¿De qué se habla en una sesión de Terapia?

Veamos cuáles son los temas tratados en las sesiones de terapia y el porqué de estas conversaciones.

¿De qué se habla en una sesión de terapia?

Está instalado en el imaginario colectivo qué es lo que sucede en las sesiones de terapia. Por un lado, está la idea respecto a que se trata de ir a tocar temas dolorosos del pasado de los cuales no podemos hacer nada al respecto, puesto que no se puede cambiar lo que pasó. Por otro lado, se ve como un espacio en el que es necesario tocar esos puntos de nuestra historia para poder transformarlos y transformarnos.

Lo cierto es que por paradójico que parezca, ambas percepciones son correctas. Es imposible cambiar algún suceso del pasado en sí, por lo que daría la idea de cierta frustración al exponer esos sentimientos y hechos que al fin y al cabo no se pueden modificar; lo que sucede es que esos recuerdos que están reprimidos, determinan nuestro estado anímico actual sin que podamos tener noticias de ello.

¿En qué consiste le proceso de autoexploración en terapia?

La búsqueda en la terapia consiste en ir construyendo nuestra historia CON respecto a los que nos pasó o lo que hicimos en determinado momento, para poder explicarnos a nosotros mismos qué fue lo que sucedió y qué hubiésemos deseado que suceda. Con ello se intenta ver en qué puntos de nuestra vida existieron momentos de gran impacto emocional, momentos que recién pueden ser recordados en la terapia misma, y poder lograr un cambio en nuestra posición subjetiva no sólo respecto al pasado, sino también a las situaciones actuales, cotidianas, en las cuales vemos que repetimos patrones de conducta que nos hacen angustiar o inhibir nuestras acciones que quizás deseamos hacer.

Es decir, que aquí se están considerando a los hechos de nuestra historia como puntos nodales en donde toman forma las posteriores reacciones emocionales a las futuras situaciones que tocan vivir. Aunque, como estamos sosteniendo, es siempre desde el presente que es posible hablar del pasado que retorna cada vez bajo nuevas repeticiones, donde la vida nos hace encontrar con esos momentos donde vemos que sucede “otra vez lo mismo”.

Por lo tanto, es a partir de esas situaciones que nos afectan ahora que es posible ir construyendo sus causas, dándose un movimiento en espiral dónde al trabajar el presente se elabora el pasado y viceversa. Freud comparaba el trabajo del psicoanálisis como un péndulo de un reloj que va del pasado al presente y del presente al pasado de manera constante.

Examinando el significado de nuestro pasado

Retomando uno de los tantos caminos que se construyen en la terapia psicoanalítica, recordemos que se hace necesario resignificar lo que nos pasa y si bien de acuerdo a ciertas situaciones, reflexiones… es posible tomar conciencia por nuestra cuenta de algo que hasta el momento no podíamos ver, cabe decir que el marco de la terapia está pensado para darle lugar a esa emergencia de nuevos pensamientos que nos hacen ver la situación de otra manera.

Y si hay algo característico que presentan estas formaciones psíquicas, como los recuerdos, por ejemplo, es que tras ellos se esconden varios significados y no solamente uno. Nuevamente con Freud, estos son los llamados “recuerdos encubridores”, puesto que tras ellos existen una variedad de afectos que se nuclean en él a fin de mantener ocultos ciertas sensaciones que por el momento no tienen permitido salir a luz.

El recuerdo funciona como una máscara de los sentimientos que hay detrás de él. Entonces, la idea de resignificar consiste en experimentar que las cosas no son en sí, no tiene un único significado cuando se trata del mundo emocional. Al entenderlo, la situación se descubre de una nueva manera, ya no se presenta con el peso anímico que hasta entonces tenía, puesto que hay una nueva variedad de pensamientos que se abren paso al franquear esa resistencia afectiva y la carga que estaba reunida en un único pensamiento se libera hacia una nueva forma de percibir la realidad.

Diego Ghiggino

Diego Ghiggino

Psicólogo

Profesional verificado
Houston
Terapia online

Por supuesto que estos procesos no son inmediatos, consiste en ciertos momentos de pregunta, reflexión y construcción en los que uno mismo se va construyendo con lo que elabora de sí mismo y quizás no se llegue a tener una respuesta del malestar en poco tiempo, porque como dijimos, ese malestar turbio y confuso encubre varias realidades, pero al darles otro sentido que el original ya se vuelve apaciguador el proceso mismo hasta que se tocan puntos fundamentales de la construcción en dónde ya no es necesario volver allí salvo para aprender de uno mismo y seguir creciendo como ser humano, con todo lo que ello conlleva.

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese