Las 100 mejores frases de Cicerón

Repasamos las mejores citas célebres de este orador y filósofo romano.

Frases de Cicerón

Marco Tulio Cicerón, nacido en el 106 a.C., fue un notable político, filósofo y por supuesto escritor romano. Considerado quizás como uno de los mejores escritores en la antigua República Romana, fue un famoso defensor del sistema republicano y luchó en contra de la dictadura de los llamados César, por todos los medios que este disponía.

Como uno de los personajes más relevantes de la Antigua Roma todos hemos escuchado hablar alguna vez sobre él, ¿pero te gustaría conocer un poco más acerca de sus ideas más personales?

Mejores frases y citas célebres de Cicerón

Alguien tan relevante como fue Marco Tulio Cicerón, necesitaba forzosamente una selección de sus mejores frases como la que encontraréis a continuación. ¡Esperamos que las disfrutéis!

1. Que las armas cedan a la toga.

Las leyes son, sin ninguna duda, más poderosas que las armas.

2. El que seduce a un juez con el prestigio de su elocuencia, me parece más culpable que el que lo corrompe con dinero.

El don de la elocuencia no lo tiene todo el mundo y saberse valer de él es algo extraordinario.

3. Hay enfermedades del alma más perniciosas que las del cuerpo.

Los daños emocionales que recibimos pueden ser muy perjudiciales para nosotros mismos.

4. ¿Hasta cuándo, Catilina, vas a abusar de nuestra paciencia?

Ser paciente es algo que no todo el mundo posee, la paciencia es un don maravilloso.

5. El testimonio de mi conciencia, es para mí de mayor precio que todos los discursos de los hombres.

Las experiencias vividas jamás las olvidaremos, indistintamente de lo que piensen los demás.

6. Somos esclavos de las leyes para poder ser libres.

La ley es igual para todos los hombres y que esta sea justa, depende de los gobernantes.

7. Estar contentos con lo que poseemos es la más segura y mejor de las riquezas.

Conformarse con poco en la vida puede traernos muchas ventajas, debemos ser prácticos.

8. De hombres es equivocarse; de locos, persistir en el error.

No debemos caer una y otra vez en el mismo error. Otros grandes pensadores también hicieron suya esta fantástica cita.

9. Donde quiera que se esté bien, allí está la patria.

Buscar el lugar idóneo donde residir es algo que siempre ha acompañado al hombre.

10. La fuerza es el derecho de las bestias.

No es más poderoso aquel que se sirve de la fuerza sino aquel que se sirve de la inteligencia, de otra forma, esta civilización no existiría.

11. La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.

Debemos ser siempre honrados, quizás no nos sea provechoso pero nos permitirá dormir tranquilos por las noches.

12. El cultivo de la memoria es tan necesario como el alimento para el cuerpo.

Los recuerdos son quizás nuestros bienes más valiosos y siempre nos acompañarán.

13. Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad.

La mentira es una plaga de la cual debe deshacerse la humanidad, no nos aporta nada positivo a la larga.

14. Comed y bebed, que después de la muerte no habrá ningún placer.

Debemos aprovechar la vida al máximo, como esta cita de Cicerón nos anima a hacer.

15. Los poetas nacen, los oradores se hacen.

En esta cita, Cicerón nos muestra la diferencia entre un poeta y un orador, ¿Creéis que es cierto?

16. Pensar es como vivir dos veces.

Sin duda, al recordar volvemos instantáneamente a ese lugar.

17. A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos.

Siempre podemos aprender de una mente ágil y brillante, nunca es demasiado tarde.

18. La naturaleza misma ha impreso en la mente de todos la idea de un Dios.

La idea de creer en un Dios es algo que siempre ha acompañado al hombre, sea esta cierta o no.

19. Nunca ofendas a un amigo, ni siquiera en broma.

Ser respetuosos es señal de inteligencia, debemos saber conservar nuestros amigos.

20. No hay hombre de nación alguna que, habiendo tomado a la naturaleza por guía, no pueda llegar a la verdad.

La naturaleza, al igual que la ciencia se rige por la ley de acierto o error, con el tiempo suficiente logrará su cometido.

21. La victoria es por naturaleza insolente y arrogante.

Aquel que se acostumbra siempre a ganar, al igual que un niño malcriado adoptará malas actitudes.

22. Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria.

Aquellas cosas más valiosas, siempre son las que más cuestan de conseguir.

23. La naturaleza quiere que la amistad sea auxiliadora de virtudes, mas no compañera de vicios.

Una vida de vicios nos llevará inequívocamente hacia la soledad, los vicios no son buenas compañías.

24. No hemos nacido solamente para nosotros.

Debemos colaborar en la sociedad en la que nos encontramos para poder sentirnos realizados como individuos.

25. No solamente es ciega la fortuna, sino que de ordinaria vuelve también ciegos a aquellos a quienes acaricia.

Cuando vivimos rodeados de fortuna, tendemos a acomodarnos y dejarnos llevar por los acontecimientos.

26. ¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?

Las amistades nos permiten hablar sobre nuestros propios defectos con alguien más que no seamos nosotros mismos.

27. La historia: testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad.

La historia es una gran fuente de conocimiento de la que todos podemos aprender.

28. No existe ninguna justicia si a cada uno no le está permitido poseer lo suyo.

Desde tiempos de los romanos, ha existido la propiedad privada, un aspecto relevante de nuestra sociedad.

29. No hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no destruya.

El tiempo lo destruye todo a su paso, transcurrido el tiempo suficiente no seremos más que polvo

30. No hay momento de la vida que esté libre de deberes.

Siempre existen labores que debemos cometer, nunca estaremos exentos de ellas.

31. La virtud es la razón perfeccionada.

Cuando alcanzamos un nivel muy elevado de perfeccionamiento en cualquier menester, alcanzamos en él, la maestría.

32. Mis libros siempre están a mi disposición, nunca están ocupados.

La lectura es una actividad que puede proporcionarnos un gran placer personal, además de enriquecernos intelectualmente.

33. Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.

No ser conscientes de lo que está bien y de lo que está mal, nos llevará hacia un error garantizado.

34. Toda la vida de los filósofos es una meditación sobre la muerte.

Es muy común entre los filósofos divagar acerca de la muerte y de cómo esta nos acabará atrapando.

35. Este es el primer precepto de la amistad; pedir a los amigos sólo lo honesto, y hacer por ellos sólo lo honesto.

Como bien nos dice esta cita del gran maestro Cicerón, debemos actuar de forma honesta con nuestras amistades.

36. Los hombres se asemejan a los dioses cuando hacen el bien a la humanidad.

La mejor forma de la que puede actuar un hombre es, sin ninguna duda, haciendo el bien hacia los demás.

37. No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda volverlo aceptable.

Muchas veces las palabras no son suficientes para explicar la grandeza de una gesta.

38. Vivir sin amigos no es vivir.

La amistad es un aspecto maravilloso que vuelve nuestras vidas mucho más dichosas.

39. Nada hay más injusto que buscar premio en la justicia.

La justicia no reconforta al oprimido o al perjudicado, pues ésta actúa de forma justa con el agresor, causando quizás malestar en la contraparte.

40. No das un paso, no tramas un complot, no concibes un solo pensamiento sin que yo lo sepa; y digo más, sin que yo lo conozca en todos sus detalles.

Cicerón nos habla en esta cita, sobre cómo él podía adelantarse a los movimientos de sus enemigos.

41. Hago más caso del testimonio de mi conciencia, que de todos los juicios que los hombres hagan de mí.

Debemos saber escuchar la voz de nuestra consciencia, ésta muchas veces nos llevará por el camino correcto.

42. Así, si quieres mirar arriba y ver esta sede y mansión eterna, no confíes en lo que dice el vulgo, ni pongas la esperanza de tus acciones en los premios humanos; debe la misma virtud con sus atractivos conducirte a la verdadera gloria.

Debemos actuar de forma justa y honorable, no por el aplauso de los demás sino por el mero placer de hacer bien las cosas.

43. Ningún hombre ha llegado a ser grande sin un toque de divina inspiración.

Sin duda, las grandes obras siempre son el fruto de una gran inspiración.

44. La pérdida de nuestras fuerzas es debida más bien a los vicios de la juventud, que a los estragos de los años.

Saber actuar con cabeza en nuestra juventud, nos proporcionará una mejor vejez.

45. La vida feliz y dichosa es el objeto único de toda la filosofía.

Todos deseamos alcanzar la felicidad en la vida y a muchos de nosotros, curiosamente no es esquiva.

46. Lo sabemos todo: la luz del día no es para nosotros tan clara como tus culpas.

Una cita acusadora de Cicerón que quizás podamos utilizar en algún momento de tensión en nuestras vidas.

47. Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.

Querer ir demasiado rápido puede hacernos desfallecer y con ello no llegar a alcanzar nuestra meta. Como dice el refrán: “vísteme despacio que tengo prisa”.

48. Son siempre más sinceras las cosas que decimos cuando el ánimo se siente airado que cuando está tranquilo.

La rabia puede nublar nuestro juicio y hacernos hablar de más, debemos calmar nuestro ánimo antes de pronunciarnos.

49. Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia.

Sin duda esta son tres virtudes que todos deberíamos poseer, un gran consejo que nos brinda Cicerón.

50. La observación de la naturaleza y la meditación, han generado el arte.

En la naturaleza podemos encontrar las formas más perfectas, pues con el pasar del tiempo, ha sido la naturaleza quien en su sabiduría las ha creado.

51. No hay absurdo que no haya pasado por la cabeza de algún filósofo.

Incluso los aspectos más absurdos de la vida, son muchas veces estudiados por la filosofía.

52. Superstición, aquella en la que se condensa un inane temor de los dioses; religión, aquella que se cimenta en un piadoso cultivo de la divinidad.

En la antigua Roma, la superstición y la religión afectaba directamente a la población en su día a día.

53. No preocuparse en absoluto de lo que la gente opina de uno mismo, no sólo es arrogancia, sino también desvergüenza.

La opinión de los demás hacia nosotros puede traernos grandes desgracias, cuídate de lo que piensen los demás.

54. Claro está que si hubiera de nombrarse de oficio un defensor, se elegiría con preferencia al que, reuniendo a la auto­ridad del magistrado el talento del orador, se hallara revestido de la dignidad que va a revestir el acusado.

En esta cita, Cicerón nos habla sobre la abogacía y de las cualidades que se necesita para ejercerla.

55. Os expuse, senadores, el motivo de mi partida: ahora os expondré brevemente el de la vuelta, en que hay más que admirar.

Incluso alguien tan importante como el propio Cicerón, debía en muchas ocasiones dar parte de sus idas y venidas a la autoridad del momento.

56. Allá los otros con lo que digan de ti, pues han de hablar; porque todo lo que digan quedará circunscrito también por este pequeño espacio de las regiones que ves, ya que jamás fue perenne la fama de nadie, pues desaparece con la muerte de los hombres y se extingue con el olvido de la posteridad.

Se dirán muchas cosas de nosotros en el transcurso de nuestras vidas, pero llegado el momento todas se olvidarán.

57. Si se piensa que mis sentimientos han cambiado, que se ha quebrantado mi firmeza, que mi alma se ha abatido, es un extraño error.

Cicerón siempre fue fiel a sus ideas y personalidad, nada ni nadie lo iba a cambiar.

58. Parecía que había amanecido una nueva aurora, no sólo desterrada la tiranía que nos había tenido sojuzgados, sino también el miedo de volver a ella: y dio a la República una gran prenda de que quería la libertad de la ciudad, con haber desterrado del todo el nombre de dictador, que muchas veces había sido justo, por la reciente memoria de la dictadura perpetua.

Un defensor a ultranza del sistema republicano, Cicerón deseaba un gobierno del pueblo, para el pueblo.

59. Un hogar sin libros es como un cuerpo sin Alma.

Los libros son bienes de gran valor intelectual y en la antigua Roma seguro que mucho más valiosos.

60. No puedo menos de interesarme en favor del que a navegar se apresta en el mismo borrascoso mar.

Debemos apoyar a aquellos que se atreven a innovar, de ellos depende la evolución de la humanidad.

61. Ciertamente, la ignorancia de los males venideros nos es más útil que su conocimiento.

Muchas veces el conocimiento de que algo malo sucederá, nos vuelve más infelices demasiado pronto.

62. No considero libre a quien no tiene algunas veces sus ratos de ocio.

El ocio es algo necesario par el ser humano, nos ayuda a desestresarnos y relajarnos.

63. Mi desquite será proporcionado a los diversos géneros de ataques dirigidos contra mi autoridad o mi persona.

No me gustaría estar en el pellejo de quienes alguna vez atacaron a este filósofo.

64. Hablo, pero no puedo afirmar nada; buscaré siempre, dudaré con frecuencia y desconfiaré de mí mismo.

La duda es algo natural en todos los grandes pensadores, sin ella no encontraríamos nunca la verdad.

65. Su alma irritada no pensaba en otra cosa que en castigar a sus enemigos; yo no pienso en los míos, ni me acordaré de ellos sino en la medida que lo imponga el supremo interés de la república.

Confiar en que la justicia actuará en contra de todos los malhechores puede ayudarnos a llevar una vida más plena.

66. Si el que compra con las formalidades prescritas por la ley queda a salvo de las reclamaciones de un tercero cuando el vendedor justifica la propiedad de la cosa vendida, con más razón cuando se discute el derecho de un cónsul a desempeñar tan alta magistratura, el llamado a justificar la designación del pueblo es el cónsul que lo propuso y le ha de dar posesión.

La defensa de la justicia es algo muy importante que en aquel momento ya se practicaba, la corrupción nunca tuvo las cosas fáciles en la antigua Roma.

67. La ley es, pues, la distinción de las cosas justas e injustas, expresada con arreglo a aquella antiquísima y primera naturaleza de las cosas.

Una definición muy controvertida que nos explica lo que Cicerón entendía como La Ley ¿Estais de acuerdo con él?

68. Aquí, padres conscriptos, aquí mismo, entre nosotros, en el seno de esta corporación, la más santa y augusta del universo, toman asiento unos hombres que premeditan mi muerte, y la vuestra, y la destrucción de Roma; ¿Qué digo? ¡El fin del mundo!

Este filósofo sabía que su vida corría peligro mientras recitaba estas mismas palabras.

69. Por último, pasa revista conmigo a la penúl­tima noche, y te convencerás de que yo vigilo por salvar la República más que tú por perderla. Te digo que la penúltima noche fuiste al barrio de los herreros y estuviste, no tengo por qué callarlo, en la casa de M. Lecca; allí se reunieron en gran número los cóm­plices de tus criminales furores.

La República romana era un crisol de complots y conspiraciones, donde unos siempre tramaban la muerte de los otros.

70. Siempre la mala paz es mejor que la mejor guerra.

La paz es el fin más elevado que un hombre debe perseguir, los políticos como cargos electos deben consagrarse hacia ese fin.

71. Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos.

No debemos actuar por interés, ser honestos en la vida es algo muy importante,

72. La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.

Saber guardarnos de aquellas personas que actúan por interés puede resultarnos muy beneficioso.

73. La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.

Respetar a nuestras amistades es algo que todos debemos hacer, darles su espacio personal y saber entenderlas.

74. ¿Cuánto tiempo hemos de ser todavía ju­guete de tu furor? ¿Dónde se detendrán los arrebatos de tu desenfrenado atrevimiento?

Existen personas que intentan manipular a los demás para alcanzar sus propios fines, no debemos dejarnos llevar por este tipo de individuos.

75. La violencia, la injus­ticia, el furor de los malvados, han podido arrancarme y destruir otras cosas; pero no han podido ni podrán despojarme del ánimo ni amenguar mi fortaleza.

Nuestra firme decisión es la que nos permitirá alcanzar nuestro propósito. Nada podrá detener nuestra fuerza de voluntad.

76. Tropezar dos veces en la misma roca es una desgracia proverbial.

El ser humano es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra ¿Te ha sucedido alguna vez?

77. No me da vergüenza confesar que soy ignorante de lo que no sé.

Cuando desconocemos algo sobre alguna cuestión es importante que los demás lo sepan.

78. La vida de los muertos consiste en hallarse presentes en el espíritu de los vivos.

Siempre recordaremos a aquellas personas que, por desgracia, nos han tenido que dejar.

79. La aspiración democrática no es una simple fase reciente de la historia humana. Es la historia humana.

Desde el comienzo de la civilización siempre han existido los dirigentes y siempre ha existido alguien con interés por derrocar a ese dirigente.

80. La amistad a las contingencias favorables hace más espléndidas; y a las adversas, partiéndolas y comunicándolas, más llevaderas.

La amistad es una fuerza que puede hacernos mucho más poderosos, un grupo de amigos bien avenidos pueden ser imparables.

81. La verdadera gloria echa raíces y se expande; los vanos pretendimientos caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.

Cuando algo no posee buenos cimientos, está destinado a derrumbarse más tarde o más temprano.

82. La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.

Cuando sabemos que algo no es cierto, debemos asegurarnos que quienes nos rodean también lo sepan.

83. Todos los hombres pueden caer en un error; pero sólo los necios perseveran en él.

Como muy acertadamente dijo Benjamin Franklin: “cometer errores es humano, perseverar en ellos es diabólico”.

84. Las leyes se acallan con las armas.

Las luchas armadas no entienden de leyes ni de derechos, estas siempre son violadas en un conflicto de este tipo.

85. No basta con alcanzar la sabiduría, es necesario saber utilizarla.

Cuando somos poseedores de un basto conocimiento debemos saber cómo usarlo.

86. Nadie que confía en sí, envidia la virtud del otro.

Lo que poseen los demás nos tiene que dar igual, lo importante es lo que nosotros poseemos.

87. Si quieres ser viejo mucho tiempo, hazte viejo pronto.

La vejez es la última etapa por la que pasa el ser humano, en la Antigua Roma esta etapa solía ser bastante breve.

88. Es elocuente quien dice con agudeza las cosas humildes; con galanura y esplendidez las de más alta categoría, y en estilo templado las cosas medianas.

Ser poseedor del don de la oración, puede permitirnos saber cómo expresarnos en los momentos más difíciles.

89. Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.

Solo aquellas cosas auténticas y de mayor calidad, persisten con el transcurso del tiempo.

90. La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el universo con la sabiduría del imperar y del prohibir.

Mediante las leyes, los hombres somos capaces de vivir en sociedad. De otra manera, solo reinaría el caos en el mundo.

91. Seis errores que la humanidad sigue cometiendo siglo tras siglo: Creer que la ganancia personal se obtiene aplastando a los demás; Preocuparse por cosas que no se pueden cambiar o corregir; Insistir en que una cosa es imposible porque no podemos lograrla; Negarse a dejar de lado las preferencias triviales; Descuidar el desarrollo y refinamiento de la mente; Intentar obligar a otros a creer y vivir como nosotros.

Seis elementos que debemos tener en cuenta en nuestra vida diaria.

92. Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas

Para ser feliz en la vida hacen falta pocas cosas.

93. En tiempos de guerra, la ley calla

Este gran pensador y filósofo siempre puso a la ley por encima de todo.

94. Si no nos avergonzamos de pensarlo, no deberíamos avergonzarnos de decirlo

Si creemos lo suficiente en nuestros planteamientos e ideas lograremos el éxito en todo lo que nos propongamos.

95. Leer en cada espera; leer a todas horas; leer en el ocio; leer en tiempos de trabajo; leer al entrar; leer como uno sale. La tarea de la mente educada se expresa simplemente: leer para liderar

Una buena prueba de la forma en la que este pensador consideraba la lectura.

96. La gratitud no es solo la mayor de las virtudes, sino la madre de todas las demás

Cicerón fue un gran defensor de la civilidad y de las buenas maneras en la sociedad.

97. Porque no hay más que una justicia esencial que cimenta la sociedad, y una ley que establece esta justicia. Esta ley es la recta razón, que es la regla verdadera de todos los mandamientos y prohibiciones. Cualquiera que descuide esta ley, ya sea escrita o no escrita, es necesariamente injusto y malvado

Cicerón creía en una ley innata que regía al género humano y que debía ser obedecida por los hombres justos y buenos.

98. Dum spiro spero

Locución latina que puede ser traducida como: “Mientras respiro, espero”.

99. Mientras hay vida, hay esperanza

Una frase que sigue utilizándose aún hoy en día en la modalidad coloquial.

100. Los políticos no nacen; son excretados

Una muestra de la opinión que tenía este filósofo romano.

Doctor en Sociología

César Juárez (Dosrius, 1988) es licenciado en Sociología por la Universitat de Barcelona, donde también se doctoró. Es graduado en Psicología por la Universitat Ramon Llull. Ha trabajado en distintos ámbitos de la investigación, especialmente en procesos de inmigración y de desarrollo económico en países de América Latina. Su pasión por la escritura y la cultura le han llevado a formar parte de nuestra red de divulgadores.

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