La ciencia es una actividad fundamental para el desarrollo de las sociedades y de las posibilidades de bienestar del ser humano en general; gracias a ella, han surgido buena parte de los descubrimientos que nos permiten vivir como lo hacemos y aumentar nuestra esperanza de vida.
Sin embargo, una cosa es generar conocimiento a través de vías científicas, y otra cosa es que ese conocimiento quede integrado y asimilado en la cultura popular. La ciencia se encarga de lo primero, pero no necesariamente de lo segundo.
Es por eso que la divulgación científica es tan relevante; nos ayuda a sacar el máximo provecho de los avances científicos y evita que caigamos en mitos e ideas erróneas que pueden ser muy problemáticas. En este caso, entrevistamos a un psicólogo que dedica parte de su trabajo a esta tarea divulgativa centrándose en la ciencia del comportamiento: Joan Rullan, de Activital Psicólogos, que está detrás de la serie de vídeos "Domando al Troll", disponibles en YouTube.
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Entrevista a Joan Rullan: ¿cómo se divulga la psicología para los adolescentes en la actualidad?
Joan Rullan Pou es psicólogo, miembro del equipo de Activital Psicólogos y cocreador de Domando al Troll, un proyecto de divulgación científica a través de YouTube y basado en la Psicología Contextual, en colaboración con Vicent Ortega, streamer y creador de contenidos en El Código del Vinci. En esta entrevista nos habla acerca de las ideas en las que se fundamenta esta propuesta de comunicación dirigida sobre todo a jóvenes y adolescentes.
¿Se tiende a subestimar la importancia de divulgar en temas relacionados con la psicología, yendo más allá de los contextos académicos?
Creo que la divulgación sobre psicología es algo que nos afecta a todos, que cada vez hay más, y desde luego, no deberíamos escatimar esfuerzos y recursos en esta dirección.
Los problemas psicológicos en general tienen mucho que ver con cómo hemos aprendido a comportarnos y a relacionarnos con nosotros mismos, especialmente con nuestros pensamientos y emociones. Si a día de hoy tenemos las tasas que tenemos de este tipo de problemas en la sociedad, es porque algo se está enseñando mal, o no se está enseñando: los mensajes que llegan a la gran mayoría de la población no están siendo los más útiles.
En consulta vemos diariamente cómo las personas tienen una concepción de qué es la felicidad, de cómo funciona su conducta, de intentar controlar sus pensamientos y emociones... que les perjudica claramente.
Y esto lo han aprendido en un contexto social concreto; en gran parte por eso hemos creado Domando al Troll: Un Youtuber que pretende hacer llegar a los jóvenes una visión de lo psicológico que les pueda resultar más útil, basada en la Psicología Contextual.
¿Crees que, en comparación con los miembros de generaciones anteriores, los jóvenes de la generación Z y millennial están más predispuestos a darle valor al conocimiento generado mediante la ciencia frente a las creencias surgidas de las pseudociencias y paraciencias?
No estoy seguro… Por un lado creo que estamos en esta época de la postverdad en la que el rigor científico no es lo que más impacto tiene en la población, no solamente en la psicología, si no en muchos otros ámbitos.
Por el otro, sí es cierto que las terapias basadas en la evidencia cada vez están adquiriendo más presencia y relevancia. Lo estamos viendo en el auge de las Terapias Contextuales. Creo que esto pasa entre los profesionales a la hora de formarse, y en la población al buscar dónde tratarse.
Entiendo también que alguien que entra en Internet y quiere informarse sobre psicología, no tiene ni el contexto ni quizás el tiempo para poder contrastar que información es más válida que otra.
¿Qué debería hacerse para que, a través de la divulgación, quede reforzada la idea de que “psicología científica” es una redundancia?
Recuerdo un debate en primero de carrera sobre si la psicología era y/o debía de ser una ciencia o no. Desde mi punto de vista la respuesta es rotundamente sí, por más complejo que sea el objeto de estudio, ese es el camino para desarrollar conocimiento fiable.
Evidentemente hay gente que piensa lo contrario, pero a más gente crea que sí, y mejor lo comuniquemos, más útiles seamos... Más caso se nos hará.
También considero que la ciencia permite dar soluciones más concretas y eficaces, y al final la gente puede comprobar qué fuentes y qué orientaciones son aquellas que les funcionan mejor. Por eso nuestro lema al terminar cada vídeo es este, “No lo hagas porque lo digo yo, pruébalo y observa los resultados”.
En tu opinión, ¿qué factores hay que tener en cuenta al divulgar psicología entre la audiencia más joven?
Es algo que estamos explorando. De primeras te diría ser flexibles y adaptarnos a nuestro interlocutor. Creo que, en general, cuando hemos sido adolescentes, a nadie le ha gustado que le suelten “chapas” ni muy serias ni muy largas.
Estamos en la era de la inmediatez, y es algo con lo que también hay que lidiar. Tal vez pequeñas píldoras de contenido claro y breve sean una buena opción, pero al hacerlo nos podemos quedar con la sensación de que el contenido queda demasiado superficial, o se pierden muchos matices...
Hay que intentar ser originales también para ver cómo dar una explicación que les pueda resultar atractiva y que cumpla la misma función que tendría una explicación en términos más teóricos.
Por último, hay que estar donde hablan ellos, en el lenguaje que ellos hablan, y sobre los temas de los que ellos hablan. Me acuerdo ahora de las clases de música en el colegio… Si queremos que un adolescente aprenda a tocar un instrumento, podemos ponerle una canción de su grupo favorito, o un tema que desconoce, y probablemente la implicación sea muy diferente.
¿Cuáles son los marcos ideológicos con mayor capacidad para infiltrarse en la divulgación en psicología y difundir mitos y creencias dañinas entre la sociedad?
En términos generales veo que la manera de entender la psicología de la población no especializada es una herencia del psicoanálisis y la psicología cognitiva. Es lo que sale en las películas y en nuestra forma de hablar cotidiana: hablamos del inconsciente o damos explicaciones mentalistas de nuestro comportamiento, por ejemplo.
Me gustaría ver qué impacto tendría que la visión contextual fuese la más arraigada a nuestra manera de hablar, creo que podría ser bueno, y por eso hemos creado Domando al Troll, intentando aportar nuestro granito de arena y cambiar el discurso social de lo psicológico. Obviamente son necesarios muchos más pasos.
Por otro lado, sobre mitos y creencias dañinas, diría que a las personas nos tranquiliza pensar que tenemos el control. Por más que la evidencia muestre que somos personas en contexto, los mensajes que dicen que sólo tienes que pensar en positivo, que es una cuestión de actitud, las recetas fáciles... Pueden generar una esperanza a corto plazo que resulta muy atractiva, aunque luego no funcionen.
También veo personas a las que les llama la atención lo alternativo, explicaciones más místicas o románticas… Y por ahí pueden colarse muchos mensajes poco útiles.
¿Hasta qué punto hay una lucha de legitimidades entre científicos y comunicadores a la hora de divulgar? No son raras las ocasiones en las que “se mira por encima del hombro” a ciertos divulgadores por no tener formación universitaria o de Master en el campo científico que divulgan, pero por otro lado, puede que los expertos especializados en el tema no tengan habilidades para llegar a mucha gente.
Es una realidad que la gran mayoría elige este tipo de comunicadores para oír sobre psicología, y eso es por algo que ellos hacen muy bien. Si el mensaje que dan es útil y basado en la evidencia, no tendría que haber ningún problema.
Al final son dos profesiones distintas, unos generan conocimiento, otros lo divulgan. El problema es la desconexión que puede haber entre unos y otros, y creo que las críticas no vienen por la formación que tenga o no alguien, sino por mensajes que puedan transmitir que no se ajusten a lo que muestra la evidencia.
En el ámbito de la divulgación a través de “influencers”, ¿qué fuentes de potencial positivo y de riesgos ves en plataformas como YouTube o Twitch?
Como en todos los otros medios de comunicación, el rigor de la información que se da. Pero no creo que sea algo exclusivo de estas plataformas. Los principales estantes de las librerías están llenos de libros de autoayuda, y si la información que se da no es útil, el problema es el mismo.
Lo que es cierto es que en Youtube o Twitch cualquiera puede decir la suya, al final todos tenemos una idea de cómo funcionamos psicológicamente hablando. No hay filtro posible para separar el contenido de calidad de la charlatanería, y la audiencia puede no tener una base para diferenciar una cosa de la otra.
En la otra cara de la moneda, dentro del ámbito de la divulgación, YouTube y Twitch son donde está gran parte de la juventud y los adolescentes, y son una oportunidad para hacer llegar mensajes basados en la ciencia que puedan ser útiles a mucha gente. Junto a Instagram, probablemente sean las únicas vías de acceso que tenemos a la hora de hacer divulgación sobre el tema a una buena parte de la población.
Con Domando al Troll estamos creando contenidos para jóvenes intentando que tengan información rigurosa y al mismo tiempo hablar por sus canales, en su idioma… Con un envoltorio que les resulte familiar.