Existen diferentes tipos de ansiedad y uno de ellos es la agorafobia. ¿A qué me refiero? La agorafobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo a situaciones donde la persona siente que puede experimentar malestar, y por tanto trata de evitar. O bien, situaciones en las que siente que será difícil salir y eso le provoca agobio y malestar. Generalmente, también se asocia a situaciones donde la persona no quiere llamar la atención, por su necesidad de salir de esa situación.
Puede incluir la presencia de ataques de pánico en esas situaciones, aunque no es necesario que esto ocurra. Muchas veces, este tipo de ansiedad se ha definido como “el miedo al miedo”, porque la persona tiene miedo a experimentar nuevamente las sensaciones que ha sentido.
Todo esto, acaba llevando a que la persona acabe evitando muchos lugares como: transporte público, grandes eventos como festivales, conciertos, coger el coche en distancias largas… y situaciones sociales donde podría sentirse mal y tener que salir llamando la atención o dando excusas…
En todo este contexto, la ayuda psicológica online emerge como una solución valiosa, ofreciendo apoyo y tratamiento sin la necesidad de desplazarte hasta una consulta física donde pueden aparecer muchos estímulos que la persona no se sienta preparada para afrontar en ese momento todavía.
¿Qué ocurre realmente cuando la persona con este problema no pide ayuda?
Destaca especialmente:
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La ansiedad no se va con el paso del tiempo ni remite de forma espontánea. Muchas veces, personas que lo han padecido no saben identificar qué es lo que les hizo que los síntomas mejorasen o desapareciesen. Que no lo identifiquen, no implica que existan ciertas condiciones que promuevan la mejoría o el empeoramiento de los síntomas. En el caso de la agorafobia, es necesario un tratamiento.
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La necesidad de evitar cada vez más situaciones. Lo más habitual es que la persona sienta la necesidad de evitar una situación, y esto, se vaya extendiendo a más situaciones cada vez. Puede aparecer algún detonante que lo desencadene, aunque no siempre es tan claro tenerlo. A veces, no lo hay, sino que la persona comenta que le puede ocurrir al azar.
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El aislamiento social. Este tipo de cosas, en su conjunto, hace que la persona se acabe aislando cada vez más. Bien sea porque no se encuentra bien, le supone un esfuerzo tener que estar con personas, o porque evita tantas situaciones, que finalmente, las relaciones que tiene se deterioran. Esto a su vez, no ayudará a la recuperación. Apoyarse en personas que le hacen sentir bien, con las que se siente cómodo, puede ser muy bueno.
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La dependencia de otras personas. La sensación de estar acompañados por personas en las que confían, o sacarlos de algunas situaciones si se encuentran mal, puede ayudar a dar los primeros pasos a la hora de enfrentar situaciones. Sin embargo, muchas veces, lo que ocurre es que acaban dependiendo de los demás en exceso.
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Los sentimientos de tristeza y apatía. Los sentimientos de malestar aumentan, tanto por todo el “desgaste” y cansancio que el malestar genera, hace que la persona se encuentre apática, triste y sin motivación.
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Baja en gran medida la autoestima. Todo esto, aparte de que la persona siente que tiene que hacer grandes esfuerzos para hacer cosas del día a día, que el resto de personas pueden sentir como “normales”, suele provocar que vean resentida su autoestima. Que no se acepten a sí mismos y se pregunten… ¿qué me pasa?¿por qué yo?¿qué tengo yo?
Todo esto, hace que se produzca un ciclo vicioso en el que el miedo y la evitación refuerzan la sensación de incapacidad, lo que a su vez incrementa el miedo. En estos aspectos, la intervención temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para romper este ciclo y permitir que las personas recuperen su independencia y calidad de vida.
¿Qué ventajas tiene entonces la terapia psicológica online?
La terapia psicológica online ofrece una serie de ventajas específicas para las personas que sufren de agorafobia:
- Accesibilidad: La terapia online elimina la necesidad de desplazarse, lo que es una barrera significativa para las personas con agorafobia. Pueden acceder a la ayuda desde la comodidad su hogar.
- Flexibilidad: Las sesiones online suelen ofrecer mayor flexibilidad en cuanto a horarios, permitiendo a los pacientes programar las citas en momentos que se ajusten mejor a su rutina diaria.
- Privacidad: La terapia online puede ofrecer un mayor sentido de privacidad, ya que no hay necesidad de visitar una clínica, evitando encuentros potenciales con conocidos y esperas (que en algunas ocasiones, también dificultan mucho a las personas con este problema).
- Variedad de recursos: La plataforma online permite el acceso a una amplia gama de recursos terapéuticos digitales, incluyendo videos.
¿Cuál sería la terapia más indicada para la agorafobia?
Existen varias modalidades de terapia que pueden ser efectivas para tratar la agorafobia de manera online:
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC):
Es una forma más efectiva de tratamiento. Se centra en darle a la persona estrategias mentales (cambiar los patrones de pensamiento) que perpetúan el miedo, a la vez que darle herramientas para que afronte las situaciones de forma gradual, conforme la persona vaya sintiendo que tiene más confianza en sí mismo.
Terapia de Exposición:
Esta técnica implica la exposición gradual a las situaciones temidas en un entorno controlado, con el apoyo del terapeuta. Esto se hace mediante ejercicios de “realidad virtual”, donde se introduce a la persona de forma simulada en las situaciones que teme enfrentar. En realidad, estos dos tipos de terapia pueden combinarse y dar muy buenos resultados en su conjunto si se dan una serie de pasos a la par.
¿Existen recomendaciones sobre cómo llevar a cabo la terapia?
Sí, y son las siguientes:
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Evaluación apropiada: La primera sesión suele incluir una evaluación detallada para entender la gravedad de la agorafobia y los factores contribuyentes. Aunque es habitual, que a lo largo de las sesiones el paciente vaya encontrando nuevas cosas que comentar. Esto no es un problema ya que la evaluación debe de ser continua. Esto permite al terapeuta desarrollar un plan de tratamiento personalizado e ir adaptándolo según las necesidades de la persona.
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Establecimiento de Metas: De forma consensuada con el paciente, el psicólogo debe establecer las metas adecuadas y proporcionar las herramientas necesarias para conseguir superarlas.
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Sesiones RegularesLa frecuencia de las sesiones puede variar a lo largo del tiempo, aunque en un principio, se recomienda que éstas sean más regulares. La constancia en un primer momento, será clave para que la persona aprenda a trabajar bien en su forma de enfocar las cosas, y vaya progresando. Lo ideal es que las sesiones se vayan espaciando conforme el paciente vaya alcanzando más autonomía.
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Tareas Entre Sesiones: Se suelen asignar tareas entre sesiones, generalmente, hacer ejercicios de practicar lo aprendido en la sesión.
Al final de todo, la ayuda psicológica online se ha convertido en una herramienta imprescindible en el tratamiento de la agorafobia ya que proporciona una alternativa flexible, accesible y efectiva en el tratamiento de la ansiedad abriendo una puerta para la mejora de la calidad de vida de las personas que están sufriendo este problema.