Los 8 procesos psicológicos superiores

Uno de los rasgos humanos más característicos es que podemos pensar en términos abstractos.

Los procesos psicológicos superiores, como el lenguaje o el razonamiento, están implicados en las capacidades que distinguen a las personas del resto de animales. Éstas y otras funciones voluntarias y controladas nos han permitido dominar el planeta y explican buena parte de la complejidad que caracteriza a nuestras sociedades.

Pero, ¿en qué consisten exactamente las funciones cognitivas superiores? En este artículo podrás encontrar la descripción de los principales procesos psicológicos superiores y la definición de este concepto.

¿Qué son los procesos psicológicos superiores?

Según Lev Vygotsky, los procesos mentales superiores son sistemas psicológicos humanos que se desarrollan a partir de otros más básicos, compartidos con los animales. Están mediados por símbolos y emergen a partir de la interacción social, además de como consecuencia natural del desarrollo cerebral.

De modo opuesto, los procesos psicológicos básicos o elementales son compartidos por muchas especies de animales y están presentes en las personas desde el nacimiento. Este tipo de procesos engloban fundamentalmente la atención, la percepción y la memoria.

El concepto de proceso psicológico superior es muy utilizado en la actualidad, en especial en la psicología cognitiva y en las neurociencias, aunque la definición no es siempre equivalente a la de Vygotsky.

En el campo de la neuropsicología se habla de procesos psicológicos superiores para hacer referencia a las funciones cerebrales que dependen de las áreas de integración del córtex. Como su nombre indica, estas regiones integran la información del resto del cerebro, permitiendo procesos de gran complejidad como el lenguaje o el razonamiento.

Las funciones cognitivas superiores principales

No existe un consenso claro en torno al número de procesos psicológicos superiores que existen, si bien se suelen incluir dentro de este concepto al menos las gnosias, las praxias, el lenguaje y las funciones ejecutivas, como el razonamiento y la inhibición; trataremos estas últimas por separado.

1. Gnosias

La gnosis se define como la habilidad para reconocer y dar significado a aquello que percibimos. Depende de la memoria y de los sentidos, por lo que podemos hablar de gnosias visuales, auditivas, olfativas, gustativas o táctiles; éstas son las gnosias simples, mediante las cuales otorgamos sentido de forma directa a la estimulación externa.

Por otra parte, también existen las gnosias complejas, que combinan la información de los sentidos con otras funciones cerebrales, dando lugar a la percepción del propio cuerpo o a la orientación visuoespacial.

2. Praxias

Cuando ejecutamos una conducta motora bajo control voluntario con el objetivo de alcanzar una meta estamos llevando a cabo una praxis, generalmente programas motores aprendidos. Los trastornos en estas funciones son denominados “apraxias”.

Las praxias se dividen en tres tipos: visuoconstructivas (utilizar distintos elementos para crear un conjunto, como un dibujo), ideomotoras o ideomotrices (reconocer y llevar a cabo gestos simples, por ejemplo saludar con la mano) e ideacionales o ideatorias (utilizar una secuencia de movimientos con un significado concreto).

3. Atención

La atención puede ser considerada un proceso mental básico o uno superior en función de la complejidad de la tarea y de si se da un control voluntario. Se define como la capacidad para focalizar los recursos cognitivos en estímulos determinados, y está mediada por los procesos de alerta y por la percepción.

Entre los tipos de atención que podríamos considerar procesos psicológicos superiores cabe destacar la atención selectiva, la sostenida y la dividida. La atención selectiva es la aptitud para focalizarse en un único estímulo, la sostenida consiste en prestar atención durante un periodo de tiempo prolongado y la dividida permite alternar el foco de atención entre varios estímulos.

4. Lenguaje

El lenguaje es un proceso psicológico fundamental porque facilita otras funciones cognitivas y media en muchos tipos de aprendizaje. Para el desarrollo del lenguaje se requiere la función simbólica, es decir, la capacidad de representar ideas mediante símbolos y de comprenderlos, en caso de que hayan sido creados por otras personas.

Dentro de este proceso mental superior encontramos capacidades diversas, como la expresión o la discriminación de fonemas y letras. Tanto el lenguaje oral como el escrito, que se apoya en la lengua hablada, permiten dar información o hacer peticiones a otras personas; el desarrollo de esta capacidad fue clave para el progreso de las sociedades humanas.

5. Toma de decisiones

La toma de decisiones es la capacidad para escoger el plan de acción más adecuado entre los que tenemos disponibles. Esta habilidad incluye el análisis detallado de las opciones y de sus posibles consecuencias, así como la comparación de las alternativas.

Se engloba a la toma de decisiones dentro de las funciones ejecutivas, como el razonamiento, la planificación o la inhibición, que describiremos en los siguientes apartados. Las funciones ejecutivas son procesos cerebrales complejos que nos permiten alcanzar metas y maximizar nuestra adaptación al entorno mediante la supervisión de la conducta voluntaria.

6. Razonamiento

Podemos definir el razonamiento como el proceso mediante el cual extraemos conclusiones, hacemos inferencias y establecemos relaciones abstractas entre conceptos. Puede ser inductivo (cuando usamos casos individuales para llegar a una regla general), deductivo (extraer conclusiones de la regla general) o abductivo (hacer la inferencia más sencilla posible).

7. Planificación

Mediante la planificación no sólo creamos planes para lograr nuestros objetivos, sino que también permite el propio establecimiento de metas. La creación de planes y previsiones parte de la proyección de los recuerdos hacia el futuro: es decir, que se trabaja a partir de los conocimientos sobre el pasado y el presente para establecer hipótesis sobre lo que sucederá y lo que se podría hacer.

Además la planificación está fuertemente implicada en la toma de decisiones y en la resolución de problemas.

8. Inhibición

Cuando hablamos de procesos psicológicos superiores, el término “inhibición” hace referencia a la capacidad de ignorar estímulos irrelevantes, o bien de refrenar impulsos inadecuados en un contexto determinado.

La inhibición cerebral parece estar alterada en distintos trastornos psicológicos, entre ellos la esquizofrenia y el TDAH. Además, tal y como ocurre con muchos otros procesos psicológicos superiores, esta capacidad termina de consolidarse en la adolescencia y en la etapa de los primeros años de adultez.

Referencias bibliográficas:

  • De vega, M. (1999). Introducción a la Psicología Cognitiva. Alianza Psicología. Madrid.
  • Fuentes, L. & García-Sevilla, J. (2008). Manual de psicología de la atención: una perspectiva neurocientífica. Madrid: Síntesis.
  • Tirapu-Ustárroz, J. & Muñoz-Céspedes, J.M. (2005). Memoria y funciones ejecutivas. Revista de Neurología, 41(8): pp. 475 - 484.
  • Von Eckardt, B. (1996). What is cognitive science?. Massachusetts: MIT Press. pp. 45 - 72.

Psicólogo

Licenciado en Sociología por la Universitat Autónoma de Barcelona. Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona. Posgrado en comunicación política y Máster en Psicología social.

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