Estar en un sitio nuevo, donde muchos kilómetros separan lo que consideras tu verdadero hogar, puede ser muy duro. Tal es la nostalgia que esta situación produce, que existe una expresión en inglés que la equipara a una enfermedad: homesickness. Hace referencia al sentimiento de echar de menos nuestra casa, nuestra familia, nuestros amigos, nuestra rutina… En definitiva, la vida que hasta el momento de mudarnos habíamos llevado con normalidad. Evidentemente, este sentimiento aparece al cambiar de lugar y mudarnos a otro país u otra ciudad por un tiempo.
Aunque sea algo perjudicial para el individuo, queremos resaltar que la nostalgia por estar lejos del hogar es una parte natural del desarrollo, y casi todas las personas la sienten en algún momento de la vida. De hecho, es un problema que afecta a miles de personas cada año y si no se trata adecuadamente, puede generar diversas dolencias tales como angustia, estrés, depresión o ansiedad. Según los expertos en el tema, en casos extremos, el homesickness puede convertirse en ataques de pánico, que lleven a una exclusión social, falta de sueño, pesadillas y problemas de concentración.
Es una sensación que puede durar semanas, meses o incluso años. No desaparece a los pocos días de llegar como mucha gente piensa. Afortunadamente, existen estrategias que se pueden emplear para sobrellevar dichas emociones negativas que florecen al vernos tan lejos de lo conocido y habitual. En efecto, excluyendo un pequeño porcentaje de individuos que muestran signos graves de nostalgia por estar lejos del hogar, la mayoría de personas son capaces de superarlo y terminan disfrutando de la experiencia al máximo. En el artículo de hoy, analizaremos la sintomatología que aparece al experimentar homesickness y basándonos en opiniones de expertos, expondremos algunos consejos útiles para aprender a gestionar los recuerdos del hogar y de objetos de apego.
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Sintomatología del homesickness
Como comentamos anteriormente, salir de tu hogar y aterrizar en un sitio completamente nuevo genera un impacto físico y emocional que provoca una serie de síntomas. Aunque haya sido un cambio voluntario, es normal sentirse así, date cuenta que nunca es fácil tomar la difícil decisión de dejar todo lo conocido de lado para explorar lo desconocido.
Al fin y al cabo, tener miedos, inseguridades o pensamientos rumiativos acerca de cómo adaptarte al nuevo sitio son completamente normales. El problema viene cuando el homesickness interfiere en tu funcionalidad, calidad de vida, y bienestar integral. Siguiendo la opinión de expertos en psicología, exponemos una lista de la posibles síntomas o pensamientos que pueden surgir al mudarte a una nueva ciudad o país:
- Nostalgia por la comida y la cultura del lugar de origen
- Querer huir del lugar para regresar a casa
- Sentimientos de tristeza que se incrementan con el paso del tiempo por echar de menos a la familia y amigos
- Idealizar el hogar.
- Pérdida de concentración.
- Episodios de llanto frecuentes.
- Dificultades para comer y dormir.
- Retiro de la vida social.
- Incapacidad de entrar en una rutina cómoda.
- Tristeza.
- Soledad.
- Cambios de humor.
- Enfado.
- Ansiedad.
- Falta de energía y motivación.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas.
- Mareo.
- Tensión muscular.
Di adiós al homesickness
Como has podido observar, los pensamientos y los síntomas de añoranza pueden ser muy variados y molestos. Si te has sentido identificado, queremos ayudarte a despedirte del homesickness de una vez por todas. A continuación, enlistamos algunos consejos o recomendaciones para aprender a lidiar con estas emociones de la mejor forma posible:
1. Mantén el contacto con los tuyos
Sentirse solo estando en un sitio nuevo es algo normal y habitual. Afortunadamente, hoy en día gracias a las nuevas tecnologías, estamos a un mensaje o una llamada de nuestros seres queridos. Aprovecha este avance y mantén el contacto regularmente con tus familiares y amigos. Aunque tengas que rehacer tu vida por un tiempo en otra ciudad o país, no significa que no necesites sentirte arropado por los de siempre. Ver la cara de una persona cercana a ti, recibir un mensaje de tu amiga o realizar una llamada de horas con algún familiar hace que muchas de las malas sensaciones que experimentas desaparezcan.
2. Mantente ocupado
Es conveniente despejar la mente y una de las mejores formas es manteniéndola ocupada con actividades y con una rutina. Por ejemplo, es recomendable participar en las actividades que se llevan a cabo en tu nuevo destino. Por el boca a boca o incluso mediante aplicaciones, puedes enterarte de las actividades que se llevan a cabo en tu barrio o ciudad. Es una buena manera de crear una rutina y a la vez, explorar y familiarizarte con el nuevo sitio. Anímate y adéntrate en alguna de ellas. Al fin de cuentas, lo importante es crear una rutina que te permita descubrir nuevos lugares, amigos y te aleje de los pensamientos de nostalgia.
3. Corta con las redes sociales
Resulta positivo evitar, en la medida de lo posible, las publicaciones de las personas de tu lugar de origen. El estar continuamente mirando las actividades y los planes que tus amigos o familiares hacen, no te ayuda a centrarte en tu nueva vida. Necesitas desconectar en parte de tus hábitos antiguos porque sino terminaras estando con la cabeza en tu país antiguo y con tu cuerpo en el nuevo. Esto es insostenible y puede afectar gravemente a tu salud mental.
4. Siempre positiva
Pensar y tener una actitud positiva es de suma importancia para combatir los sentimientos negativos que abruman el homesickness. Al intentar sacar una sonrisa y ver la vida de otro color, es mucho más fácil relacionarse con otras personas, integrarse en nuevas actividades y en suma, incorporarse al estilo de vida del nuevo lugar. No permitas que la tristeza y el malestar controlen tu mente.
Recuerda que hay mucha gente que ha pasado por la misma situación que tú e incluso en este momento, muchas personas sienten exactamente las mismas cosas. Además, ten en cuenta que es una fase temporal y por tanto, todo pasa. Eso sí, pasará más rápido si mantienes una actitud positiva frente a las adversidades. Aunque resulte difícil imaginarlo, seguro que de esta experiencia sacarás nuevos y provechosos aprendizajes.