Las matemáticas son parte importante de la ciencia y la psicología, como ciencia que es, hace uso de ellas para lograr sus objetivos de predecir y controlar la conducta humana.
Para este fin es importante el uso de la probabilidad, que permite a los científicos tener una mayor certeza a la hora de prever cómo actúan las personas.
Psicología y estadística: ¿qué relación tienen?
El uso de las matemáticas ha sido parte importante de las ciencias desde que estas surgieron como tal a principios de la era moderna, hasta el punto en que es innegable la gran influencia de los números en lo que hoy llamamos conocimiento científico. Francis Bacon proponía un fuerte protagonismo de las matemáticas como parte de su nuevo método, mientras que Galileo concebía la matemática como el lenguaje con el que Dios escribió la naturaleza (Fraile, 2000).
De esa forma se hace totalmente razonable que la psicología, como ciencia que es, utilice de una u otra forma las matemáticas en sus estudios, ya sea de forma auxiliar o como parte del método hipotético deductivo. Este método ha sido objeto de una de las controversias constantes entre los teóricos de la psicología (Silva, 2013).
¿Qué fines tiene la psicología como ciencia?
Ahora bien, para poder comprender la importancia de la probabilidad en la ciencia psicológica es necesario comprender los fines de la psicología. Al respecto de esto, nos dicen Coon y Mitterer (2010) que la psicología persigue cuatro fines, a saber: la descripción, la comprensión, la predicción y el control de la conducta y los procesos mentales.
Es importante, sin embargo, comprender bien lo que se entiende con los conceptos predicción y control. Por predicción se entiende la capacidad para prever una conducta con certeza, mientras que por control se entenderá simplemente con la capacidad de modificar las condiciones que afectan la conducta (Coon y Mitterer, 2010: 15).
El momento en que entran en juego las probabilidades
Comprendido lo anterior, se puede decir que la probabilidad ayuda justamente a lograr el tercer objetivo y es, en cierta forma, el fundamento del cuarto punto. Es decir, para que la psicología pueda en su momento predecir y/o controlar la conducta es necesario que sea capaz de hacer que todos los datos particulares que obtiene mediante la investigación sean capaces de ser generalizados y de ahí poder inferir, con una tasa de certeza suficiente, un comportamiento, acción o situación.
La probabilidad y la estadística son usadas, por un lado, como forma de obtener, interpretar y generalizar los datos, y por el otro, para poder predecir de ahí mismo ciertos eventos futuros. Esto se puede observar claramente en el hecho de la utilización de la encuesta, los estudios correlacionales y los estudios de casos como métodos de investigación. La encuesta sirve para obtener datos se usa para recopilar información de una muestra representativa de una población, mientras que los estudios correlacionales buscan la relación que puede haber entre dos variables, que no necesariamente son causa una de la otra. Por último, el estudio de caso que permite estudiar a un solo sujeto o situación en un alto grade de detalle. (Halguin y Krauss, 2008).
Estadística: un elemento clave para poder inferir resultados
Como es de esperarse, todos estos métodos (e incluso el método experimental) requieren de la probabilidad para poder inferir resultados. Pero va más allá de sólo números, toca cuestiones que una vez aplicadas pueden afectar a las personas que se tratan, por ejemplo, en un consultorio psicológico o en el ámbito laboral o escolar, por ejemplo.
Las cuestiones tratadas en estos tres ámbitos afectan directamente a la vida de las personas y por ello mismo es importante considerar por un lado las probabilidades de éxito que se tengan en la terapia, o en la entrevista laboral o en la escuela, de forma que se pueda dar una intervención más certera y eficiente que pueda realmente ayudar a las personas y darles herramientas eficaces para alcanzar sus objetivos de la mejor forma posible.
Al final, lo que se busca con la probabilidad, desde un punto de vista científico, será la predictibilidad de un acontecimiento. Pero desde un punto de vista personal -y no pocas veces existencial de muchas personas- lo que se busca es una certeza que otorgue sentido a la realidad que vivimos.
Referencias bibliográficas:
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Bologna, E. (2011) Estadística para Psicología y Educación. Córdoba: Ed. Brujas
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Coon, D. y Mitterer, J. (2010) Introducción a la Psicología. México: Cengage Learning
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Fraile, G. (2000) Historia de la Filosofía III: Del humanismo a la Ilustración. Madrid: BAC.
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Halguin, R.y Krauss, S. (2008) Psicología de la Anormalidad. México: Mc Graw Hill
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Silva, A. (2013) Fundamentos filosóficos de la Psicología. México: PAX