Puede que la Navidad sea la época de los reencuentros familiares y de los vínculos afectivos que se fortalecen, pero no es menos cierto que, para muchas personas, también supone un desgaste económico importante.
Las cenas y la gran cantidad de compromisos vinculados al consumo hacen que los gastos se disparen durante esos días y que se llegue al mes de Enero con la cuenta bancaria temblando.
Soportando la cuesta de enero
Existen ciertas claves psicológicas para sobrellevar mejor el mes de Enero después de acostumbrarse a los excesos de la Navidad. Esta es una selección de los mejores.
1. Aléjate del televisor
Las piezas de publicidad más atractivas y con mayor capacidad de llamar la atención siguen estando en la televisión. Son anuncios relativamente largos, que no se pueden "pasar rápido" para acceder al contenido que queremos ver y que, además, nos entran por la vista y por el oído.
Es por eso que durante la cuesta de Enero es preferible no dejarse tentar por estos spots publicitarios y pasarse o bien a Internet o bien a las lecturas en papel, si se busca ocio sin salir de casa.
2. Anota un techo de gastos
La disciplina es muy importante durante la cuesta de Enero, y es por eso que es bueno fijarse un techo de gastos para este mes.
Para hacer que esta medida sea más completa. También se puede convertir ese límite de gastos en dos, uno para cada quincena, o bien en cuatro, para hacerlo semanal. Cuanto más cercanos en el tiempo sean estos objetivos, más eficaz será su aplicación.
3. Sigue autoinstrucciones al ir a comprar
Cuando salgas a comprar, anota en una lista lo que quieres conseguir antes de salir a la calle (o de navegar por una tienda online). De ese modo será más difícil que caigas en la tentación de realizar compras impulsivas.
4. No vayas a comprar con hambre
Aunque parezca extraño, se ha descrito un curioso efecto psicológico que se produce cuando vamos a comprar teniendo a la vez sensación de hambre: compramos más. Y no, no solo adquirimos más comida; compramos más de todo. Puedes leer más acerca de este hallazgo en este artículo.
Por lo tanto, asegúrate de tener el estómago lleno antes de salir hacia las tiendas. De ese modo, tu parte racional tendrá una mayor capacidad de maniobra y no se dejará dominar por los deseos.
5. Analiza racionalmente los precios
Cada vez que vayas a comprar algo inesperado o que estés dudando entre dos marcas del mismo producto, dedica por lo menos 20 segundos a pensar si estás planteádote si comprar el más caro por un motivo razonable o si estás recibiendo la influencia de una estrategia de marketing que te crea una necesidad que antes no tenías.
Por ejemplo, un buen primer paso es desconfiar de los packs o de las versiones de un producto que son más caras pero que tienen un extra de cantidad que resulta gratuito. ¿Realmente te será útil tener ese plus de cantidad? ¿De verdad estás buscando un producto como ese, sacarás rendimiento de todas esas cualidades por las que pagas?
6. Si tienes hijos, actúa ejemplarmente
Resistir la cuesta de Enero es también gestionar la economía doméstica. Si tus hijos o hijas te ven gastando como siempre o incluso más, aprenderán que también pueden seguir gastando sus ahorros como siempre, sin que importan las circunstancias externas.
Esto se denomina aprendizaje vicario, un concepto desarrollado por el psicólogo Albert Bandura. En este caso, el aprendizaje vicario implica que los jóvenes tienen la sensación de que no es necesario gestionar los periodos de escasez, y seguirán gastando el dinero que se les ha dado o exigiendo más.
Por eso es buena idea que también los más jóvenes participen en la gestión de esa pequeña crisis económica que es la cuesta de Enero y aprendan a gastar menos en estas fechas.
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