François VI, duque de La Rochefoucauld, fue un importante noble de la Francia del siglo XVI, se destacó como escritor, poeta, político y filósofo, quién dejó en alto los valores morales y éticos para una sociedad funcional y digna. Gracias a sus aportes, se le llamó el ‘Príncipe de Marcillac’.
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Las frases de François de La Rochefoucauld más interesantes
Para conocer mejor los aportes que dejó este aristócrata sobre diferentes conceptos de la humanidad, desde el amor hasta la lealtad, traemos una recopilación de citas y reflexiones sobre François de La Rochefoucauld.
1. Pasa con el verdadero amor como con los aparecidos; todo el mundo habla de ellos, pero muy pocos los han visto.
El verdadero amor no sucede con tanta frecuencia como deseamos.
2. El medio más fácil para ser engañado es creerse más listo que los demás.
La arrogancia es una debilidad que nos vuelve vulnerables.
3. La solemnidad es un truco del cuerpo para disimular los defectos de la mente.
No todas las personas amables tienen buenas intenciones.
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4. Insensato, es el nombre que generalmente damos a aquellos que no piensan como nosotros.
Cada persona tiene una opinión diferente y merece respeto, sin importar si coincide con la nuestra.
5. Si juzgamos el amor por la mayor parte de sus efectos, se parece más al odio que a la amistad.
A veces, la pasión en el amor es tan desmedida que puede llegar a la locura.
6. No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.
Cuando sientes amor por algo o alguien, es imposible de ocultar por mucho tiempo.
7. Nunca somos tan felices ni tan desdichados como nosotros creemos.
Nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos, está sesgada.
8. La sobriedad es el culto al cuerpo que impide atiborrarse de comida.
Recuerda que nuestra salud se ve influenciada por nuestros hábitos alimenticios.
9. Ponemos más interés en hacer creer a los demás que somos felices que en tratar de serlo.
La felicidad interna se refleja en el exterior.
10. A veces creemos odiar la adulación y lo que se odia es la manera de adular.
Preferimos las adulaciones que nos hagan sentir bien por completo, no las que tengan alguna crítica implícita.
11. Los celos se nutren de dudas y la verdad los deshace o los colma.
Los celos son una representación de la inseguridad propia.
12. El silencio es el partido más seguro para el que desconfía de sí mismo.
Para aquellos que no confían en sí mismos, mantenerse retraídos se convierte en su lugar seguro.
13. Es más vergonzoso desconfiar de los amigos, que ser engañado por ellos.
La desconfianza lleva a la perpetua soledad.
14. Todo el mundo se queja de su memoria, pero nadie de su inteligencia.
Las inteligencias son muy variadas, pero no todos la utilizan con sabiduría.
15. A los viejos les gusta dar buenos consejos, para consolarse de no poder dar malos ejemplos.
Un interesante cambio de perspectiva.
16. Vengarse de una ofensa es ponerse al nivel de los enemigos; perdonársela es hacerse superior a ellos.
La venganza solo nos consume a nosotros por dentro.
17. El arrepentimiento no es tanto el pesar por el mal que hemos hecho como el temor al mal que puede sobrevenirnos como consecuencia.
Arrepentirnos es una forma de evitar que las consecuencias de nuestros actos sean más drásticas.
18. A veces un necio tiene talento, pero nunca buen juicio.
Las personas necias pueden tener potencial, pero no todos están dispuestos a atenderles.
19. Cada edad de la vida es nueva para nosotros; no importa cuántos años tengamos, aún nos aqueja la inexperiencia.
Todas las etapas de la vida tienen algo que nos sorprende.
20. El temperamento determina con frecuencia el valor de los hombres y la virtud de las mujeres.
Son nuestras acciones quienes demuestran a los demás quiénes somos en realidad.
21. La filosofía triunfa con facilidad sobre las desventuras pasadas y futuras, pero las desventuras presentes triunfan sobre la filosofía.
Lo desconocido es el arma secreta de la filosofía.
22. La duración de nuestras pasiones depende tan poco de nosotros como la duración de nuestra vida.
Las pasiones deben ser cuidadas y escuchadas.
23. Las pasiones engendran a menudo otras que son sus contrarias: la avaricia produce a veces la prodigalidad, y la prodigalidad la avaricia; a menudo somos firmes por ser débiles, y audaces por cobardía.
Esto sucede cuando nos dejamos cegar por nuestras pasiones.
24. La adulación es una especie de mal dinero, para lo que nuestra vanidad nos da moneda.
Mucha adulación hace que dejemos de preocuparnos por mejorar.
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25. Algunas cosas falsas reproducen tan bien la verdad que sería un error de juicio no dejarse engañar por ellas.
Todas las mentiras tienen un atisbo de realidad.
26. No tenemos paciencia con la vanidad de otras personas porque es ofensivo para nuestra propia vanidad.
Somos egoístas por naturaleza.
27. Para tener éxito debemos hacer todo lo posible por parecer exitosos.
Hay quienes dicen que debemos ver nuestro éxito cómo si ya lo hubiésemos conquistado.
28. Comer es una necesidad, pero comer de forma inteligente es un arte.
La comida puede ser un enemigo cuando no la balanceamos de forma saludable.
29. La moderación es una cualidad inventada con el fin de limitar la ambición de los grandes hombres y consolar a los mediocres de sus escasos méritos.
Todos deben estar orgullosos de las cosas que logran, el éxito es personal.
30. Lo que hace que los amantes no se aburran nunca de estar juntos es que se pasan el tiempo hablando siempre de sí mismos.
Una relación saludable no es solo atender a otro, sino mantener nuestro amor propio.
31. La virtud no iría muy lejos si la vanidad no la hiciese compañía.
No está mal tener ambiciones, mientras estas no nos cieguen.
32. Establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros.
Tendemos a crear excusas para nuestro comportamiento, mientras juzgamos las acciones de los demás.
33. Se perdona mientras se ama.
Las personas que aman tienen un corazón más compasivo.
34. Es tan frecuente que cambien los gustos, como extraordinario que varíen las inclinaciones.
Todos podemos cambiar de opinión, eso se llama madurez.
35. Nuestro amor propio sufre con mayor impaciencia la condenación de nuestras aficiones que la de nuestras pasiones.
Cuando no sabemos qué debemos hacer para vivir cómo queremos, nuestro interior sufre.
36. Pocas personas tienen la sabiduría para preferir la crítica que les haría bien, a la alabanza que les engaña.
La crítica nos ayuda a mejorar, la alabanza puede ser una mentira para reconfortarnos.
37. La hipocresía es el homenaje que el vicio paga a la virtud.
Una reflexión sobre la hipocresía para él.
38. El halagador es el único orador que siempre nos convence.
Muchas veces caemos en la trampa de aquellos que saben convencernos.
39. Es necesario tener tanta discreción para dar consejos como docilidad para recibirlos.
Hay que saber escuchar y hablar cuando realmente sea necesario.
40. Si en algunos hombres no aparece el lado ridículo, es que lo hemos buscado bien.
Todos, en algún momento, cometemos alguna tontería.
41. Hay defectos que, bien manejados, brillan más que la misma virtud.
Podemos utilizar los defectos como inspiración para crear cosas nuevas.
42. La libre comunicación de los pensamientos y las opiniones es uno de los derechos más preciados por el hombre.
La libertad que todos debemos apreciar, proteger y mantener.
43. Es una gran estupidez querer ser exclusivamente sabio.
Ninguna persona lo sabe todo, siempre hay algo nuevo que aprender.
44. Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
La envidia es una especie de niebla mental que nos mantiene en perpetuo odio.
45. Todos poseemos suficiente fortaleza para soportar la desdicha ajena.
Aunque se sienta como algo imposible de superar, podemos atravesar las eventualidades.
46. En el amor, el engaño generalmente sobrepasa a la desconfianza.
El peor dolor en una relación es ser traicionado por tu pareja.
47. Hay pocas mujeres cuyos encantos sobrevivan a su belleza.
La belleza va más allá de la apariencia física, es una representación de nuestra personalidad.
48. Lo que pareciera ser generosidad a menudo no es más que una ambición disfrazada, que no da importancia a un pequeño interés con tal de asegurar uno grande.
Muchos utilizan la beneficencia como una manera de obtener poder.
49. Aquellos que se aplican a asuntos triviales comúnmente llegan a ser incapaces de los grandes.
Una forma de decir que las personas que se conforman con lo simple, no buscan ir más allá.
50. La mayoría de nuestras faltas son más perdonables que los medios que utilizamos para ocultarlas.
Es preferible ser honestos y reconocer los errores para así remediarlos.
51. Por mucho que nos esforcemos por cubrir las pasiones con apariencias de piedad y de honor, siempre se manifiestan a través de esos velos.
El mal existe, incluso en las ‘buenas intenciones’.
52. Las pasiones son los únicos oradores que siempre persuaden. Son como un arte de la naturaleza cuyas reglas son infalibles; y el hombre más romo cuando le domina la pasión persuade mejor que el más elocuente que carece de ella.
Nuestras pasiones nos llevan a desear cumplir nuestros sueños, pero debemos tener cuidado con dejar que nos domine.
53. El amor propio es más ingenioso que el hombre más ingenioso de este mundo.
Cuando tenemos una alta autoestima, somos capaces de lograr más cosas.
54. Es mayor la pereza de nuestro espíritu que la de nuestro cuerpo.
La motivación comienza en nuestra mente.
55. Cuando nuestro odio es demasiado vivo, nos coloca por debajo de lo que odiamos.
La mejor venganza es demostrar que podemos seguir adelante sin importar la opinión de los demás.
56. La obstinación nace de la estrechez de espíritu.
Las personas que rechazan el cambio es porque tienen una mente cerrada.
57. A veces damos consejos, pero no enseñamos con nuestra conducta.
De nada valen nuestras palabras si nuestras acciones las contradicen.
58. La sinceridad es una efusión del corazón. Muy pocos la tienen; y la que ordinariamente vemos no es sino un refinado disimulo para ganar la confianza de los demás.
Aprecia a aquellos que son honestos contigo, la verdad puede doler, pero es mejor que vivir en una mentira.
59. Los espíritus mediocres condenan generalmente todo aquello que no está a su alcance.
La naturaleza de los envidiosos, destruir la felicidad ajena.
60. Es más fácil ser sabios con otros que con nosotros mismos.
Tendemos a dar grandes consejos a los demás, pero no ponerlos en práctica con nosotros mismos.
61. Si no tuviéramos defectos no sentiríamos tanto placer descubriendo los de los demás.
A veces reflejamos nuestros problemas en los demás, porque no queremos admitir los nuestros.
62. El valor perfecto consiste en hacer, sin testigos, lo que seríamos capaces de hacer delante de todo el mundo.
Las buenas obras se hacen con intenciones honorables, no para buscar una recompensa.
63. El interés, que ciega a unos, deslumbra a otros.
El interés debe verse como una forma de motivación, así evitamos que nos consuma.
64. Conocer las cosas que lo hacen a uno desgraciado, ya es una especie de felicidad.
Para buscar algo mejor, debemos ser conscientes de nuestras fallas.
65. La verdadera prueba de que se ha nacido con grandes cualidades estriba en haber nacido sin envidia.
El verdadero reto para quienes lo tienen todo, es mantener la humildad.
66. El amor, como el fuego, no puede subsistir sin un movimiento continuo y muere en cuanto deja de esperar o de temer.
El amor también necesita crecer, porque si no, se marchita.
67. Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que al final nos disfrazamos para nosotros mismos.
Cuando queremos complacer a los demás, olvidamos qué es lo que nos hace felices.
68. La intención de no engañar nunca nos expone a ser engañados muchas veces.
No solo hay que ser buenas personas, sino que hay que aprender a no ser tan confiados.
69. Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.
La verdadera y más fuerte felicidad es la que surge de nuestro interior.
70. Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
La ignorancia es un peso que algunos deciden cargar para siempre.
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