5 Ideas Imprescindibles para emprender como Psicólogo

Ni emprender es la solución a todo ni tampoco tiene tantas cosas malas. Ser un profesional de psicología que trabaja de forma autónoma es una decisión difícil, pero será mucho más fácil si tienes en cuenta todo lo que necesitas saber desde el principio.

Este es el momento crucial de dónde voy, qué hago, quién puede ayudarme…nos sentimos perdidos y desbordados y esto hace que tomemos decisiones basándonos únicamente en la principal fuente de información que tenemos: Google.

Emprender como psicólogo: ¿Por dónde empiezo?

Lo primero que debes tener claro es qué quieres hacer, y la respuesta fácil puede ser “quiero trabajar como psicólogo por mi cuenta y ganar dinero”, vale, pero para emprender en el ámbito de la Psicología, antes de eso es necesario que respondas a las preguntas que todo proyecto necesita:

• ¿Qué voy a vender?
• ¿A quién se lo voy a vender?
• ¿Qué servicios ofrezco?
• ¿Cómo voy a llegar a mis pacientes/clientes?
• ¿Cuál es mi valor diferencial respecto a otros psicólogos?
• ¿Cuánto me va a costar?
• ¿Cuánto voy a ganar?

Todas estas preguntas deben estar contestadas con mucha profundidad, porque solo desde ahí podrás tomar las decisiones más acertadas para llegar a tus pacientes o clientes y que ellos puedan decidir contratar tus servicios como psicólogo. Normalmente no nos paramos a pensar sobre ello, pero podemos asegurarte que es determinante para tener éxito y, sobre todo, hacerlo en un tiempo lo más corto posible.

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¿Qué debo tener en cuenta a nivel legal?

En primer lugar debes informarte bien de todo lo que tiene que ver con tu profesión; debes tener al día tu colegiación y tu seguro de responsabilidad civil. Aquí el colegio te puede ayudar.

No olvides que todos los psicólogos que trabajamos por cuenta propia debemos tener nuestra protección de datos al día; la puedes hacer en alguna consultora especializada. La revisión es anual, ellos te facilitarán el documento donde se recoja toda tu adaptación y los materiales necesarios para que utilices en tu consulta, en tus facturas, firma de mail, etc.

Que no se te olvide que también pueden pedirte, si trabajas con algún otro profesional o empresa, el certificado negativo de delitos sexuales. Lo puedes solicitar en el ministerio de justicia a través del modelo que te facilitan por Internet.

Por supuesto, a la hora de darte de alta como autónomo debes hacer el trámite con dos entidades distintas: Hacienda (con el modelo 036) y con la seguridad social (donde pagarás el famoso cupón de autónomo).

Si vas a contratar a alguien o a generar algún tipo de acuerdo de carácter continuo con otro profesional autónomo, te recomendamos que te informes en una gestoría para que te lleven toda la documentación. Es importante que tengas en cuenta que un asesor fiscal es necesario en el caso de la colaboración entre profesionales autónomos; necesitas un documento de acuerdo mercantil donde se recojan todas las condiciones de vuestra prestación de servicios.

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¿Cómo saber cuánto me cuesta cada cosa? Cómo y dónde invertir

Este es uno de los puntos que más inseguridad genera, porque nadie nos enseña a hacer un plan financiero que recoja toda esta información. Saber si en lo que hemos invertido nos ha sido rentable, saber si pedimos financiación y la podemos pagar, saber cuánto me cuesta contratar a alguien, saber si el marketing que hago es rentable…

Son muchas dudas, y lo ideal sería que tuvieras un mentor que te ayudara con tu proyecto, si no puedes o no tienes la opción, es importante que tengas acceso a alguien que te ayude a hacer un excel donde puedas ver y recoger toda la información, interpretarla y valorarla.

Hay algo importante que debes tener en cuenta: para ser autónomo y ganar dinero de tu profesión debes invertir. Tú decides cuánto y decides cómo, pero es la única forma de conseguirlo, si esperamos solo a que funcione el boca a boca será demasiado lento, aproximadamente de unos dos años hasta que se genere un flujo suficiente para tener unos ingresos que nos permitan vivir de ello.

Marketing: cómo hacerlo

En primer lugar lo que define tu tipo de marketing es si quieres hacerlo como marca o como profesional (marca personal). A partir de ahí podrás construir tu estrategia e invertir hacia un lado u otro.

Lo primero y esencial es tener un branding bueno, no es necesario que sea súper completo, pero un logo, los colores, la imagen corporativa y estandarizada es absolutamente necesario, no solo por la profesionalidad que transmite, sino porque debes tener en cuenta que, con tu marca, estás comunicando.

Recuerda que tu estrategia debe ser siempre mixta: mezcla herramientas online y offline, no dejes ninguna de lado, porque el mundo digital está bien, pero hay que cubrir todos los ámbitos.

La parte online debe contener una página web donde puedan encontrarte (busca opciones como una onepage o una landing para publicidad si no quieres una web muy grande) y las RRSS, que deben elegirse en función al público al que te dirijas. Valora la inversión de anuncios de google, facebook o IG, para empezar esto es suficiente, y si te apetece busca algún directorio o colaboración con entidad que te dé visibilidad.

Offline puedes tener en cuenta acciones de radio, prensa, entrevistas o buzoneo (esto solo en el caso de poblaciones o zonas en las que sea efectivo). Patrocinar algún evento como carreras o actos culturales/sociales o colaborar en actividades con partner te puede ayudar mucho.

A nivel colaborativo es imprescindible que tengas una planificación de agenda en cuanto a la generación de propuestas con AMPAS, empresas, asociaciones o entidades a las que puedas ofrecer tus servicios; ten siempre en cuenta que la época del año en la que realices la acción comercial va a ser determinante de que funcione o no.

¿Cómo aunar ética profesional y negocio?

Esta es una de las líneas finas que nos hacen a veces replantearnos ciertas cuestiones, sobre todo por algún tipo de herramienta o mensaje más agresivo que hayamos podido ver o vivir de algunas prácticas empresariales.

Generar procesos, marketing y relaciones respetuosas con nuestros pacientes/clientes y con los proveedores es un proceso que a veces puede frenar si no sabes cómo hacerlo. ¿Estaré engañando a mi paciente por ofrecerle un servicio extra pero que le vendría genial? ¿Debo bajar mi tarifa porque un cliente no me puede pagar pero lo necesita?

Es imprescindible, en primer lugar, sentirse cómodo para poner en práctica toda mi comunicación. El valor profesional de nuestro trabajo y nuestra formación tiene un componente contingente: el precio, y saber vendernos no implica devaluar, rebajar o minimizar nuestro trabajo.

Buscar nombres atrayentes pero no engañosos, generar un marketing de atracción o trabajar un lenguaje que toque las emociones sin manipularlas es la clave para encontrar este equilibrio.