El giro de la empresa es el concepto que se utiliza para designar el tipo de actividades productivas y económicas que tienen las empresas. Es decir, que sirve para clasificar los diferentes ámbitos de trabajo y negocio de una organización de estas características, si bien hay varios criterios a partir de los que hacer esta clasificación.
En este artículo veremos en detalle qué son exactamente los giros empresariales y cuáles son sus características principales, con algunos ejemplos.
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¿Qué es el giro de la empresa?
Todo lo que tiene que ver con el mundo empresarial puede llegar a parecer muy complejo, lleno de factores a tener en cuenta, elementos implicados y cambios en el mercado. Y esto es en parte verdad, sobre todo en un mundo con una economía tan globalizada como la de hoy día.
Sin embargo, existen maneras de simplificar estas actividades productivas y económicas, de hacerlas más comprensibles. El concepto de giro de la empresa ayuda mucho en este sentido, porque nos permite clasificar y distinguir las diferentes maneras de funcionar que tienen este tipo de organizaciones.
Podemos entender qué es el giro de la empresa mediante esta definición: el ciclo de actividades que va desde la inversión en los recursos y el personal para trabajar, hasta la obtención de ingresos por la vía del comercio con lo producido o generado, y que está definido por el tipo de negocio en el que produce esta dinámica de gasto y ganancia.
De una manera más resumida, el giro empresarial es el tipo de actividad a la que se dedica una empresa para intentar obtener ganancias.
Por ejemplo, si una empresa vente ordenadores, tanto el proceso de compra de los materiales necesarios y del personal capaz de trabajar en ello, como el proceso de obtención de ingresos por esta actividad, se ven condicionados por el tipo de mercado y de negocio en el que se ha situado esta organización.
Pero como esta explicación por sí sola puede parecer demasiado abstracta y general, veamos cuáles son los principales giros de la empresa para entender mejor el concepto.
Tipos de giro empresarial
Aunque hay diferentes maneras de distinguir entre giros empresariales, las principales clasificaciones establecen estas categorías principales: giro comercial, giro industrial, y giro de servicios.
Por otro lado, es perfectamente posible que una misma empresa tenga varios giros empresariales en marcha y desarrollándose de una manera más o menos independiente. Más adelante veremos cómo funciona esto.
Eso sí, lo que hoy conocemos como giros de la empresa no son opciones entre las cuales pueda optar cualquier organización independientemente de su contexto. Y es que los giros empresariales son un producto del desarrollo histórico de las sociedades humanas, y también lo es la importancia relativa que tenga uno u otro giro en una región o país determinado.
Ni existen en el vacío (han tenido que darse una serie de avances sociales y tecnológicos para que surjan) ni tienen valor por sí mismos, más allá del que puedan darles economistas, ciudadanos, políticos, empresarios, etc.
Veamos con más detalle cuáles son los giros de la empresa.
1. Empresa de giro industrial
Las empresas del giro industrial se dedican a crear productos con valor añadido a partir del procesamiento de materias primas (extraídas del medio natural). Es decir, que participan en algún punto de la cadena de producción que lleva a crear productos manufacturados aptos para ser vendidos.
Hay dos maneras de obtener ingresos en este ámbito de trabajo: vendiendo al consumidor final, o vendiendo a otra entidad que participa en alguno de los eslabones productivos.
Cuando el producto es vendido directamente al consumidor (por ejemplo, un colchón nuevo), este forma parte de los bienes de consumo, mientras que cuando es vendido a otras empresas que seguirán procesándolo (por ejemplo, un tablón de madera cortada) o usándolo para procesar otros productos (máquina de cortar madera), hablamos de bienes de producción.
Por otro lado, las empresas de giro industrial pueden ser divididas en las siguientes actividades.
Empresas agropecuarias
Esta parcela del giro empresarial industrial se enfoca hacia la ganadería, la agricultura y la pesca, y por consiguiente tienen una gran importancia a la hora de cubrir las necesidades de subsistencia de la población en general.
Empresas manufactureras
Las empresas manufactureras se dedican a procesar productos para darles valor añadido modificándolos o combinándolos con otros elementos. Por ejemplo, una productora de automóviles pertenece a esta categoría, así como una fábrica de pintura, de ladrillos, etc.
Empresas extractivas
Estas organizaciones del giro empresarial industrial se dedican a extraer recursos naturales (no seres vivos) de aquellos lugares en los que estén disponibles en la naturaleza, independientemente de si son recursos renovables o no renovables. Por ejemplo, las actividades de minería, de extracción de petróleo o de generación de energía se incluyen en esta categoría.
2. Empresa de giro de servicios
Las empresas que pertenecen a esta categoría no ganan dinero aportando productos concretos, sino realizando acciones que benefician al cliente. Estos servicios pueden ser ofrecidos a personas o a otras organizaciones.
Por ejemplo, aquí encontramos el sector de la educación, de la sanidad, del ocio, etc.
Este es uno de los giros de la empresa más cambiantes y flexibles, porque puede generar servicios prácticamente ilimitados en cuanto a su variedad: siempre están surgiendo nuevas necesidades de servicios innovadores o creativos.
3. Empresa de giro comercial
El giro empresarial comercial está dedicado a poner en contacto a vendedores y compradores, es decir, que el valor añadido se basa en la posibilidad de que haya un intercambio de dinero por bienes o servicios.
Las organizaciones que se dedican a este ámbito pueden ser clasificadas, a su vez, en estas categorías:
Mayoristas
Las empresas mayorías compran y venden grandes lotes de mercancía, de manera que es muy frecuente que se centren en vender no al consumidor final, sino a otros intermediarios.
Minoristas
Las empresas minoristas suelen vender la mercancía en unidades pequeñas, y suelen estar en contacto directo con el consumidor final, con quien comercian.
Comisionistas
Los comisionistas no compran aquello que le venden al cliente; solo se quedan una comisión de las ganancias si consiguen una venta, por lo que su implicación en la cadena de producción es menor que en los dos anteriores.
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Organizaciones con más de una actividad
Como anticipamos antes, una entidad económica puede involucrarse en más de uno de los giros de la empresa. En este caso, podemos distinguir entre la actividad principal, la actividad secundaria, y la actividad auxiliar.
Actividad principal
Esta parte del giro empresarial es el núcleo de la organización, y supone la principal vía de ingresos.
Actividad secundaria
La actividad secundaria es una vía de obtención de ganancias que resulta complementaria a la primera, y que resulta de tipo exploratorio; muchas veces, se invierte en estas acciones asumiendo altas probabilidades de que no se obtenga rentabilidad, para diversificar las actividades económicas de la empresa y darle estabilidad. Si una actividad secundaria fracasa, el resto pueden seguir permitiendo que la organización siga existiendo o incluso crezca.
Actividad auxiliar
Estas actividades son una necesidad para mantener algún proceso productivo de las dos anteriores. Por ejemplo, si una empresa de videojuegos crea un juego en el que se necesita un aparato periférico que se acopla al mando, la producción y venta de ese producto es una actividad auxiliar.
La importancia del liderazgo estratégico en las empresas
El concepto del giro de empresa nos recuerda lo importante que es entender las organizaciones como todo un sistema, en vez de fijarse solo en cada una de sus partes. Sin esta visión global de las empresas, los CEO y líderes no serán capaces de alinear el trabajo de los trabajadores para que todo esté dirigido a una finalidad clara. Y esto, a su vez, supone crear dinámicas de trabajo cada vez más ineficientes, perdiendo una ventaja competitiva tras otra.
Por todo esto, es recomendable preguntarse si el tiempo y los recursos invertidos en cada cadena de trabajo están alineados con la finalidad última de la organización, el modo de operar de todo el conjunto. No hacerlo, además, lleva a generar burbujas de ineficiencia que generan malestar desde el punto de vista de los Recursos Humanos, ya que unos equipos se beneficiarán del valor aportado por los otros sin aportar algo a cambio.