¿Cómo te sientes cuando hablas con tu pareja? ¿Crees que tienes una comunicación eficaz en tu relación? ¿Crees que puedes hablar de cualquier tema con tu pareja? ¿Y de sexo?
Adquirir habilidades comunicativas puede ser todo un reto, especialmente cuando nadie nos ha enseñado a hacerlo. Y si le sumamos hablar sobre sexualidad puede parecer imposible.
Primeros pasos para hablar con tu pareja de sexo
Primero se tiene que aprender a diferenciar los dos pilares indispensables que existen dentro de las habilidades de comunicación en general:
- No verbales: mirada, sonrisa, postura, tono, velocidad de la voz, contacto físico y gestos.
- Verbales: contenido del mensaje.
Ambas partes son igual de importantes y te explico por qué. Si se quiere tener una comunicación eficaz, ambos pilares deben ser coherentes para poder transmitir el mismo mensaje.
A veces se dice algo, pero el tono de voz o la expresión de la cara dice lo contrario. Esto puede hacer que la persona que tenemos frente a nosotros no comprenda lo que le queremos decir, ya que hay una contradicción entre la información verbal y no verbal que está recibiendo.
Cuando se le quiere comunicar a la pareja algo determinado de la vida sexual individual o en pareja es clave que estos dos ingredientes vayan en la misma dirección. Se puede practicar y tener habilidades para ello.
No es lo mismo decirle a tu pareja que te encantan los momentos íntimos que pasáis juntos con una sonrisa y en un tono de voz suave, que decirlo en tono alto y con un semblante serio. En la primera opción es coherencia lo que se ve con lo que se trasmite verbalmente, pero en la segunda opción se da una discordancia en ambos pilares comunicativos.
¿Qué tengo que tener en cuenta para hablar de sexo con mi pareja?
Otro aspecto a tener en cuenta son los elementos que se dan en cualquier aprendizaje de comunicación eficaz:
El lugar o momento elegido
Cuando se decide hablar con la pareja el lugar donde se hace o el momento del día elegido puede ser algo que a priori no tendría que tener nada que ver con el mensaje que se quiere decir. Sin embargo, puede que el mensaje no llegue de la misma forma al otro cuando se decide elegir un lugar o un momento no muy acorde a la temática del mensaje que se quiere transmitir.
Por ejemplo, le quieres comunicar a la otra persona que sientes que no estáis en el mismo mood a nivel erótico actualmente. Decir este mensaje en una reunión con familiares, quizá no es el mejor lugar para que la pareja tenga la confianza o la tranquilidad para hablar de ello.
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El estado emocional de las personas implicadas
Cómo se encuentre cada miembro de la pareja a nivel emocional en el momento que se decide hablar de un tema puede determinar el desarrollo de la conversación. Es mejor preguntar al otro/a si le apetece hablar de ese tema para dar la oportunidad de decidir, también, a la otra parte.
Por ejemplo, una persona quiere decirle a su pareja que le gustaría incluir en sus prácticas sexuales un vibrador a distancia. Esta persona decide hacerlo en el momento que su pareja ha perdido a un ser querido y se encuentra muy triste.
Algunos ejemplos pueden resultar exagerados o cómicos, pero son más fáciles de entender de este modo.
Juicios o consejos “Deberías de tener más presente el tema sexual entre nosotros porque es muy importante”. Al hablar de “deber” se hace obligatorio lo que se tiene que hacer. Mientras que si se habla desde “lo que para mí es importante en una relación” se transmite lo que para mí es interesante, respetando y contemplando que no tiene por qué serlo para la otra persona.
Quejas
La queja transmite que no se está satisfecho con algo. Cuando esto se convierte en una rutina en la comunicación con la pareja, se trasmite esa insatisfacción en todos lo que dice/hace el otro/a. Por este motivo, resulta un elemento de rechazo que esté presente en la mayoría de conversaciones o discusiones que se tienen en pareja.
Por ejemplo, quieres quejarte de la diferencia del deseo que existe entre tu pareja y tú. Puedes decirlo desde “siento que tengo más deseo que tú y no sé cómo se puede solucionar” (ejemplo más asertivo) o decir “siempre estás igual cuando hablo de sexo y nunca tienes ganas” (ejemplo menos asertiva).
Generalizaciones excesivas
“Todo el mundo hace tríos por qué nosotros no lo hacemos”. Transmitir que se tiene ganas de X prácticas eróticas desde una creencia general y no desde lo que se quiere o se desea, no suele salir bien. Sobre todo, porque la pareja no va a entender qué deseas hacerlo, que es una inquietud sexual, fantasía, etc. tuya de forma genuina.
Y los reproches, interrupciones, amenazas o tecnicismo hay que intentar minimizarlos a la hora de comunicarnos con la pareja, ya que aumentan una comunicación no eficaz.
Uno de los motivos por los que una pareja puede presentar problemas en la comunicación es la alta tasa de intercambios aversivos. Estos componentes aversivos pueden ser críticas, reproches, ataques, ironías, etc.
¿Cómo se puede trabajar la comunicación en pareja a nivel erótico?
Para empezar a trabajar los intercambios aversivos que se han destacado anteriormente, se hace mediante la reducción de los mismos. Reducir la queja, por ejemplo, junto con el aumento de intercambios de información positiva, la mejora de la capacidad empática de ambos miembros, el entrenamiento en habilidades de comunicación asertiva y el aprendizaje de estrategias de negociación. Para bajar el intercambio aversivo entre los miembros de la pareja y empezar el aumento de intercambios de información positiva se cita a Chapman (1995). Este autor hablaba de las cinco modalidades de mostrar amor o cariño:
- La palabra: verbalizar halagos, piropos, palabras de ánimo o felicitaciones. También escuchar de forma activa al otro (sin críticas ni juicios).
- El tiempo de calidad: compartir tiempo en pareja que ambas personas aprovechen y valoren de forma positiva.
- Los regalos: simbolizan una expresión de amor por el tiempo dedicado a elaborarlos o el esfuerzo por adquirirlos.
- Los actos de servicio: mostrar cariño a través de favores.
- El contacto físico: abrazos, besos y caricias.
Para cada pareja, las demostraciones de afecto o los lugares elegidos para hablar pueden ser muy diversos. La recomendación principal es trabajar, en primera instancia, en identificar cuáles son las vuestras, compartirlas entre ambos y establecer cuáles estarán dentro del repertorio de información positiva que se intercambian en la relación.


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