A lo largo de la vida, en ocasiones, las personas sentimos la necesidad de tomar nuevos caminos que nos lleven a lugares diferentes.
En Psicología, cuando trabajamos en el ámbito del Desarrollo Personal y Profesional, es frecuente encontrarse este tipo de casos en consulta o por lo menos, en nuestro centro de Madrid UPAD Psicología y Coaching es bastante habitual. El cliente lo tiene claro: “quiero cambiar pero no sé cómo hacerlo”.
Quiero cambiar de trabajo: consejos para lograrlo
Este artículo se lo dedicaremos a aquellas personas que se encuentran inmovilizadas ante una situación tan incómoda como es el querer cambiar de trabajo por problemas de insatisfacción, malestar, etc. que les impide disfrutar de las demás cestas de la vida (la familia, la pareja, los amigos, el ocio o el deporte, entre otros) y que no saben cómo hacerlo debido al bloqueo que sienten. Para ello, daremos algunos consejos que ayudarán a dichas personas a salir de su zona de confort que les tiene tan paralizados.
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Primer paso: analizar la realidad de mi trabajo
Para poder comenzar a tomar decisiones debemos hacer una valoración acerca de mi situación laboral. Para ello es importante hacerse una serie de preguntas intentando encontrar las respuestas más sinceras. La primera de ellas sería: ¿disfruto del trabajo que hago?
Aquí reflexionaremos acerca de si las tareas que estoy llevando a cabo me satisfacen hasta el punto de que el dinero no sea tan importante. Lo habitual a la hora de decidir entre coger o no un trabajo, es mirar primero el salario que percibiremos a final de mes por encima de si es el trabajo que quiero hacer. Aquí es donde aparecen los sesgos cognitivos de ámbito social: el dinero compra la felicidad… ¿pero es cierto?
El dinero es un medio para conseguir cosas, objetivos, metas… pero no es lo único. Una segunda pregunta que sería importante hacerse sería: ¿en mi puesto actual puedo desarrollar y poner en práctica todas mis competencias y habilidades? Sentirse valorado en la empresa y sentir que uno se desarrolla a nivel profesional son claves fundamentales para seguir avanzando en el crecimiento personal.
Si analizando mi situación laboral me topo con un techo que me impide avanzar es un claro síntoma de que mi objetivo es cambiar de trabajo. La tercera y última pregunta que sería conveniente hacerse en este primer paso sería la siguiente: ¿mi trabajo me permite disfrutar del resto de ámbitos de mi vida? Aquí analizaremos si la situación laboral me permite tener la calidad de vida que pretendo. La familia, la pareja, el deporte o el ocio son entornos tan importantes como el trabajo. Si los horarios no me permiten disfrutar de ellos entonces estamos encontrando un motivo más para cambiar de trabajo.
Lógicamente, no podemos perder de vista analizar nuestras relaciones con compañeros y jefes. Hoy en día nos encontramos en consulta muchos casos de mobbing o burnout.
Segundo paso: salir de mi Zona de Confort
Una vez analizado el primer punto que nos indica que no estamos bien en nuestro actual puesto de trabajo, sería importante comenzar a tomar decisiones que nos ayudaran a ver nuevas realidades. Para ello os dejamos un par de consejos.
El primero y quizás el más importante, sería hacer una valoración introspectiva acerca de nuestras capacidades y habilidades que puedo poner en práctica en mi ámbito laboral. Esto nos permitirá reforzar la imagen que tenemos sobre nosotros mismos, es decir, sobre nuestro autoestima y autoconfianza. Para ello os recomendamos hacer una lista de 20 habilidades, capacidades, aptitudes y actitudes positivas sobre nosotros mismos sin tener que preguntar a nadie.
No os apuréis si no llegáis a esas veinte, tarde o temprano saldrán a lo largo del camino. Si aún así os sentís bloqueados o paralizados, no está demás el pedir cita con un psicólogo que pudiera asesoraros de cara a obtener una visión más positiva sobre uno mismo. No hace falta estar loco para acudir al psicólogo.
El segundo consejo iría encaminado a visualizar dónde me veo trabajando, dónde puedo exprimir mis capacidades y competencias, dónde me siento que puedo ser útil. Es importante empoderarse de que uno puede encontrar el lugar adecuado para lograr sus metas laborales. La visualización nos ayudará a evocar imágenes, sensaciones y sentimientos que hace mucho que no vivíamos. No está demás el apoyarse en técnicas de respiración o relajación. Por supuesto, no dudes en utilizar la ayuda de un psicólogo para trabajar esta segunda clave.
Tercer paso: plan de acción
Primeramente diseña tus objetivos a corto, medio y largo plazo enfocándolos hacia la satisfacción y bienestar personal. Pregúntate qué quieres conseguir y cómo quieres hacerlo. Las personas solemos hablar más de lo que queremos evitar que de lo que queremos alcanzar.
No es lo mismo decirse: “no quiero un trabajo estresante” que “quiero encontrar un trabajo tranquilo”, a priori parece que queremos decir lo mismo pero no es así, suena diferente y nuestro cerebro lo sabe. Una vez tengamos nuestros objetivos, haz una planificación de tareas a realizar: qué tipos de trabajo existen que encajan con mi perfil, qué ofertas de empleo puedo encontrar en internet, renovar mi curriculum vitae y comenzar a trabajar sobre mi comunicación verbal y no verbal ante la posibilidad de que tenga que presentarme a una entrevista.
A partir de ahí, simplemente te queda subir el siguiente escalón convencido de que una nueva realidad es posible. No olvides de meter en la mochila tus capacidades, tus habilidades y tus competencias, y comienza a llamar a las puertas que tú decidiste cuando comenzaste a cambiar tu estado.
“Nunca pares, nunca te conformes, hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente”.