Dijiste que querías un nuevo trabajo, armaste un plan para conseguirlo y, sin darte cuenta, aparecieron mil obstáculos.
Dijiste que ibas a empezar ese proyecto que tanto te ilusionaba, y una vez más terminaste scrolleando en Instagram durante una hora sin hacer nada de lo que habías planeado.
Empieza hoy tu viaje de bienestar
Accede a una amplia red de psicólogos calificados. Empatía y experiencia a tu servicio.


Dijiste que mejorarías tu inglés, pero justo en el momento de estudiar, te dio flojera o te inventaste una excusa para no ir al grupo de intercambio al que recién te habías animado a ir.
Entonces, ¿cómo hacer para que esta vez sí sea distinto? De eso se trata lo que vamos a hablar ahora.
¿Por qué cuesta tanto hacer cambios que se mantengan?
Hay algo que mucha gente no dice, pero que es importante poner sobre la mesa: cambiar no es fácil, incluso cuando lo deseas con todas tus fuerzas. Y no, no siempre es por falta de voluntad; a veces el problema es que estás peleando con formas de pensar o sentir que vienen funcionando en piloto automático desde hace años.
Es común ver gente que trabaja durísimo, empieza con mucha ilusión, ensaya diferentes caminos, pero termina frustrada porque siente que está estancada. Esto pasa porque hay algo más profundo que está influyendo, y muchas veces ni siquiera es tan obvio. Miedos, creencias que aprendiste sin darte cuenta, la presión por hacer todo perfecto, el miedo a fallar o incluso a que te vaya bien.
Cambiar requiere aprender a estar incómodo por un rato. El cerebro, por costumbre, va a elegir lo que ya conoce, aunque no sea lo mejor para ti. Entonces, si no te das el espacio para entenderte, para revisar qué te pasa por dentro, cualquier cambio que intentes se vuelve difícil de sostener.
Y, ojo, esto no significa que tengas que resolver todo antes de empezar. Lo importante es saber que no se trata solo de fuerza de voluntad. A veces, lo que realmente necesitas es claridad, un poco de orden y aprender a moverte incluso cuando no te sientes al 100%.
- Artículo relacionado: "Cómo crear un hábito: 5 pasos para lograrlo"
Retomar el mando y empezar a moldear
No hay manual ni paso a paso, pero aquí tienes algunas ideas que te ayudarán en el proceso:
1. Empezar por las preguntas importantes
Cuando estás medio perdido, lo primero es hacerte preguntas simples pero honestas. ¿Qué necesitas de verdad? ¿Qué te gustaría cambiar? ¿Por qué te gustaría cambiarlo? ¿Qué te molesta de tu situación actual? ¿Estás dispuesto a atravesar todo lo que implica conseguir esto que quieres? Tal vez no tengas una respuesta clara al principio, pero lo importante es abrir ese espacio para escucharte sin apuros.
No necesitas saberlo todo. Solo darte permiso para mirar hacia adentro. Muchas veces estamos tan ocupados reaccionando a lo de afuera que nos olvidamos de prestarnos atención a nosotros mismos.
2. Conocerte mejor
Conocerte no es repetir frases bonitas sobre el amor propio, tampoco es saber qué color te gusta; es saber cómo piensas, cómo reaccionas, qué te hace sentir incómodo, qué sueles evitar, por qué eres como eres y cómo se construyó tu yo actual. Es ver cuáles son tus patrones cuando estás estresado, qué cosas repites sin darte cuenta y qué partes de ti estás dejando de lado.
Cuando empiezas a entenderte, puedes tomar decisiones que tengan más sentido para ti, desde un lugar de solidaridad y comprensión hacia tí mismo, con paciencia y con ternura. No para quedar bien ni para cumplir con lo que otros esperan, sino para vivir de una forma más coherente con lo que realmente valoras.
3. Poner metas que tengan sentido dentro del marco de la realidad
A veces el problema no es la falta de disciplina, sino que ni siquiera sabes bien qué estás buscando. Por eso es tan importante tener objetivos que estén bien pensados, que sean concretos y que puedas medir de alguna forma.
No es lo mismo decir “quiero cambiar de vida” que decir “quiero dedicar dos horas semanales a trabajar en mi proyecto freelance para, en tres meses, empezar a ofrecer mis servicios”. Cuanto más claro esté lo que quieres lograr, más fácil será organizarte y mantenerte en camino.
- Quizás te interese: "Crecimiento personal: cómo transformar tu vida en 6 pasos"
4. Ver qué es lo que te está frenando
Hay algo que siempre vale la pena revisar: ¿qué ha sido lo que te ha detenido hasta ahora? Tal vez te saboteas cada vez que las cosas empiezan a ir bien, o te paralizas cuando todo depende solo de ti. Quizás estás esperando que los demás te aprueben, o no te atreves a soltar lo que ya conoces aunque no te haga feliz.
Identificar esos frenos no es para echarte culpas, sino para dejar de repetir las mismas cosas sin darte cuenta. Cuando puedes ponerle nombre a lo que te bloquea es más fácil elegir actuar diferente.
5. Aprender lo que te haga falta
Muchas veces queremos hacer cambios, pero no tenemos las herramientas necesarias. Si no sabes cómo manejar la ansiedad, cómo organizar el tiempo o cómo lidiar con el miedo, es muy probable que termines volviendo a lo de siempre. Por eso también es importante sumar nuevas habilidades, desde emocionales hasta prácticas, y esto se construye y toma tiempo.
No se trata de aprender por aprender, sino de darte lo que necesitas para sostener ese cambio que quieres. Puede ser desde aprender una nueva herramienta de marketing digital hasta aprender a decir que no, a pedir ayuda, a comunicarte mejor o a poner límites.
6. Empezar, aunque no sea el momento ideal
Hay algo que pasa mucho: esperas sentirte con ganas, con energía, con claridad... y ese día nunca llega. El problema es que si esperas a que todo esté perfecto para moverte, vas a quedarte en el mismo lugar.
El momento ideal casi nunca existe, así que lo mejor que puedes hacer es arrancar desde donde estás, con lo que tienes, aunque no sea perfecto. Porque el movimiento trae más claridad que cualquier cantidad de pensamientos. Incluso un inicio modesto te impulsa a superar la inacción.
7. Ser más flexible contigo
Está bien tener un plan, pero también necesitas espacio para adaptarte. Si algo no sale como esperabas, no significa que hay que soltar la meta para siempre y que no hay más nada qué hacer. Solo necesitas revisar, ajustar y seguir. Esto no va de hacerlo todo perfecto, va de mantenerte cerca de lo que te importa, incluso cuando no te sale del todo bien.
La clave es sostener el rumbo aunque te equivoques, aunque tardes más de lo que imaginabas o aunque tengas días malos. Y, sí, también es importante aprender a tratarte bien cuando las cosas no salen como querías.
En resumen...
No necesitas una vida perfecta para empezar a cambiar algo. Lo que sí necesitas es mirarte con más atención, hablarte con honestidad, dejar de esperar el momento ideal, negociar contigo mismo en los momentos donde hay estancamiento y comprender que cada vez que se suelta la dinámica no es volver a empezar, es continuar, y entender que ese período de parón forma parte de la construcción.

Norma Conde
Norma Conde
Psicoterapeuta, Tratamiento del Estrés, Ansiedad, Dolor crónico, Duelo, Autoestima, Gestión emocional, Terapia de pareja.
La verdadera transformación surge de la consciencia y la mirada atenta, sin depender de la suerte ni de soluciones mágicas.Es una mezcla de conocerte, hacerte cargo y moverte con intención. Y aunque no se note de inmediato, cada paso que das desde ese lugar cuenta, porque te está acercando a una vida más parecida a la que realmente quieres vivir.