El sex coaching o Coaching sexual es una disciplina que ayuda a mejorar la vida de sexual de la pareja. Para un desarrollo de la sexualidad plenamente satisfactoria y gratificante en todos los sentidos, es necesario desarrollar competencias afectivas, emocionales o actitudinales que se pueden aprender y entrenar.
El Coaching sexual, por tanto, no se debe confundir con la sexología, pues esta última orienta y permite que el paciente siga una serie de instrucciones para paliar su trastorno, disfunción o enfermedad sexual. El sex coach, en cambio, en vez de centrarse en influir, se focaliza en facilitar el desarrollo del coachee mediante una serie de intervenciones que facilitan herramientas que ayudan a éste a conocerse mejor, romper con creencias limitantes y desarrollar su verdadero potencial sexual.
Coaching sexual: ¿qué es?
El Coaching es una metodología que consigue el máximo desarrollo de las personas y que influye en la transformación de éstas, generando cambios de perspectiva, aumentando la motivación, el compromiso y la responsabilidad, y se emplea en muchos ámbitos: empresa, deporte, bienestar…
Es un proceso sistemático que se centra en facilitar el aprendizaje y promover cambios cognitivos, emocionales y conductuales en los clientes, de esta manera los coachees expanden la capacidad de acción en función del logro de las metas propuestas. Existen diferentes clasificaciones de los tipos de Coaching, aunque todos comparten la misma base.
El sexo influye de manera trascendental en la estabilidad de las relaciones de pareja, pues no solamente permite una conexión física, sino que permite también una conexión emocional con el ser querido. En ocasiones, las inseguridades, las rutinas o las creencias irracionales provocan una pérdida de rumbo, y el Coaching sexual puede ser una guía que enseñe de nuevo el camino o ayude a encontrar uno nuevo. El Coaching sexual puede ser útil para superar problemas de pareja, pues permite una mejora en la vida sexual.
Diferencias entre un Sexólogo y un Coach Sexual
Existen ciertas diferencias entre un Sexólogo y un Coach Sexual, por lo que es necesario clarificarlas. Son pocos los profesionales dedicados al Coaching Sexual, en cambio, la figura del sexólogo está bastante consolidada.
Las funciones de un sexólogo
Un sexólogo puede ser un médico o un psicólogo que ha realizado un máster en sexología. El sexólogo trabaja específicamente con disfunciones sexuales, como pueden ser: disfunción eréctil, eyaculación precoz, disfunciones orgásmicas, fobias sexuales, vaginismo, trastorno de la excitación sexual en la mujer, etc.
También suele tratar casos de parafilias (voyeurismo, exhibicionismo, etc.) o trastornos de la identidad sexual. Para resolver estas patologías, cuenta con un entrenamiento que le permite utilizar herramientas específicas destinadas a resolver los problemas de índole sexual. Si es médico puede prescribir fármacos.
Las funciones de un Coach sexual
El Coach sexual, en cambio, no ayuda a resolver problemas sexuales, de hecho, en caso de detectarlos en su cliente, debe derivarlo a un profesional de la sexología. El Coach sexual entiende que las acciones que somos capaces de hacer provienen de quien somos y determinan los resultados que obtenemos. Para conseguir la mejora en el cliente, se utilizan estrategias de crecimiento personal y erótico con el apoyo de herramientas que son útiles para producir el desarrollo personal y que influyen en el placer sexual y el sexo saludable.
Con esta metodología se produce una mejora en la comunicación y la interacción de la pareja, y se identifican las necesidades sexuales de ambos actores que participan en la relación. Además, mejora la percepción sexual de uno mismo y la autoestima.
También contribuye a controlar la ansiedad, el miedo, la vergüenza y las creencias irracionales que afectan en la interacción sexual.