Jean Baptiste Poquelin, quien era conocido comúnmente como Molière, fue un poeta y dramaturgo francés nacido en bella ciudad de París el 15 de enero de 1622.
Molière es conocido en la actualidad por ser uno de los mejores escritores de la historia, pues normalmente es comparado con otros grandes nombres de la talla de Cervantes o William Shakespeare, algo que muy pocos otros dramaturgos de todos los tiempos pueden tan siquiera igualar.
Frases y citas célebres de Molière
Algunas de sus obras más recomendadas son: “El Tartufo”, “El burgués gentilhombre” o “el Don Juan”, unas obras con las que Molière sin duda logró causar un gran revuelo en la sociedad Parisina de la época.
A continuación podrás conocer una pequeña recopilación de las 75 mejores frases de Molière, uno de los mejores escritores que jamás haya salido de lo que hoy todos conocemos como la República Francesa.
1. No solo nos responsabilizamos por lo que hacemos, sino también por lo que no hacemos.
Nuestras acciones pueden perjudicar a terceras personas de una forma directa o indirecta, algo que nos demuestra que todo lo que hacemos puede influir en la vida de alguien mucho más allá de lo que pensamos.
2. La ausencia de la persona amada, aunque sea breve, siempre dura demasiado.
Cuando amemos a una persona nunca desearemos estar lejos de ella, pues el amor es un sentimiento que siempre nos hará la vida imposible mientras no estemos cerca de nuestro ser amado.
3. El amor es un gran maestro. Nos enseña a ser lo que nunca fuimos.
El amor puede hacernos ver la vida de una forma que nunca antes habíamos visto, gracias a él muchas personas de todo el mundo logran encontrar la mejor versión posible de sí mismos.
4. Cuanto mayor es el obstáculo, más gloria hay en superarlo.
Aquellos logros más difíciles de realizar, siempre serán los que más gloria nos proporcionarán. Las grandes metas siempre suelen parecer totalmente inalcanzables para la gran mayoría de personas.
5. Las personas pasan la mayor parte de su vida preocupándose por cosas que nunca suceden.
El mejor momento para preocuparnos por una determinada situación, es cuando esta suceda. Al menos el cincuenta por ciento de nuestros miedos nunca llegarán a materializarse.
6. Un hombre sabio es superior a cualquier insulto que se le pueda imponer, y la mejor respuesta a un comportamiento indecoroso es la paciencia y la moderación.
Todos aquellos insultos que de verdad no nos definen, no tienen por qué afectarnos emocionalmente. Las verdades que digan sobre nosotros deben ser las únicas opiniones que tengamos en consideración.
7. Todos los males de la humanidad, todas las desgracias trágicas que llenan los libros de historia, todos los errores políticos, todos los fracasos de los grandes líderes han surgido simplemente por la falta de habilidad para bailar.
Los seres humanos deberíamos aprender a ponernos en la piel de los demás, la empatía es una magnífica habilidad la cual siempre ha brillado intensamente por su ausencia.
8. Grande es la fortuna del que posee una buena botella, un buen libro y un buen amigo.
Con estas tres simples cosas Molière ya lo tenía todo en la vida, una frase que nos demuestra una vez más, que los pequeños placeres pueden ser en realidad aquello que nos haga más felices.
9. Las personas son todas iguales en sus promesas. Solo en sus obras difieren.
No todas las personas obran en consecuencia de sus palabras, una forma de actuar que devalúa enormemente las promesas en la actualidad.
10. Les aseguro que un tonto educado es más tonto que uno sin educación.
La educación tiene la fantástica virtud de dotarnos de unos principios morales básicos, si hemos sido educados y no poseemos dichos principios, no tendremos excusa posible para disimular nuestra estupidez.
11. La belleza sin inteligencia es como un anzuelo sin cebo.
Por muy atractivos físicamente que seamos, como seres humanos nunca seremos realmente bellos si no poseemos un mínimo razonable de inteligencia.
12. La forma más efectiva de atacar el vicio es exponerlo al ridículo público. Las personas pueden soportar las reprimendas pero no pueden soportar que se rían de ellas: están preparadas para ser malvadas pero no les gusta parecer ridículas.
Nadie desea ser víctima de las bromas ajenas, incluso el hombre más pérfido del mundo siempre buscará de una forma u otra la aprobación de sus congéneres.
13. La soledad aterroriza el alma a los veinte.
El hombre es un animal acostumbrado a vivir en sociedad, un sentimiento que hace que todos los jóvenes siempre busquen la pertenencia a un determinado grupo durante su adolescencia.
14. Las cosas sólo valen lo que tú haces que valgan.
Los bienes materiales solo tienen el valor que nosotros mismos les otorgamos, si un bien tiene mucha demanda su precio subirá, de otra forma dicho bien tendrá un precio irrisorio.
15. Los árboles que crecen lentamente dan los mejores frutos.
Los grandes logros de nuestra vida siempre tardarán su debido tiempo en gestarse, debemos ser pacientes si deseamos obtener los mejores frutos que la vida nos puede proporcionar.
16. La mayoría de las personas mueren por el remedio y no por la enfermedad.
La sanidad en los tiempos de Molière se basaba en muchos casos en la simple especulación, ir al médico en el siglo XVII era toda una aventura para cualquier persona.
17. Tengo la culpa de ser un poco más sincero de lo correcto.
Decir lo que pensamos sin filtros puede herir los sentimientos de terceras personas, algo que a Molière le sucedía muy a menudo.
18. De todas las locuras no hay nada más grande que querer hacer del mundo un lugar mejor.
Por mucho que a él le hubiese gustado, este fantástico escritor no podía mejor por sí solo el mundo en el que vivía. Si la sociedad no actúa en su conjunto individualmente las personas tenemos muy poco impacto social con nuestros actos.
19. Escribir es como la prostitución. Primero lo haces por amor, luego por unos amigos cercanos y luego por dinero.
La escritura se convirtió en su oficio con el paso de los años, algo que sin duda le permitió poder vivir de la forma que él realmente deseaba.
20. Eres mi paz, mi consuelo, mi salvación.
Cuando amamos de verdad a una persona, esta se convierte en nuestra mayor alegría. A partir de ese momento será gracias a él o a ella que logremos dar un cierto sentido a nuestra vida.
21. La mayor debilidad del hombre es su amor por la vida.
Nuestra vida es el bien más valioso que poseemos. Debemos ser conscientes que como individuos, solo tenemos una oportunidad para vivir de la forma que nosotros deseemos.
22. Las dudas son más crueles que la peor de las verdades.
Al dudar solemos crearnos una idea preconcebida sobre un determinado tema, una idea muchas veces ilusoria que quizás no se asemeja en nada a la realidad.
23. Nadie está a salvo de la calumnia. La mejor manera es no prestarle atención, sino vivir en inocencia y dejar que el mundo hable.
Las mentiras de los demás no tienen por qué tener un impacto real en nuestro día a día, lo que opinen terceras personas sobre nosotros no tiene por qué preocuparnos.
24. La hipocresía es un vicio de moda, y todos los vicios de moda pasan por la virtud.
Creernos nuestras propias mentiras no las convertirá inmediatamente en verdad, pero quizás nos haga la vida mucho más llevadera en ciertas ocasiones.
25. Aquellos cuya conducta da lugar a la conversación son siempre los primeros en atacar a sus vecinos.
Llevando a la práctica la conocida estrategia de que un buen ataque es la mejor defensa, algunas personas sabiendo que van a ser atacadas verbalmente por sus vecinos dicen atacarlos ellos en primer lugar. Una forma de actuar con la que tenemos que tener prudencia, pues puede convertirse con facilidad en un arma de doble filo.
26. De todos los ruidos conocidos por el hombre, la ópera es la más cara.
Como vemos, la ópera no era un estilo musical de su agrado, pero como suele decirse habitualmente, sobre gustos los colores.
27. Según el dicho de un filósofo antiguo, uno debe comer para vivir, y no vivir para comer.
No debemos dejar que los vicios dominen nuestra vida, cualquier cosa en su justa medida puede ser positiva pero también negativa tomada en su exceso.
28. Sin baile, un hombre no puede hacer nada.
La vida es como el baile, debemos saber movernos hacia un lado y hacia otro evitando en medida de lo posible los problemas.
29. Inspirar amor es la mayor ambición de una mujer, créeme. Es lo único que le importa a la mujer y no hay una mujer tan orgullosa que no se regocije de corazón en sus conquistas.
Las mujeres de la época de Molière se dedicaban durante toda su vida a la búsqueda de un buen marido. Por suerte la sociedad ha cambiado enormemente con el paso de los años, dotando a las mujeres de la libertad que sin duda siempre debieron poseer.
30. El oro hace que lo feo sea hermoso.
Cuando una persona posee una gran riqueza, ésta siempre es deseada, pues siempre habrá alguien dispuesto a venderse fisicamente en pro de conseguir una parte de esa riqueza.
31. No hay ningún secreto del corazón que nuestras acciones no revelen.
Nuestras acciones suelen ser un fruto directo de nuestras emociones, la valía que todos tenemos para una persona ésta siempre la demostrará con sus acciones hacia nosotros.
32. No parezcas tan erudito, reza. Humaniza tu charla y habla para ser entendido.
Debemos adecuar siempre nuestro lenguaje a la persona con la que hablamos, con ello conseguiremos ser siempre mucho más eficientes en nuestra comunicación.
33. Uno debe mirar mucho a sí mismo antes de pensar en condenar a los demás.
Como dice un famoso libro de la antigüedad, quien esté totalmente libre de pecado que tire la primera piedra.
34. Algunos de los libros más famosos son los que menos valen la pena leer. Su fama se debió a que habían hecho algo que tenían que hacer en su día. El trabajo está hecho y la virtud del libro ha expirado.
Un libro puede ser malo aunque sea un gran éxito en ventas, no debemos dejarnos llevar nunca por todo aquello que hagan los demás.
35. El arte de los aduladores es aprovechar las debilidades de los grandes, fomentar sus errores y nunca dar consejos que puedan molestar.
Algunas personas nunca nos mostrarán su verdaderos rostros, como veremos a lo largo de nuestras vidas las buenas palabras suelen ser el mejor disfraz para las personas falsas.
36. La verdadera piedra de toque del ingenio es lo improvisado.
Muchas personas pueden parecer relativamente inteligentes, pero son muy pocas las que son capaces de demostrar su ingenio solo haciendo uso de la improvisación.
37. Creo que la medicina es el mejor de todos los oficios porque si haces algo bueno o todavía no lo haces. Obtienes siempre su dinero.
Los médicos siempre salen ganando con cualquier tipo de operación, tanto si ésta es exitosa como si ésta finalmente termina con la vida de su paciente.
38. Prefiero un vicio interesante a una virtud que aburre.
Moliere vivía en una sociedad totalmente decadente, una sociedad francesa donde los vicios eran un síntoma inequívoco de estatus y no de una profunda bajeza moral.
39. Me alimento de una buena sopa, no de un lenguaje hermoso.
Las palabras y los hechos rara vez suelen ir de la mano, por eso mismo todos debemos aprender a juzgar a las personas por sus actos y no por sus palabras.
40. Cada día mi razón me lo dice; Pero la razón no gobierna en el amor, ya sabes.
Muchos de nosotros solemos caer en relaciones que sabemos de antemano que no llegarán a buen puerto. El amor es un sentimiento que como descubriremos es realmente muy difícil de poder controlar.
41. Ellos fanáticos harían que todos fueran tan ciegos como ellos: Para ellos, tener una visión clara es el libertinaje.
Los fanáticos religiosos suelen considerarse a sí mismos como portadores de la auténtica verdad, una idea en la que sin duda no podrían estar más equivocados.
42. El hombre, te puedo asegurar, es una criatura desagradable.
El ser humano es capaz de llevar a cabo las acciones más atroces y aterradoras, por eso mismo debemos saber escoger muy sabiamente las personas con las que nos rodeamos.
43. Cuanto menos merecemos buena fortuna, más esperamos de ella.
La suerte no siempre nos favorecerá, debemos trabajar muy duramente si deseamos poder vivir algún día la vida con la que soñamos.
44. La debilidad humana es desear saber lo que uno no quiere saber.
Conocer al detalle ciertos aspectos de nuestra vida personal puede convertirnos en personas mucho más infelices. Todos deberíamos ser plenamente conscientes de que hay cosas que es mejor no saber.
45. El deber de la comedia es corregir a los hombres divirtiéndolos.
Gracias a la comedia todos podemos distraernos y pasar un buen rato, los momentos de ocio sin duda pueden fomentar en nosotros unos niveles mucho más elevados de felicidad.
46. La razón perfecta evita todos los extremos.
Es cierto que aquellas personas más inteligentes suelen rechazar las ideas extremistas, algo que el gran Moliere sabía de primera mano.
47. Las palabras y los hechos están lejos de ser uno. Mucho de lo que se habla se deja sin hacer.
Si queremos conocer realmente a una persona debemos fijarnos en sus hechos y no en sus palabras.
48. El camino es largo desde la proyección de una cosa hasta su realización.
Los grandes logros siempre son difíciles de conseguir, pero siendo perseverantes podemos estar totalmente seguros de que en el futuro los conseguiremos.
49. Es una locura insuperable; tratar de mejorar el mundo.
El mundo parece estar siempre abocado al fracaso, si toda la sociedad no actúa en conjunto nunca conseguiremos mejorarlo sustancialmente.
50. La prisa irrazonable es el camino directo al error.
Andar con prisas nos conducirá directamente hacia posibles errores, como dice un conocido refrán: vísteme despacio que tengo prisa.
51. El oro es la clave, cualquier otra cosa que intentemos; y ese dulce metal ayuda al conquistador en todos los casos, tanto en el amor como en la guerra.
La riqueza puede ayudarnos mucho en nuestras vidas, pues gracias a ella podremos llevar a cabo cualquier proyecto que espontáneamente surja en nuestra mente.
52. Todas las sátiras del escenario deben verse sin molestias. Son espejos públicos, donde nunca debemos admitir que nos vemos a nosotros mismos; uno admite una falla cuando uno es escandalizado por su censura.
La censura en el teatro no tenía ningún sentido para él, pues al final y al cabo éste solo es una versión cómica de la realidad.
53. Los hombres maliciosos pueden morir, pero la malicia nunca.
Siempre habrá maldad en el mundo, por desgracia parece ser que muchos seres humanos suelen nacer con ella.
54. Todas las personas de mente recta lo adoran; y cualquiera que pueda vivir sin él es indigno de respirar.
Este célebre poeta era un fumador empedernido, para él el tabaco era una clara señal de distinción y modernidad en las personas.
55. El buen sentido perfecto evita toda extremidad, contenta con unir sabiduría con sobriedad.
Llevar cualquier pensamiento al extremo nos priva de poder analizarlo correctamente, los extremismos ideológicos siempre nos darán una visión sesgada sobre un determinado tema.
56. Vivir sin amar no es realmente vivir.
Para él la vida sin amor no tenía sentido, algo que muchos de nosotros también creemos en la actualidad.
57. Todo lo que no es prosa es verso; y todo lo que no es verso es prosa.
La prosa y el verso son los dos estilos de escritura que desde tiempos inmemoriales todos utilizamos. Como bien dice Moliere, cuando escribes siempre usarás uno de los dos indudablemente.
58. Una vez que tenga la toga y el birrete, todo lo que necesita hacer es abrir la boca. Cualquier tontería que hable se convierte en sabiduría y toda la basura tiene sentido.
Los curas en aquella época eran la viva imagen de la sabiduría, nadie en su sano juicio hubiese sido capaz de llevarles la contraria en aquellos tiempos.
59. Hay pretendientes a la piedad y al coraje.
El ser humano tiene la capacidad de realizar las más grandes obras de arte y también es plenamente capaz de llevar a cabo las injusticias más aterradoras. Parece ser que todos nosotros indistintamente de quien seamos, poseemos tanto virtudes como defectos los cuales nos convierten en individuos únicos.
60. La estima debe basarse en algún tipo de preferencia. Concédelo a todos y deja de tener sentido.
Fiarnos de todo el mundo puede causarnos graves perjuicios personales, pues no todos quienes nos rodean siempre tendrán buenas intenciones hacia nosotros.
61. Tengo un corazón para amar a todo el mundo; y como Alexander, desearía que hubiera otros mundos, para poder llevar aún más lejos mis conquistas amorosas.
Para Molière el amor era uno de los principales motores de su existencia, gracias a él este conocido poeta conseguía dar un cierto sentido a su pasar por la vida.
62. La virtud es el primer título de nobleza.
El dinero no nos convierte automáticamente en buenas personas. Solo un pequeño porcentaje de los nobles de la época eran realmente personas honestas.
63. Las únicas personas que pueden ser excusadas por desatar un libro malo en el mundo son los pobres demonios que tienen que escribir para ganarse la vida.
Como vemos Molière era plenamente consciente de las vicisitudes que muchas veces debían pasar aquellas personas con menos recursos económicos que él.
64. Debe haber matado a muchos hombres para haber ganado tanto dinero.
Las grandes riquezas de la antigüedad siempre eran conseguidas de la misma forma, por medio del asesinato, robo o saqueo de las propiedades de nuestros adversarios.
65. Encontrarse a sí mismo abandonado es un duro golpe para su orgullo. Haz tu mejor esfuerzo para olvidarlo y si no tienes éxito, al menos finge hacerlo.
Nuestra actitud frente a la vida es importantísima, si somos positivos y perseverantes al final indudablemente conseguiremos hacer realidad nuestros sueños.
66. Debemos tomar lo bueno con lo malo; ¡Para lo bueno cuando es bueno, es tan bueno que lo malo cuando es malo no puede ser malo!
La vida siempre tendrá experiencias buenas y malas que ofrecernos, con el tiempo aprenderemos que gracias a las situaciones más difíciles por las que pasamos, podremos apreciar lo maravillosas que realmente son las buenas experiencias.
67. Si todos estuvieran vestidos con integridad, si cada corazón fuera justo, franco, amable, las otras virtudes serían casi inútiles.
En esta cita descubrimos cuáles son las virtudes más interesantes, según la opinión personal de este célebre poeta y dramaturgo francés.
68. Nuestras mentes necesitan relajación y ceder a menos que mezclemos con el trabajo un poco de juego.
La diversión puede ayudarnos a aliviar en gran medida nuestros niveles de estrés, consiguiendo de esta forma ser mucho más eficientes en nuestra labor diaria.
69. Hay algo inexpresablemente encantador en enamorarse y, seguramente, todo el placer radica en el hecho de que el amor no es duradero.
El amor es un sentimiento realmente embriagador para muchas personas, una sensación que la mayoría de nosotros sentiremos muy pocas veces a lo largo de toda nuestra vida.
70. Las personas cultivadas deben ser superiores a cualquier consideración tan sórdida como un interés mercenario.
La educación proporcionaba en aquellos tiempos una clara distinción entre las personas, algo lógico sabiendo que solo los hijos de los poderosos y los ricos podían permitirse tener acceso a una educación de calidad.
71. Quédese un rato para que podamos terminar antes.
La paciencia y la perseverancia son dos cualidades, sin las cuales nunca lograremos poder alcanzar nuestro mayor rendimiento profesional.
72. El amor es a menudo el fruto del matrimonio.
Muchos matrimonios concertados acababan por despertar el amor entre sus integrantes, algo realmente muy habitual en aquella época.
73. La inocencia no está acostumbrada a sonrojarse.
Las personas más inocentes se sonrojan por casi todo, una clara señal de sorpresa por nuestra parte que con el pasar los años todos vamos perdiendo.
74. Tanto en la ropa como en el habla, el hombre sensato evitará todos estos extremos que ofenden, se vestirá sin afectar y, sin prisa, seguirá los cambios en el gusto actual.
Nuestra apariencia suele definir en gran medida nuestra personalidad, una norma social no escrita que en ciertas ocasiones también puede estar equivocada.
75. No hay nada como el tabaco: es la pasión de la gente decente, y quien viva sin tabaco no merece vivir.
Los perjuicios del tabaco no se conocían en aquella época, un vicio que sin saberlo sin duda acortaría la vida de muchísimas personas.