Hay mucha gente que piensa que con soñar en una cosa ya es suficiente para que se cumpla. Nada más lejos de la realidad, los sueños no dejan de ser pensamientos y solo la consecución de actos suele llegar a dar frutos.
Uno de los actores españoles más famosos nos dejó hace unos meses un mensaje realmente interesante que mucha gente pasa por alto: Los sueños no se cumplen, se persiguen.
El célebre Antonio Banderas hizo una reflexión sobre la lección más importante que había aprendido en todos esos años en Hollywood:
Quizás el haber matado muchos mitos, el darse cuenta de que no hay sueños imposibles, ese es un mensaje que siempre intento trasladar a la gente joven. Si yo lo he conseguido, cualquiera lo puede conseguir, se trata de trabajar y de soñar muy fuerte. Sobre todo de soñar muy fuerte, de tener la capacidad de sacrificio, empeñarte y trabajar, levantarte siempre, no existe un fracaso total. [...]
De esta manera Antonio Banderas nos resume un poco su visión sobre el éxito, algo que muchos anhelan pero que a la hora de la verdad, pocos consiguen.
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¿Cuál es la fórmula del éxito?
No hay una fórmula, ni tampoco una misma versión del éxito. Para tu padre puede ser tener un coche 4x4, para tu vecino tener una colección de figuritas terminada y para otra ser emprendedor y tener su propia empresa. Realmente, al no haber una misma concepción, es difícil generalizar.
En una de las definiciones que la Real Academia Española da para el concepto de ‘éxito’, se concibe como el “Resultado feliz de un negocio, actuación”. Resumiendo, la misma RAE nos dice que debemos tomar acción y actuar. Solo de esa manera podemos lograr los objetivos.
Y es que no debemos confundir el éxito con la suerte, hay un pequeñísimo porcentaje de la sociedad que quizás un día se despierta y le ha tocado la lotería, siendo esa posibilidad estadísticamente improbable, es mejor focalizar nuestros esfuerzos en un objetivo que se pueda lograr, ya que si nos pasamos la vida comprando ‘La Primitiva’ esperando a ver si toca.
La cruda realidad: si quieres algo, ve a por ello
Antonio Banderas también menciona en su aparición por el programa que según un 75% de los jóvenes quieren ser funcionarios al acabar la universidad. Probablemente, este problema viene de lejos. Quizás es por el temor que le tienen los españoles al fracaso, a que te señalen con el dedo y te digan que has fracasado en la vida, quizás el problema es el alto nivel de paro que hay, y por eso los jóvenes quieren seguridad y estabilidad.
En cualquiera de los casos, es malo saber que tenemos una juventud tan poco entusiasta, con pocas ganas de fracasar para aprender, de arriesgarse y tomar decisiones, aunque a la primera vez no consigan su objetivo no hay que desanimarse, siempre podemos pensar que Thomas Alva Edison falló 1.000 veces antes de dar con la bombilla que hoy ilumina nuestros hogares, por lo que es normal que nosotros no acertemos a la primera.
Lo importante es saber cambiar tus metas a medida que vayas avanzando en el camino. Quizás lo que te marcaste al principio ya no te interesa o realmente es difícil que se pueda alcanzar. La psicología recuerda a menudo que la importancia de las cosas no es inherente a cada acontecimiento, sino que depende de la relevancia que queramos darle nosotros.
También es importante que planifiques, El abogado austriaco Peter Drucker dijo una vez que “La planificación a largo plazo no se ocupa de las decisiones futuras sino del futuro con las decisiones actuales”, por lo que si planificamos bien nos ahorraremos perder muchas horas en tareas que no aportan al resultado final.
Tener claras tus prioridades es una de las claves para el éxito
Una de las causas de que muchas veces no lleguemos a cumplir lo que nos proponemos es que no tenemos claras nuestras prioridades. Por desgracia el día tiene 24 horas, y no podemos alargarlo más. Debemos optimizar nuestro tiempo para ser productivos y tener tiempo de hacer las diferentes tareas.
A veces hay que saber decir no a cosas que nos gustaría hacer, pero que nos perjudicarán a largo plazo en nuestros esfuerzos por obtener nuestra meta. Si te invitan a ir a una barbacoa pero tienes que entregar un trabajo del que depende que apruebes la asignatura, quizás merece la pena que te quedes en casa acabándolo, habrá otras oportunidades para hacer una barbacoa en tu vida.
Para concluir, también hay que recordar que es totalmente respetable que las personas sean más cómodas y no quieran arriesgarse, no todos tenemos las mismas ambiciones y como sabemos, en la democracia cualquier opinión es respetable.
Así que si queréis cumplir vuestras metas, recordad a planificar bien, priorizar vuestros esfuerzos y sobretodo, trabajad con ambición para cumplir vuestro objetivo.