Por qué todo el mundo necesita un coach

Hace ocho años que Bill Gates mostró en una charla TED su postura con respecto al coaching pronunciando una frase clave: “Todo el mundo necesita un coach”. La razón que él esgrimió para lanzar esta afirmación es que, a su entender, todos necesitamos a esa persona que nos retroalimente, que nos de esa visión sobre nosotros mismos y lo que hacemos que nos lleve a mejorar en cada cosa que nos propongamos.

Lo que pareció una frase más dentro de otra conferencia de este afamado informático, empresario y filántropo, fue el germen para que creciera sin cesar esa idea de que ya no solo los grandes de Silicon Valley necesitaban un coach, sino que cualquier persona en cualquier momento de su vida probablemente debería contar con la ayuda de este profesional.

El coach ha surgido, así, como la figura clave del siglo XXI para enseñar a las personas a encarar los nuevos retos y las nuevas circunstancias que se plantean. Y unido a la profesionalización de la labor del coach, no dejan de aparecer razones que no hacen sino ratificar esa célebre afirmación de que todo el mundo lo necesita. Motivos que son tantos y tan diversos como personas y realidades distintas existen. Nosotros intentaremos delimitar a continuación algunos de ellos.

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Coaching frente a la incertidumbre

Ha hecho falta una pandemia mundial para que muchos nos demos cuenta de la incertidumbre en la que vivimos. Nada está asegurado, muchas circunstancias pueden cambiar a nuestro alrededor de la noche a la mañana y nosotros no podemos hacer nada para controlarlas porque son mucho más grandes que nosotros.

Si nos dejamos llevar por esa idea, podemos entrar en pánico y vernos paralizados, sobrepasados por la situación. Precisamente un coach puede actuar en este terreno haciendo que no nos dejemos engullir por esas cosas que se escapan de nuestro control.

El coach profesional proporciona la maravillosa arma de la perspectiva frente a situaciones como esas. Permite que nos veamos desde fuera de esa coyuntura especial entendiendo nuestro papel en ellas pero, sobre todo, haciéndonos descubrir las herramientas propias con las que contamos para no quedarnos parados ni atenazados.

De esta forma un coach nos enseña a vivir, es decir, a avanzar a pesar de los muchos momentos de incertidumbre que surgen a lo largo de la existencia de una persona.

Coaching para conocerse mejor a uno mismo

Es sorprendente que vivamos en la época de mayor conexión entre personas a través de todas las opciones que la tecnología pone a nuestro alcance y, a la vez, sea uno de los momentos donde menos conectados con nosotros mismos estamos.

Cada vez es más frecuente oír decir a la gente "estoy perdido, no sé qué hacer con mi vida..." y esto es fruto de esa desconexión interna que se ha implantado hoy en día. Sabemos más de los deseos y anhelos de otros por lo que se expone en redes sociales que de los que tenemos nosotros.

A través de un proceso de coaching una persona puede volver a ponerse en contacto con su propia esencia, esa razón de vivir y de ser que se va perdiendo entre el maremagnum de obligaciones y preocupaciones. Y, sobre todo, a través de esa re-conexión hacer que pueda sacar ese potencial que tiene y que probablemente también se hubiera extraviado.

No es un proceso fácil, pero el coach es capaz de que encontremos de nuevo la brújula que nos marca el camino a seguir hacia el destino que nosotros queramos; en definitiva, es capaz de hacernos tomar las riendas de nuestra vida que alguna vez soltamos sin darnos cuenta.

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Coaching para evolucionar

Una de las razones por las que necesitamos a un coach es para poder evolucionar en distintos planos de nuestra vida. Cuántas personas siguen en una ficticia zona de confort que en realidad no les hace ningún bien solo por el miedo a dar el paso más allá. Se centran en el “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” alargando, así, una existencia sin sentido que no merecen.

Nos referimos a esas personas que mantienen un trabajo que no les llena aunque quieren y saben que necesitan algo más; o esas personas que alargan una relación de pareja en la que apenas hay amor y respeto porque es mejor seguir en ese círculo vicioso antes que romper todo en pedazos para liberarse.

No es que un coach te ayude a saber encontrar en ti mismo la valentía y el coraje para dar ese cambio, sino que sobre todo te permite entender que ese cambio es necesario en tu vida para poder evolucionar hacia una mejor versión de ti mismo y, en definitiva, poder experimentar una vida más plena.

Coaching para ser más feliz

Si un coach puede hacer que aprendamos a lidiar con las circunstancias externas que nos influyen pero que no podemos controlar; si además permite enfocar nuestra vida aprovechando nuestro máximo potencial; y si, encima, nos proporciona las herramientas para no acomodarnos en una ficticia zona de confort, lo que esta figura está consiguiendo es algo que todos anhelamos continuamente: poder ser más felices en nuestro día a día.

Así que viendo lo que el coaching en general, y el coach en particular, pueden conseguir en cualquiera, sea cual sea el tipo de persona, está claro que la afirmación de “todo el mundo necesita un coach” que en su día hizo Bill Gates, es de lo más acertada.

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