas personas. No es para menos, ya que en ellas lo que pase en unos pocos minutos puede afectar totalmente al rumbo que va a tomar la propia vida a lo largo de los próximos meses o incluso años. Es por eso que conviene vigilar esos puntos débiles que nos pueden colocar en una posición vulnerable en una entrevista laboral.
Esto es indicativo de que revistar las propias debilidades personales antes de asistir a una de estas citas se convierte en una etapa imprescindible a la hora de prepararse para encontrar trabajo.
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Las debilidades a pulir antes de una entrevista de trabajo
Veamos cuáles son esos pequeños resquicios por los que se pueden esfumar nuestras posibilidades de conseguir trabajo cuando asistimos a una entrevista laboral y todos los ojos están puestos en lo que hacemos y decimos.
1. Dar una imagen artificial
Muchas personas tratan de dar una imagen más seria y profesional "maquillando" hasta el extremo su imagen, aunque eso vaya en detrimento de la naturalidad. Esto es un error, ya que, aunque tener buen aspecto sea valorado positivamente, se convierte en un elemento que resta si el conjunto se nota muy artificial.
Por ejemplo, una persona de 22 años que se presente a una entrevista de trabajo para optar a un puesto de ingeniero informático puede llegar a parecer muy artificial si va demasiado engalanado. El mensaje que transmite algo así es que el candidato o candidata se lo está jugando todo a una carta; concretamente, a la carta de la estética. Este efecto es más dañino en personas jóvenes, ya que no están tan acostumbradas a llevar ropa elegante en su día a día.
2. Esquivar preguntas
Una entrevista de trabajo no es como un rueda de prensa de un político: hay que abordar las preguntas de frente o nuestras opciones de acceder al puesto que deseamos se verán drásticamente limitadas. Ante las omisiones y las respuestas que en realidad no lo son, los encargados de la selección del personal se imaginan la peor de las opciones posibles.
3. Ceñirse a lo que se dice
El lenguaje no verbal es importantísimo en las entrevistas de trabajo, especialmente si optamos a un puesto en el que hay que tratar directamente con los clientes. Es por eso que conviene no obsesionarse con lo que se dice sin tener e cuenta los gestos y las posturas que se adoptan.
4. No mirar a los ojos
Esta debilidad está relacionada con la anterior, pero es tan importante que se merece su propia sección. Mantener la vista baja es fatal en el contexto de una entrevista de trabajo. Es preferible mirar a los ojos y denotar signos de nerviosismo (que normalmente van atenuándose con el paso de los minutos) que no mirar a la otra persona a los ojos y mantenerse constantemente en una actitud de indefensión.
5. Mintiendo acerca del pasado
Los departamentos de selección de personal pueden averiguar con cierta facilidad cuándo un candidato miente y cuándo dice la verdad acerca de su pasado. Si el puesto al que se opta en la entrevista laboral es importante, invertirán más esfuerzos en investigar acerca de estos aspectos.
6. Falta de curiosidad
Un punto débil frecuente. Asumir que la entrevista de trabajo es un evento al que uno va a hablar de sí mismo es un error. Es bueno mostrar interés en la empresa y en lo que se hace, y también es muy valorado que se realicen preguntas para solucionar dudas acerca de las dinámicas de trabajo, la organización en general, etc.
7. Estar muy de acuerdo en todo
Se nota mucho cuando un candidato o candidata trata de caerle bien toda costa a la persona que conduce la entrevista. Por ejemplo, asintiendo efusivamente cuando la otra persona hace afirmaciones que en realidad no son importantes, o fingiendo pequeñas carcajadas ante pequeñas bromas que aparecen a lo largo de la entrevista. Esto, al igual de la debilidad de arreglarse demasiado para una entrevista laboral, da una imagen de maquiavelismo y de falsedad.
8. Hablar mal de las empresas anteriores
No es malo hablar sobre el modo en el que los anteriores trabajos no satisfacían nuestras demandas, pero hay que hacer esto con tacto. Por un lado, se debe preservar la confidencialidad del funcionamiento interno de estas organizaciones, y por el otro, es desaconsejable atribuir la culpa de todo a la empresa en sí salvo en casos excepcionales en los que los derechos de los trabajadores se hayan violado claramente. Lo aconsejable es plantearlo como un choque de filosofías o, en todo caso, referirse a conflictos con personas concretas de la organización en vez de hablar de todo el conjunto.
9. No haber investigado sobre la empresa
Esta debilidad suele ser expuesta en gran cantidad de casos, pero no deja de ser grave. Asistir a una entrevista de trabajo sin conocer ideas básicas sobre la organización a la que se quiere pertenecer es un síntoma de falta de interés que, a ojos de las personas que seleccionan personal, puede transformarse fácilmente en desinterés y falta de implicación ante las tareas a realizar.
10. La megalomanía
Otra debilidad que se puede mostrar en una entrevista de trabajo es, paradójicamente, actuar como si uno no tuviese debilidades. Esto da el mensaje de que uno mismo es incapaz de detectar sus imperfecciones y que por consiguiente dará problemas en el puesto de trabajo. La megalomanía es un mal signo y denota una mente poco analítica a la hora de juzgar lo que funciona y lo que no.
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