Muchos soñamos con un puesto grande, pero cuando pensamos en tener gente a cargo, las dudas e inseguridades nos empiezan a comer la cabeza. Y, bueno, ¿a quién no le intimida un poco la idea de tomar decisiones importantes, calmar conflictos o motivar a un equipo?
Pero liderar no es algo con lo que se nace, sino una habilidad que se puede entrenar, y justo de eso queremos hablarte hoy. Aunque existen distintas vías para hacerlo, una de las mejores formas de potenciar esta competencia es a través del coaching profesional.
Así pues, aquí hablaremos sobre de qué es el coaching profesional y cuál es su papel cuando la misión es potenciar tu liderazgo. Y para ello, nos basaremos en algunos de los puntos clave del completísimo libro “Manual de entrenamiento para coaches: Potencia tus habilidades y maximiza tu impacto”, escrito por Silvia Guarnieri y Ruth Gavilán y publicado recientemente por Escuela Europea de Coaching.
Aclaremos términos: ¿qué es el coaching profesional?
El coaching profesional es un acompañamiento uno a uno y la meta consiste en: ayudarte a desarrollar habilidades, romper barreras y alcanzar tus objetivos.
Y, sí, hay habilidades que pueden obtenerse en un curso, por ejemplo, pero con el coaching pasa algo distinto, y es que el proceso es 100% tuyo. Aquí no te dan respuestas de manual; tu coach te hace las preguntas correctas para que descubras tus propias respuestas.
Este proceso también te invita a ver las cosas desde otro ángulo y te da herramientas que puedes usar en tu día a día. Es un espacio para trabajar tanto en lo que ya haces bien como en lo que todavía te cuesta, para que te conviertas en un líder más seguro, claro y que realmente conecta con su equipo.
Vale, ¿y por qué hoy es tan importante ser un buen líder?
Así como todo cambia y evoluciona en esta vida, también cambian las expectativas que tienen las compañías sobre sus trabajadores y, además, lo que esperan los trabajadores de su sitio de trabajo.
Entonces, cada vez más, las empresas necesitan líderes que inspiren, que generen confianza y que creen ambientes donde la gente se sienta con ganas de dar lo mejor de sí. Y esto se nota directamente en el desempeño.
¿Cómo se nota esto? En detalles simples pero a la vez poderosos:
- Equipos que se comunican mejor y evitan malentendidos que no les llevan a nada bueno.
- Menos conflictos que se hacen bolas.
- Gente más motivada que aporta ideas nuevas.
Además, cuando un líder invierte en sí mismo, todo su equipo se beneficia. Trabajan con más dirección y propósito. Por eso, dedicarle tiempo a estas habilidades es una inversión que impacta a toda la empresa.
Cómo el coaching te prepara como líder
El coaching te ayuda a afilar esas habilidades y a destacar positivamente cuando tienes que guiar a otros. Algunas de las más importantes son:
- Comunicación directa y clara: esto se traduce en aprender a decir lo que piensas sin rodeos, pero de una forma que no lastime.
- Inteligencia emocional: es decir, saber manejar tus propias emociones y entender las de los demás para que los problemas no se salgan de control.
- Decisiones más acertadas: por ejemplo, pensar con la cabeza fría y considerar varias opciones antes de actuar.
- Manejo de conflictos: puede que quieras salir huyendo, pero cuando eres líder es necesario enfrentar los problemas de frente en lugar de evitarlos. Aunque, la verdad, esta habilidad aplica para la vida, en general.
- Delegar con confianza: A veces es necesario soltar el control, dar responsabilidades y dejar que otros crezcan.
Lo mejor de todo es que estas habilidades no se trabajan solo en teoría, sino que las aplicas a las situaciones reales de tu trabajo, así que ves resultados desde el principio.
¿Cómo funciona un proceso de coaching?
Aunque cada persona tiene sus particularidades y formas de hacer las cosas, el proceso suele tener una estructura básica:
- Empezamos por ti: tu coach te ayuda a ver tus fortalezas, dónde puedes mejorar y qué quieres lograr.
- Definimos metas: juntos, establecen objetivos claros que te motiven de verdad.
- Las sesiones: se analizan situaciones reales de tu trabajo, se prueban nuevas ideas y se revisan tus avances. Y si algo no funciona, se ajusta, sin problema.
- A practicar: lo que aprendes en la sesión lo llevas directo a tu trabajo. Es práctica pura, no teoría.
- Seguimiento: tu coach te acompaña para que no pierdas el foco ni la motivación.
¿Cómo le sacas el máximo provecho?
Si te animas a probar el coaching, hay algunas actitudes que te ayudarán a sacarle el máximo provecho. Lo primero es practicar la honestidad contigo, porque cuanto más claridad tengas en qué te cuesta, más fácil será trabajar en ello.
Luego, es fundamental que te comprometas con el proceso, porque, sí, escuchar a tu coach es parte del trabajo, pero el cambio real ocurre cuando pones las cosas en práctica. Por eso, es súper recomendable que actúes de inmediato, que uses lo que aprendes en tu día a día y así lo irás convirtiendo en un hábito.
Además, te va a servir mucho pedir y dar retroalimentación; aceptar las opiniones de los demás y también compartir las tuyas te ayudará a avanzar más rápido. Y por último, abre la mente, porque a veces los mejores avances vienen de probar algo que te saca de tu zona de confort.
¿Y qué pasa en la empresa?
Cuando el coaching se usa dentro de una organización, el impacto va más allá de la persona. Se empieza a sentir un cambio en cómo se trabaja: hay más apertura, más comunicación y más ganas de aprender. Y sí, esto se refleja en los resultados.
Las empresas que han invertido en esto ven equipos más comprometidos, menos gente que se va y una mayor capacidad para adaptarse a los cambios. No es casualidad: un líder formado con coaching cuida tanto los logros como a las personas, y eso crea un ambiente donde todos quieren sumar.
Al final, el liderazgo no es un don de unos pocos, como se podría pensar. Es una mezcla de habilidades, actitudes y hábitos que se pueden trabajar cada día. Y el coaching profesional es una forma bastante directa de hacerlo, pues te acompaña para que descubras cómo ser un líder a tu manera, usando tus propias fortalezas.
Desarrollar tu liderazgo con este enfoque no solo te beneficia a ti, sino que eleva el nivel de tu equipo y mejora el ambiente de trabajo. Y en esta era llena de cambios, tener gente que sepa guiar con claridad, empatía y decisión ayuda un montón en el camino.


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