María Quevedo: «Hay que potenciar la prevención de las adicciones»

Las adicciones son un tipo de patología que, debido al círculo vicioso de consumo y síndrome de abstinencia en el que sitúan a quienes las sufren, requieren de un tratamiento adaptado a sus características.

Esto hace que existan centros de salud especializados en los procesos de desintoxicación y superación de las adicciones, en los que se aplican estrategias de intervención médicas y psicoterapéuticas específicamente diseñadas para estas patologías. Pero... ¿cómo funciona un centro de desintoxicación? En esta entrevista a María Quevedo, de Clínica Recal, hablamos de ello.

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Entrevista a María Quevedo: el tratamiento de las adicciones en centros de desintoxicación

María Quevedo es psicóloga y Directora de Tratamiento en Clínica Recal, centro especializado en adicciones. En esta entrevista nos habla sobre el funcionamiento del tratamiento de los trastornos adictivos en los centros de desintoxicación.

¿Qué es lo que define a una clínica de desintoxicación y la distingue de otros centros de salud?

Lo que nos distingue de otros centros de salud es lo específico de nuestro cometido. Nos dedicamos a ayudar a los adictos a dejar de consumir, ya sea sustancias y/o comportamientos y a mejorar su calidad de vida en todas las áreas. Intervenimos en todos los aspectos que suelen estar deteriorados tanto a nivel físico como mental y emocional.

¿Cuáles son los beneficios de acudir a una clínica de desintoxicación?

Teniendo en cuenta que somos un equipo interdisciplinar, al acudir a nuestro centro, se pueden abordar las distintas dificultades que presenta el paciente de una manera integral. Contamos con médico, psiquiatra, psicólogos, terapeutas especialistas en adicciones… Y atendemos de manera individual a las necesidades concretas de cada paciente.

¿Cuáles son los tipos de trastornos adictivos que se ven con mayor frecuencia en un centro de desintoxicación como el vuestro?

Tratamos tanto adicciones a sustancias (alcohol, cannabis, cocaína, benzodiazepinas, heroína, drogas de diseño…) como a comportamientos (nuevas tecnologías, sexo, juego patológico, compras, relaciones..)

Teniendo en cuenta que existen diferentes maneras de intervenir a través del tratamiento de las adicciones y que buena parte del trabajo que se hace en la Clínica Recal se basa en el modelo Minnesota, ¿cuáles son las características de este modelo, y sus ventajas?

Es un modelo muy completo y multidisciplinar que aborda todos los aspectos nucleares de la adicción. Una de sus mayores ventajas es la gran eficacia demostrada. En el mundo anglosajón hoy en día prácticamente no se usa otro modelo por los excelentes resultados que ofrece. Otra de las grandes ventajas es que el mantenimiento de la abstinencia se facilita en los grupos gratuitos de ayuda mutua de Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos o la confraternidad de la que se trate.

En cuanto al tratamiento residencial, ¿cómo se prepara a los pacientes para que no tengan recaídas al abandonar las instalaciones del centro y volver a sus casas?

Nuestro tratamiento residencial de Primera Fase consta de una estancia de tres meses en Majadahonda. A continuación y hasta completar un año, ofrecemos una Fase Dos ya en modo ambulatorio donde hacer la transición a la vida real con un grupo diario facilitado por un terapeuta experto en adicciones y una terapia semanal individual.

¿Cómo se trabaja en colaboración con las familias de los pacientes?

Las familias cuentan con un grupo semanal para ellas en el que se les ayuda a recuperarse también elloa, independientemente de sus adictos. Quincenalmente, los sábados por la mañana celebramos unos grupos conjuntos pacientes/ familiares donde poder hacer un seguimiento a los progresos que van haciendo. Cuando se considera necesario se interviene de manera individual con los familiares.

¿Cuáles son los principales retos que deben afrontar las ciencias de la salud en los próximos años, para avanzar en el tratamiento de las adicciones y el apoyo a las personas con estas patologías?

Hay que insistir en y potenciar las labores de prevención de las adicciones y dar acceso a la población joven a información veraz y contrastada. Y hay que poner el foco en ofrecer un bordaje integral de la patología dual, así como la intervención en la comunicación efectiva en las familias y educación en el manejo de las emociones.