El Life Coaching es una metodología que persigue el máximo el desarrollo personal y la transformación de las personas y, para ello, genera cambios de perspectiva y aumenta la motivación, el compromiso y la responsabilidad de éstas.
Como acompañamiento para el cambio, permite la comprensión y el aprendizaje de este proceso, y promueve la modificación de hábitos cognitivos, emocionales y conductuales, ayudando en la expansión del potencial propio y la capacidad de acción respecto a la adquisición de metas personales.
Descubriendo el Life Coaching
El Life Coaching persigue el bienestar de las personas en los diferentes ámbitos de la vida, por lo que trabaja la misión personal, las metas y necesidades individuales, los proyectos de vida, la automotivación, las diferentes estrategias para el cambio, etc.
Esta semana, Mª Teresa Mata, psicóloga del Instituto de Asistencia Psicológica y Psiquiátrica Mensalus, nos presenta el Life Coaching a partir de un paralelismo con el deporte.
¿Es lo mismo un entrenamiento deportivo que un entrenamiento de recursos personales?
Entrenamos con el propósito de mejorar nuestro rendimiento físico y mental. Por ejemplo, en cuestión de deporte, realizamos un entrenamiento para superar una marca puesto que asociamos el éxito con la preparación (“he salido a correr tres veces a la semana para poder participar en la carrera”, “el entrenador nos está apretando para clasificarnos e ir a los campeonatos”, “nado media hora para aumentar el tono muscular en brazos y espalda”, etc.).
Este éxito es distinto para cada uno de nosotros dependiendo del objetivo y de la exigencia (para uno el éxito es terminar la carrera; para otro significa subir al podium y quedar entre los tres mejores). Aún así, siempre existirá una rutina detrás de cada meta, bien sea para conseguir un tiempo o para mantener un estado de bienestar cuerpo-mente (“me entreno para hacer la maratón en menos de tres horas y media”/“entreno para mantener mi espalda fuerte y no tener molestias”).
Lo mismo sucede con los recursos personales. Si nuestro deseo es mejorar “X” aspecto (por ejemplo, dejar de relacionarnos en el trabajo desde un estilo comunicativo pasivo) quizás resulte de ayuda buscar algún tipo de entrenamiento que nos proporcione las herramientas que buscamos para lograr nuestro objetivo (ser más asertivos).
Ahora bien, en la vida como en el deporte esto no sucede de un día para otro. Integrar los aprendizajes a partir de la práctica y la repetición, permite que nos veamos en nuevas tesituras y nos sintamos distintos. Cuando cambia la percepción que tenemos de nosotros mismos, cambia el modo en que nos relacionamos.
¿Cómo podemos entrenar los recursos personales?
El entrenamiento, en parte, ya lo proporciona la propia experiencia vital. La escuela es un entrenamiento, el trabajo es un entrenamiento, el tiempo de ocio es un entrenamiento, las reuniones en familia son un entrenamiento, los momentos de soledad también son un entrenamiento, etc. Cada vez que vivimos una experiencia obtenemos un aprendizaje que nos prepara para el siguiente momento. Todos los instantes son información útil; lo pasemos mejor o peor, obtenemos algo de ellos.
Aún así, no siempre encontramos los recursos que deseamos en la rutina diaria. Algunos objetivos concretos pueden precisar de un aprendizaje extra. Por ejemplo, siguiendo con la situación planteada (dejar de ser pasivos en el trabajo), este aprendizaje extra podría realizarse a través de un taller grupal o un proceso individual de coaching dirigido a aumentar la capacidad por poner límites y decir no.
Más concretamente, ¿de qué tipo de trabajo estamos hablando?
En este caso, el entrenamiento con un profesional ayudaría a la persona a flexibilizar aquellos pensamientos/creencias que le dificultan ser asertivo, aumentar la habilidad por expresar su opinión en distintos momentos y con distintos compañeros, mejorar la voz autocrítica que resta valor y confianza a su persona, aumentar la conciencia sobre las propias fortalezas, etc.
¿El coaching únicamente está asociado al entrenamiento de habilidades en el ámbito laboral?
El coaching es una disciplina que nos acerca al logro de objetivos que permiten un desarrollo en distintos ámbitos de nuestra vida, no únicamente en el profesional. Es cierto que se asocia la palabra coaching especialmente al entrenamiento de competencias relacionadas con el liderazgo y la gestión de equipos, pero el coaching es mucho más.
Concretamente, el Life Coaching se centra en el entrenamiento de capacidades para afrontar la vida diaria, es decir, para mejorar la gestión que tenemos sobre nuestras emociones y convertirnos en personas más eficientes. Por ello, los famosos entrenamientos de inteligencia emocional (también considerados procesos de coaching) se han convertido en valiosos entrenamientos de vida. Las “lecciones” que cada uno extrae a partir de las dinámicas experimentadas se transforman en lemas para vivir en lugar de sobrevivir.
¿Y qué tipo de público realiza un entrenamiento de habilidades o proceso de coaching?
El Life Coaching está especialmente indicado para aquellas personas que se encuentran estables emocionalmente y disfrutan de una buena salud mental pero, al mismo tiempo, desean mejorar algún aspecto vital.
Muchas veces el cambio que busca la persona va de la mano de salir de ciertas zonas de confort (no tan cómodas como parecen). Para conseguirlo, un guía externo puede marcar el plan de acción; este alguien es el life coach.
En ocasiones creemos que debemos ser nosotros quienes consigan el reto, sin la ayuda de nadie. Cuando esto sucede, ¿nos estamos poniendo las cosas difíciles?
Existe una creencia comúnmente extendida que responde a lo siguiente: “si lo consigo sin ningún tipo de ayuda, tiene más valor. Yo solo tengo que poder”.
La pregunta es: ¿Por qué?
¿Dejan de ser nuestros los recursos que aplicamos y/o adquirimos?¿Deja de ser nuestro el éxito? Ponernos las cosas más fáciles nos ayuda a invertir la energía vital en aquello que decidimos en lugar de desgastarla en el intento.
¿Y qué tipo de tareas lleva a cabo este guía al que llamamos coach o entrenador de habilidades para la vida?
El coach acompaña a la persona ya comprometida con su objetivo.
El coaching es un proceso que busca la superación de algún aspecto exacto. Por ello, concretizar la meta es tan importante. De hecho, este es uno de los grandes secretos del buen coach: desglosar el objetivo hasta convertirlo en cuantificable y altamente específico. Las personas que empiezan un proceso de Life Coaching se sorprenden cuando llegan a una primera sesión y, con la ayuda del psicólogo coach, dan forma al motivo de consulta con el que acuden.
Dicho esto, el coach tiene la función de acompañar insistiendo en el proceso de reflexión e introspección del individuo. Es primordial que la persona se plantee nuevas cuestiones: soluciones no intentadas, nuevos modos de hacer y deshacer.
¿Por qué es tan importante que la persona ya esté comprometida con su objetivo? ¿Siempre es así?
De no ser así, es imposible iniciar un proceso de coaching. Esto no significa, tal y como comentábamos, que la persona sepa exactamente qué objetivo quiere trabajar. Existe una idea y una necesidad, pero el objetivo no está dibujado al detalle (por ello busca ayuda).
Este primer paso de concretar proporciona al coachee (cliente) las principales pistas sobre qué aspectos trabajará y qué mapa seguirá, unos pasos que, juntamente con el coach, decidirá y revisará a lo largo del entrenamiento.
Es más, el compromiso es tan importante que coach y coachee cierran el pacto en un documento escrito que, simbólicamente, recuerda a la persona protagonista su papel, un papel activo que, con la ayuda del coach, trabajará para asumir el objetivo.
- Si te interesa mejorar tu bienestar y quieres beneficiarte de la práctica del Life Coaching, te invitamos a que te informes sin ningún compromiso del Taller de Life Coaching: “Dónde estás y dónde quieres llegar" de Instituto Mensalus (Barcelona). Para ello, solamente tienes que pinchar en este enlace.